LA REBELION DE LOS ZOMBIS
Lo del PP de Asturias es de mear y no echar gota. Nunca un partido
político se ha definido a sí mismo con tanta claridad, con tan poca dignidad y sin que
nadie les empujara, ellos solitos.
Los rebeldes son los zombis de antaño, los sumisos a Cascos, los que
iban a Madrid a pedir para Asturias y venían con la cabeza gacha, con las manos vacías
y, a lo mejor, con media bronca encima.
¿Qué era lo que les unía que tan pronto se rompió?
¿Qué valores, que principios tan frágiles conformaban las bases de
tanta arrogancia, de tanta prepotencia?
Lo que quedó claro es que entre esos "principios" no estaba
velar por lo que Asturias necesita, porque es evidente a estas alturas que los escarceos
internos del partido, la lucha por el poder, ha sido prioritario y ha ocupado la mente de
los populares en las últimas semanas.
Lo que también va quedando claro es que Asturias, a la larga, se va a
beneficiar de esta caída de caretas, de máscaras, de falsas imágenes y de falsos
profetas.
No hay nada como el tiempo para hacer justicia.