EDITORIAL

Estamos de enhorabuena, el Parque Natural Las Ubiñas-La Mesa ya es una realidad. Asturias cuenta con su quinto Parque Natural. Todas las medidas son buenas cuando se trata de preservar nuestro espacio, sobre todo en una región como la nuestra, donde hace falta el esfuerzo de todos para que el medio rural ocupe el lugar que por dignidad le corresponde. No podemos olvidar que la España verde a la que pertenecemos es un valor cada vez más en alza, con el que contamos y del que nos beneficiamos. Es un potencial que debemos cuidar y gestionar racionalmente, sin dejarnos llevar por los espejismos del boom turístico ni por la tentación del urbanismo fácil y rápido, que es pan para hoy y hambre para mañana. Desconfiemos del auge descontrolado de la construcción, como hemos visto que ha sucedido en otras regiones bien conocidas de nuestro país, donde impera la política del "todo vale", donde todo puede ser recalificable si con ello la economía mejora sustancialmente a corto plazo.
Tengamos cuidado con ese desarrollo sostenible que todos dicen perseguir, pero que en la práctica esconde concepciones diferentes según quién lo enuncie. Asturias tiene un impresionante potencial natural, pero hay que saber claramente qué se quiere hacer con el, qué Asturias queremos dejar a las futuras generaciones. Y si esas cuestiones están claras pongámonos todos a la tarea, sin olvidar que el futuro se está construyendo en este mismo momento. Hoy ya es futuro.