CAMBIOS A LA VISTA
Algo se mueve en las entrañas de la política asturiana. Los
diferentes partidos andan inquietos, nerviosos. En el PP está claro que el desprestigio
de Marqués ante los suyos va en aumento, por lo que ya se mueven nombres para su
sustitución. La aparente calma y tranquilidad que quieren transmitir es sólo una falsa
imagen cara a la galería que pretende hacernos creer que todo es normal en el seno del
partido, cuando en realidad hay mar de fondo ¿Será el empacho de poder?
Mientras, la izquierda observa y espera, agazapada detrás de una
estrategia que casi nadie comprende y muy pocos comparten.
Tal vez esté dibujándose ya el momento propicio para dar un cambio de
color al gobierno de Asturias, pero sería necesario unidad, unidad entre las formaciones
progresistas, alguien que pueda aglutinar todos los proyectos, todas las tendencias.
¿Y Asturias? Asturias sobrevive a duras penas, en medio de las
discrepancias, de los enfrentamientos, de los sinsentidos.
Y es que a pesar de todo, los unos y los otros, todos son asturianos, y
Asturias debería estar por encima de las historias de los partidos, de sus intereses y de
sus despropósitos.
Pero eso es una utopía, y pretenderlo un sueño.
Aunque es evidente que algo se mueve, dudamos mucho que sea cual sea el
resultado de ese movimiento, Asturias, como patrimonio de los asturianos, salga
beneficiada.
Antes habría que cambiar muchas mentes.