EDITORIAL

Ya pasó el verano. Así, casi sin darnos cuenta, los días se acortan y las noches refrescan. Los turistas se van y los hosteleros hacen balance. Una vez más hay bronca con los del tiempo, que por precavidos se han vuelto exagerados, asustando a veces a los veraneantes.
Y es que el clima anda revuelto en todas partes, pero en el norte más. Los responsables de turismo en el Principado tendrán que revisar sus campañas y, sobre todo, las infraestructuras, haciendo una especial parada en las obras del verano, esas que florecen por todas partes cuando llegan los meses punteros haciendo la puñeta a propios y a extraños, creando problemas de tráfico y hastío en los conductores.
Por cierto, Asturias está a la cabeza en el ranking de las regiones con más accidentes de tráfico. Y también en el de abortos. Y también en el de parados.
Somos únicos, los mejores.
Menos mal que ya pasó el verano y los políticos vuelven descansados a sus puestos para arreglarlo todo.
Nos queda un largo invierno por delante para disfrutar de Asturias sin agobios, sin masificación y sin obras.
Descansaremos hasta el próximo verano.