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JULIO 2008
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Foto: Valvanera
Galende
Gran parte del Parque Natural del Lago de Sanabria se
encuentra en el municipio de Galende. Por eso tenemos la
seguridad de que su modo de vida está en consonancia con la
naturaleza, a fin de preservar la pureza del entorno.
El
corazón del Parque
Más
de veintidós mil hectáreas conforman el Parque, moldeado a golpe
de hielo por los glaciares del Cuaternario. De las altas cumbres
de las sierras Cabrera y Segundera descendían lenguas glaciares,
que al descongelarse dejaron como recuerdo profundos valles
erosionados, morrenas y más de treinta lagunas. La más grande de
todas ellas es la que se conoce como Lago de Sanabria, que hoy
se alimenta del río Tera. Sus amplias dimensiones configuran un
microsistema de más de mil especies vegetales, presididas por el
roble, y variada fauna entre la que destacan los mamíferos. En
un paseo no podemos dejar atrás los prismáticos, con los que nos
resultará más fácil localizar garzas reales, grullas, perdices
pardillas, águilas reales, águilas calzadas, halcones peregrinos
y abejeros o búhos reales. El silencio es imprescindible si
nuestro objetivo es avistar lobos, gatos monteses, corzos,
armiños, nutrias o martas. Los caminos más indicados para
seguir, si queremos conocer el Lago y sus especies, son los
tradicionales, los que se empleaban aquí cuando todavía no
habían llegado los coches. Se recorrían a pie o en carro tirado
por vacas y unían los pueblos del municipio: San Martín de
Castañeda, Vigo, Ribadelago, Pedrazales, Galende, Cubelo,
Rabanillo, Ilanes y El Puente. Hoy podemos recorrerlos a pie,
utilizar la bicicleta o ir a caballo.
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Se están
ampliando las rutas de senderismo con la ejecución
de un GR que partirá de la Casa del Parque e irá
hasta Peña Trevinca. |
El
Lago es el mayor atractivo de esta zona en todas las épocas del
año, pero en verano los visitantes se multiplican. Un buen
chapuzón, un paseo en piragua e incluso el windsurf; todas las
opciones son buenas siempre que no se utilice un motor
contaminante. Recordemos: estamos en un Parque Natural y las
aguas en las que nos estamos bañando llevan limpias desde el
Cuaternario. A veces es bueno recordar que somos una especie más
del ecosistema y en realidad muy pequeños frente a la inmensidad
de la naturaleza. Es importante saber convivir con ella y aquí
podemos aprenderlo. Además para que todos podamos disfrutar de
este entorno, se han instalado en el Lago una especie de
flotadores que permiten que los minusválidos puedan bañarse en
él. No es el único avance pensado para este colectivo: también
se ha construido un acceso para minusválidos, que les facilita
la llegada a la Laguna de los Peces. Para ampliar la oferta
turística en la zona, el Ayuntamiento de Galende ha sacado a
concurso la instalación de un buque no contaminante en el Lago,
a fin de poder ofrecer al turista viajes a las zonas más
sorprendentes, como orillas donde vienen a comer los animales,
la parte más profunda o la mejor zona de pesca.
En lo que a paseos se refiere, se está ampliando la oferta con
la ejecución de un GR de más de noventa kilómetros de recorrido
que partirá de la Casa del Parque -actualmente en construcción-
e irá hasta Peña Trevinca.
Citas veraniegas
Además de naturaleza, la cultura, el ocio y el deporte se
reactivan en verano en Galende. Hay cine al aire libre en todos
los pueblos del municipio y una gran Feria de Artesanía durante
los días 22, 23 y 24 de agosto en El Puente. Regresa el
Campeonato de Futbito Comarca de Sanabria del 8 al 24 de agosto,
y el Campeonato Senior de Baloncesto Mixto Comarca de Sanabria.
Este va por su undécima edición y se celebra del 11 al 17 de
agosto.
Pero lo más inmediato es la XVI Concentración Internacional de
Motos Lago de Sanabria, la única excepción al silencio que
domina el lugar el resto del año. Del 11 al 13 de julio Galende
se llenará de motoristas llegados de todos los rincones para
participar en esta cita anual en la que el camping es gratuito y
cuya inscripción se premia con mochila, camiseta motera, gorra,
pin, bengala, programa, degustaciones y sorteos. La gran fiesta
dará comienzo el viernes 11 a las 18 h. con la apertura de
inscripciones en el campo de fútbol o la oficina de turismo. A
las 21,30 h. habrá acrobacias de A.C. Farias, que repetirá la
actuación a las 00,30 h. junto a la de los acróbatas Ronaldo y
Flavio. El sábado 12 comienza a las 10 de la mañana con
inscripciones para los que no lo hicieron el día anterior. La
siguiente cita motera es a las 17,30 h., para subir de El Puente
de Sanabria a la Laguna de los Peces. Media hora más tarde hay
empanada en San Martín de Castañeda y a las ocho de nuevo
actuación acrobática. A las 24 h. tiene lugar una Gran
Antorchada desde El Puente hasta Ribadelago, rematada con una
buena queimada para entonar. A las 2, la madrugada se cierra con
acrobacias profesionales. Para los moteros asistentes, el
domingo 13 se inicia con un buen desayuno en "El Crucero" de El
Puente de Sanabria, a las 10. A las 12,30 h. se entregan los
trofeos y a las 13,30 la Concentración llega a su final con
nuevas actuaciones acrobáticas de A.C. Farias, Ronaldo y Flavio.
§
Paisaje
tradicional
Dicen que la comarca de Sanabria jamás ha estado sometida a
invasiones celtas, íberas, romanas o árabes. Quizás por esa
razón sus construcciones permanecen inalterables en el tiempo,
sólo sometidas a los cambios climáticos que determinan su
estructura. Aunque se encuentran ejemplos en toda la zona,
Galende y sus pueblos pueden servir como muestrario.
Comenzaremos por las casas tradicionales sanabresas, construidas
con grandes bloques de piedra de sillar o mampostería a fin de
aislar las casas en el crudo invierno y además fundirlas en el
entorno natural. En ocasiones llevan elementos decorativos, pero
siempre se verá que las ventanas y las puertas son de pequeño
tamaño para protegerlas de las condiciones meteorológicas. El
corredor y la galería -tanto si están abiertos como cerrados-,
aportan el toque característico.
Complementando la vivienda individual, no podemos olvidar la
denominada "arquitectura comunal": hornos, molinos, lavaderos,
fuentes y fraguas que daban servicio a todos los habitantes de
un núcleo rural. Aquí no sólo se conservan, sino que algunos se
siguen empleando, y además continúan siendo de propiedad
comunal. De los molinos del municipio quedan buenos ejemplos en
los pueblos de Ribadelago, que aprovecha el agua del río
Cárdena; en Cubelo y en Ilanes. También los encontramos en
Galende, movidos por el río Tera. Aquí hay tres, que se conocen
por el nombre de "La Salina", "La Puente" y "El Migallón". Son
de piedra, con una sola muela y el techo es de cuelmo o pizarra.
En lo que se refiere a las fraguas, como eran tan minoritarias y
dependían de la existencia de un herrero, sólo queda una en
Vigo, concretamente en el barrio las "Vallinas".
Más comunes son las fuentes y lavaderos, que todavía son
empleados y de los que hay gran cantidad en todos los pueblos,
sobre todo porque Sanabria es una zona privilegiada en lo que a
abundancia de agua se refiere.
Por último, los hornos solían construirlos los vecinos de un
mismo barrio. Eran tiempos en los que no había electricidad y
las casas todavía no eran reductos individuales llenos de
electrodomésticos. Los hornos que hay en San Martín de
Castañeda, Vigo, Ribadelago, Galende, Cubelo y Rabanillo, nos
recuerdan un modo de vida donde el reloj grupal marcaba las
tareas a realizar, siempre teniendo en cuenta la meteorología,
las estaciones o la luz solar. Es importante ver las
construcciones comunales no sólo como edificios vacíos, sino
como vestigios de una vida en armonía con la naturaleza. §
Pasado y presente en los pueblos sanabreses
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Foto: Valvanera |
La señora Jacinta es natural de San Martín de Castañeda, pueblo
donde ha vivido gran parte de sus setenta y cuatro años. En ese
tiempo ha visto cambiar los modos de vida, los transportes, la
agricultura. A través de sus ojos nos acercamos a un pasado
dominado por la dura vida del campo.
/ Texto: Marta Iglesias.
-Qué es lo que más ha cambiado en su pueblo, con el paso de los
años?
-He visto cambiar muchas cosas. Antes se nacía en los
pueblos y ahora hay pocos niños y además ninguno nace en el
pueblo. Se tienen en el hospital de Zamora y otros de la
provincia. Todo ha cambiado. Se han mejorado algunas cosas, por
ejemplo que hay más libertad. Y además antes no teníamos para
comer y ahora gracias a Dios hay bastantes alimentos. Lo peor es
que las cosas tampoco están bien, fíjate en la huelga de
transportes que hubo hace poco...
-¿Cómo era antes la vida en su pueblo?
-Había mucha gente y vivía muy esclava. Antes nadie salía
fuera, todo lo que teníamos procedía del pueblo. Lo que se
tenía, se conseguía "a puro de trabajar" las tierras y el
ganado. Y además era todo a mano, porque no había maquinaria.
-¿Cómo se empleaban las construcciones comunales como hornos,
molinos o lavaderos?
-Recuerdo poco que se moliera en los molinos de San Martín,
recuerdo más ir a moler a otros sitios. Pero había muchos hornos
y se cocía mucho porque no había otro pan. Antiguamente se cocía
cada ocho o quince días. Cada uno tenía su día para hacerlo.
Yo encendía el horno y cocía para mí y otras cuatro vecinas más
que nos juntábamos para eso. Cocíamos sólo pan, y luego se
hacían roscas para la fiesta de la Peregrina. El pan me duraba
quince días, y en el invierno a lo mejor un mes porque no se
pudría.
-Y
usted sigue cociendo el pan todavía...
-Sí, aquí el horno de San Martín todavía sigue cociendo. Lo
uso yo y también más personas. Para hacer el pan compro la
harina de panadería; no hay otra porque ya no se siega. Se pone
la harina, se calienta el agua, se amasa, se deja que se venga
(fermente) que decimos aquí. Luego ya, cuando está venido se
barre el horno y ya se cuece dentro. El pan está unas tres horas
en el horno hasta que se hace.
-¿Y
se emplean alguna vez los lavaderos?
-Cuando llegó el agua al pueblo y luego las lavadoras, se
dejaron de usar los lavaderos y se estropearon. Antes sí que se
usaban mucho porque se iba al monte a lavar, se hacían pozos y
ahora ya no. Eso también mejoró mucho.
-¿Ha visto marchar a mucha gente de su pueblo?
-Sí, mucha, mucha. No sé decirle cuántos habitantes había
antes, pero eran muchos. Ahora somos pocos porque hay gente que
vive fuera y luego viene en verano. También llegan turistas
porque hay una laguna arriba y van a verla. A veces hay tantos
que no se puede andar por la carretera con el carro ni nada de
eso. Luego en invierno queda muy poca gente.
-Por
último Jacinta, ¿cómo notaron los cambios las mujeres?
-Las mujeres han trabajado mucho, mucho en el campo. Y ahora
han mejorado mucho sus condiciones. Hay que trabajar, pero es
diferente porque ya no sembramos centeno, ni otros cereales. § |
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