OCTUBRE 2004
5. Mentira y miedo como armas de sometimiento
Alberto Piris.
General de Artillería en la Reserva. Analista del
Centro de Investigación para la Paz.
-Cazas escoltando aviones de pasajeros. Guardacostas
patrullando 24 horas sin saber qué buscar. Férreos controles de
seguridad en aeropuertos. Alerta naranja en todo el país... ¿Qué efecto
tiene el miedo sobre la mente de los ciudadanos? ¿Es el miedo la única
arma que le queda a Bush para ganar estas elecciones?
-El miedo produce distintos efectos, según la coyuntura histórica y las
peculiaridades del pueblo al que se pretenda aplicar como instrumento de
la política. El 11-S y el 11-M nos han confirmado que los ciudadanos de
EE.UU. y los españoles reaccionaron de modo muy diferente. En EE.UU., un
pueblo atemorizado se mostró sumisamente agrupado en torno al poder y
aceptó recortes en sus derechos y libertades. Su ansia de venganza le
llevó a apoyar la invasión de Afganistán y luego la de Irak. Por el
contrario, en España, un pueblo brutalmente herido, que se sintió
engañado por sus gobernantes, se deshizo democráticamente de ellos
buscando otros menos mentirosos y nuevas maneras de dirigir el país.
Hay que reconocer que en EEUU hay minorías que no entran en el juego del
amedrentamiento, aunque tienen poco peso en la configuración de la
opinión pública. Algunas destacadas figuras intelectuales o artísticas,
por ejemplo, son un referente importante, pero sus opiniones suelen ser
acalladas por la exacerbación del espíritu patriotero, alentada desde el
poder. Recuérdese la reciente intervención de Michael Moore en la
Convención del Partido Republicano en Nueva York.
Bush puede ganar estas elecciones porque dispone de muchas otras armas,
no sólo el miedo. El poder mitificador de los medios de comunicación que
le son afines, es quizá la principal. La inhibición de un amplio sector
de la población, que no participa en el proceso electoral, es otra no
desdeñable. La ignorancia generalizada sobre las cuestiones de política
internacional, puede completar el trío. Sin olvidar la posible y
verosímil repetición de las vergonzosas trampas que le dieron el triunfo
en 2000 en el estado de Florida, gobernado por su hermano.
"En el mundo se producen
al día muchos más muertos por otras causas que por el terrorismo, aunque
éste recabe las portadas de los medios de comunicación". |
-Se nos habla de la "paz social" y por otro lado de la necesidad
de una "seguridad ciudadana" para poder garantizar esa "paz social".
¿Qué se nos quiere decir con ambos conceptos?
-Tanto una como otra son conceptos manipulados por los poderes para
aquietar la legítima inquietud ciudadana ante su frecuente inepcia. No
puede haber paz social mientras exista un enorme y creciente
desequilibrio entre los ricos y los miserables. Éste aumenta no sólo
dentro de los Estados, sino a nivel internacional, generando conflictos
e inseguridad.
Por otro lado, la seguridad ciudadana es otro concepto engañoso.
¿Seguridad ante qué? ¿Sólo ante el terrorismo? Porque en el mundo se
producen al día muchos más muertos por otras causas que por el
terrorismo, aunque éste recabe las portadas de los medios de
comunicación. El que exige seguridad absoluta frente al terrorismo
¿dejaría el automóvil en casa para no correr el riesgo de morir en
accidente de tráfico? Pues es mayor esta probabilidad que la de perecer
en atentado terrorista. No hay que dejarse engañar por las palabras tabú
que los poderes suelen utilizar para confundir a los gobernados.
-En 1953, dicen que Eisenhower comentó: "La guerra preventiva es
un invento de Adolfo Hitler, francamente yo no me tomaría en serio a
nadie que me viniera a proponer una cosa semejante". ¿Qué es la guerra
preventiva y contra quiénes la está dirigiendo Bush?
-La guerra preventiva es como si alguno de nuestros lectores,
sospechando que su vecino guarda una escopeta en casa, le asaltara y le
asesinara sin más. Según esta teoría, basta sospechar para atacar, así
ha hecho EE.UU. respecto a Irak.
Quien se sirve de esta brutal aberración de las normas que rigen las
relaciones entre Estados, se erige a la vez en testigo, juez y verdugo,
violando todo el Derecho Internacional trabajosamente elaborado durante
siglos. A falta del tradicional enemigo comunista, que tanto ayudó a la
política exterior de EE.UU. de anteriores presidentes, Bush ha
descubierto el enemigo islamista. Si en el futuro este enemigo dejara de
ser lo bastante peligroso, el neoconservadurismo de EE.UU. ya haría lo
posible por encontrarle un sustituto.
-Días antes de la Convención Republicana, la Unión Estadounidense
para las Libertades Civiles (ACLU) denunció públicamente al FBI por:
interrogatorios políticos, visitas a domicilios, acoso, intimidación a
diferentes ciudadanos sin haber mediado denuncia, ni sospecha de
actividades criminales. Se habla también de la puesta en marcha de
programas secretos para neutralizar la disidencia. ¿Qué lectura hace
usted de estos hechos?
-Por mucho que esto pueda resultar escandalizador, algunas prácticas del
más puro fascismo totalitario están empezando a arraigar en lo que una
vez fue la "tierra de los hombres libres". Del mismo modo que Israel, el
estado creado por un pueblo martirizado y secularmente perseguido, se ha
convertido en el torturador y perseguidor del pueblo palestino, EE.UU.
está comenzando a poner en práctica instrumentos políticos
antidemocráticos, no muy distintos de los que durante tantos años
reprochó por su uso a la extinta Unión Soviética.
-Contra el miedo y la mentira, ¿qué arma tiene el ciudadano?
-La información, la capacidad para desconfiar de sus gobernantes, un
espíritu crítico insobornable e incansable, el ejercicio responsable del
voto, aunque éste ocurra muy de tarde en tarde. Cuando Eisenhower, al
que ha citado antes, denunció en enero de 1961 el nacimiento del
"complejo militar-industrial" en EE.UU., manifestó que sólo "unos
ciudadanos vigilantes e informados" podrían oponerse a su desmesurado
crecimiento. Es una fórmula que sigue teniendo validez hoy. ∆
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