EDITORIAL

Ya pasaron las elecciones y, aparte de que todos ganaron, según dicen ellos, la realidad es que Asturias es plural, de izquierdas, eso sí, pero no en plan abrumador. Digamos que existe un relativo equilibrio de fuerzas que tendrá como consecuencia más discusión, más necesidad de pactos, más controversia.
Claro que lo ideal sería que por encima de las siglas y los signos, predominara el servicio desinteresado e inteligente a Asturias y a los asturianos, que, al fin y al cabo, es la razón por la que se monta todo este tinglado y por la que se gasta tanta palabrería y tanta pasta.
Y hablando de pasta, sería ideal que los que embadurnaron Asturias con carteles los retiren con premura, para que los que disfrutamos con el vestido verde y colorista que Asturias se pone en esta estación, no tengamos que seguir soportando tanta contaminación visual.
Porque, por encima de los políticos y sus conflictos, está Asturias, y su belleza natural está más allá de la política e, incluso, de las personas.
Lo dicho, ya pasaron las elecciones, ahora queda demostrar que se merecen lo que cobran. Todos.