Foto: Juanjo
Arrojo
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El concejo de Llanes, con una extensión de 261 km2, se ha
ganado a pulso su reconocimiento como destino turístico. Como concejo del Norte
Peninsular fue pionero en recibir la distinción de Municipio de Excelencia
Turística, hace ya más de cuatro años. Su proximidad a Picos de Europa, la
riqueza y variedad de sus playas, así como el importante patrimonio monumental,
histórico-artístico que guarda en sus localidades más relevantes, le
convierten en uno de los principales focos de atracción de visitantes del
Principado de Asturias.
Es un concejo rico en contrastes. A pocos kilómetros del litoral se levanta
orgullosa la sierra del Cuera. Su presencia condiciona la climatología de la
zona, al contener con firmeza los frentes marítimos, procurando así un clima
suave y templado de abundante humedad. Desde el punto más alto de la sierra,
desde el pico Turbina a 1.315m. de altitud, se aprecia una costa que ha
fascinado a pintores, poetas, directores de cine, entre muchos otros. Más de
treinta playas de arena fina y blanca acogen a los numerosos visitantes que en
periodos estivales multiplican por seis la población de este concejo. Hay
playas de todas las clases posibles: grandes y pequeñas, abiertas y cerradas,
tranquilas y muy concurridas, próximas a un río o no, etc. La morfología kárstica
y el predominio de la roca caliza han dibujado una costa caprichosa con bellos
acantilados, galerías y bufones que constituyen un fenómeno natural
sorprendente.
Foto: L.
G. |
La capital del concejo, Llanes, tiene sus orígenes en el
s.XIII al concederle Alfonso IX la Carta Puebla en el año 1206. Un paseo por la
villa permite reconocer un pasado esplendoroso. Muestra de ello son las casonas
y palacios de grandes familias que jalonan la villa. Ejemplo de esto es la casa
de Posada Herrera, un personaje de gran tradición que nació en 1814 y
falleció en Llanes en 1885. Actualmente la casa alberga la Casa de la Cultura.
El Palacio de los Gastañaga es uno de las pocas construcciones que conservan su
traza medieval, a pesar de las remodelaciones que se llevaron a cabo. También
constituyen una visita de interés el Casino, el Palacio de los Duques de
Estrada y el Cercau.
En Llanes y alrededores es frecuente encontrar también bellos palacios y casas
de indianos, fruto del regreso de los numerosos llaniscos que marcharon a
"hacer las Américas". En ellas se observa mezcla de estilo colonial y
neoclásico con elementos propios de la zona.
Foto: A.
C. Llacín
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Tierra de artesanos. Manos en movimiento unidas a la tierra
y a sus materiales dan como resultado en Llanes auténticas joyas artesanas. La
cerámica, la talla de madera, la ornamentación con flores, la fabricación de
madreñas, la escayola, la pintura, etc. no tienen secretos para los artesanos
de esta zona. Son cerca de veinte los artistas que realizan su trabajo
distribuidos por diferentes núcleos de población. Las piezas de cerámica las
trabajan artesanos de Los Carriles y Cardosu, el cobre en Bricia-Posada. En
Pendueles podemos encontrar artesanos dedicados a la joyería. A la talla de
madera son varios los artesanos que dedican su tiempo, en Pancar, en Vibaño, en
Nueva, en Ardisana, teniendo la fabricación de madreñas una atención especial
en Los Callejos y la de juegos en Pendueles. En Barro podemos contemplar el
bello trabajo de la forja y en Nueva existe un artesano que realiza maquetas.
Promocionar los oficios tradicionales y la artesanía es una de los objetivos
que se están planteando en la zona desde diferentes sectores. En este momento
una asociación cultural de Porrúa ha realizado un censo de artesanos, muchos
de los cuales participan en el Mercado Astur que organiza dicha asociación en
verano.
Foto:
Juanjo Arrojo
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Arte en los fogones. La gastronomía, las condiciones
naturales, la riqueza etnográfica, así como su patrimonio cultural hacen de
Llanes y comarca un auténtico paraíso turístico. En los últimos 40 años la
demanda ha aumentado considerablemente de tal forma que en periodos vacacionales
Llanes alcanza entre un 80 y un 100% de ocupación turística. La gastronomía
es uno de los pilares básicos. Destacan los platos elaborados con pescados y
mariscos de la zona, que tienen su toque diferencial con respecto a otros
preparados en otras zonas costeras de Asturias. "En cada especialidad hay
diferencias a la hora de hacerlas. No es lo mismo una chopa a la sidra en Gijón
que un sargo a la sidra en Llanes, aunque la chopa y el sargo son exactamente
iguales" asegura Jose Manuel González, un conocido hostelero de la zona.
La fabada, también se diferencia de la elaborada en otros puntos, "lleva
el pantruque, que es una masa elaborada con harina de maíz y trocitos de
tocino". El pote llanisco, la boroña preñada, y las bollas, hechas con la
sangre de cerdo, son elementos de la tradición culinaria. Los frixuelos, las
casadielles, el arroz con leche, el tocinillo, son también postres de la zona,
destacando la elaboración artesanal de las mayucas (las castañas pilongas) y
una enorme variedad de quesos, tanto frescos como curados. Son tantos tipos de
quesos los que se elaboran que reciben a menudo el nombre de la localidad en que
se producen. Los de Vidiago y Los Carriles son quesos elaborados con leche de
vaca, el de Porrúa, Parres, Piedra, Caldueño, ó el de Las Xareras, llevan
leche de oveja, y algunos con mezcla de vaca también. En Pría producen
también un queso ahumado que junto con el de Porrúa y el de Vidiago se
comercializa en el resto de la región, mientras que otros quesos se producen
para el consumo familiar, pero todos ellos dan muestra de la riqueza
gastronómica de la zona.
Visita Llagar-Sidrería
Cabañón
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