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SUPLEMENTO ASTURIAS
- MARZO 2003
ASTURIAS
OPINA
Exodo rural
A las
altas tasas de envejecimiento que padecemos en nuestra región hay
que añadirle el despoblamiento tan importante que están sufriendo
muchos pueblos asturianos, fenómeno que está originando un auténtico
éxodo rural. Hemos recogido algunas opiniones para saber cuáles son
las causas de este fenómeno, las medidas que se están poniendo en
marcha para frenarlo y fijar población, y qué repercusiones podría
tener para Asturias dentro de un plazo razonable.
¿Qué
causas originan el despoblamiento rural? |
José Antonio Muñiz
Alcalde de Riosa.
"Este fenómeno empezó ya en la
época de la revolución industrial, cuando la gente de las poblaciones
rurales se trasladaba a los núcleos industriales. Hoy en día la gente tiende
a acercarse a donde tiene su lugar de trabajo y en estos momentos, Gijón y
Oviedo por ejemplo, absorben una buena parte de ese despoblamiento rural de
Asturias. Para contrarrestar esto y que no se nos escapen habitantes,
nosotros intentamos ofrecer calidad de servicios y una calidad de vida en
contacto con la naturaleza, cosa que no es viable en la ciudad.
Concretamente en Riosa, aparte de la promoción del concejo a nivel
internacional, estamos procurando ofrecer una serie de servicios casi
equiparables a los de algunas ciudades. En muchos de nuestros pueblos se
puede ver que estamos llevando a cabo una reforma integral que abarca
saneamiento, alcantarillado, pavimentación... La mejora sustancial de la
carretera Peñamiel-Riosa nos permite estar a un cuarto de hora de Oviedo, a
cuarenta minutos del aeropuerto o a cuarenta y cinco de Gijón.
Aparte de fijar población estamos trabajando por la mejora de los servicios
sanitarios. Estamos incorporando algunos servicios en el ambulatorio de La
Ará para que la gente del concejo que tenía que ir a Oviedo a hacerse
algunas pruebas las pueda realizar ya en Riosa. Además de fijar nuestra
propia población intentamos captar gente de fuera de Riosa, que está
comprando una segunda vivienda o a veces una primera, precisamente porque
ofrecemos un nivel de calidad de vida bastante bueno, unos servicios buenos
y un nivel de comunicaciones en estos momentos óptimo.
Tenemos a nivel general el problema de la natalidad. España es un país con
un índice de natalidad muy bajo y Asturias es la región española con el
índice más bajo de todos.
El 80% de la población asturiana se concentra prácticamente en el famoso
triángulo Oviedo, Gijón y Avilés y eso suma más de setecientos mil
habitantes del millón cien mil que tiene nuestra región. Riosa es un poco
diferente a otros municipios porque está casi metida en ese área
metropolitana de Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres y Langreo. Otra cosa serán
los concejos que estén en las alas de Asturias". ∆
"Cada vez damos más servicios y ofrecemos una calidad
de vida en contacto con la naturaleza".
Fermín Rodríguez Gutiérrez
Director de CeCODET (Centro de
Cooperación y Desarrollo Territorial de la Universidad de Oviedo).
"Cada tiempo tiene su forma de
ordenación del territorio. Y nuestro tiempo es un tiempo urbano, es el
tiempo de las ciudades.
La gente se marcha de los pueblos siguiendo el sentido de los tiempos que
corren. El tiempo de la industrialización concentró en ciertas áreas
población, capital e información, surgieron las grandes ciudades
industriales que atraían como imanes a la población del campo. Hoy superada
casi la sociedad industrial sigue habiendo otros fenómenos que en el mundo
atraen a la gente a las ciudades: la inseguridad del campo, las
oportunidades de la ciudad, el dinamismo... La sociedad de la información
hoy todavía es una promesa en muchos países, y en otros más desarrollados se
comprueba que hace falta un gran esfuerzo para seguir su ritmo; se pensaba
que podía facilitar la difusión y la igualdad de oportunidades y la cohesión
territorial, y eso, a mi juicio, es posible, pero hace falta un gran sentido
de la anticipación y crear nuevas formas de intervención pública y
propuestas atrevidas, igualmente hace falta considerar que sostener el
territorio cuesta dinero y que hace falta intervenir además de con
subvenciones con otro tipo de ayudas.
Hace falta una nueva política de la ruralidad. Para Asturias es una cuestión
estratégica, hace falta salvar los pueblos como contenedores de actividad.
Se pueden distinguir, al menos en Asturias, cuatro o cinco realidades
territoriales que necesitan un tratamiento específico dentro del pacto por
la ruralidad, que debe hacerse con las comunidades y con una visión del
interés y del modelo general de Asturias. Hace falta ofrecer nuevos
servicios, y de manera renovada, a los pueblos, teniendo en cuenta las
características de su población. Los pueblos fueron multifuncionales, no
sólo había ganaderos, allí residían otros vecinos que hacían otras cosas,
cuando sólo quedan algunos y dedicándose a lo mismo viene la soledad, el
gran problema de los pueblos. Hay que compatibilizar los usos agrarios
profesionalizados con abrir los pueblos a las clases medias y a los jóvenes
profesionales. Debemos añadir valor a los pueblos, su conservación pasa por
esto. No se trata de extender el modelo de urbanización periurbana. Los
pueblos en la actual circunstancia sobrevivirán como lugares de residencia
no como talleres ni estercoleros, hay que respetarlos y añadirles valor.
Para Asturias, y especialmente para la rural, el paisaje es un recurso, una
seña de identidad y un indicador de calidad, debemos ser más cuidadosos con
el paisaje, no es una cuestión sólo de gentes sensibles, es una necesidad
imperiosa. Los ataques interesados y sectoriales degradan a la baja su
calidad en contra del interés general.
Si miramos hacia el futuro, las preguntas sobre éste son inciertas, hay una
contumaz resistencia a mantener la vida en los pueblos. Será la tradición
milenaria y la larga cultura, pero las previsiones de población que hemos
hecho no muestran una quiebra generalizada, sigue habiendo opciones
La diversidad de los conjuntos territoriales de Asturias es amplia, hay
comarcas y distintos futuros para los territorios en función de sus
proyectos". ∆
"Hace falta una nueva política de la ruralidad"
Roberto Pérez López
Alcalde de Belmonte de Miranda
"La mayoría de los habitantes de
los municipios del occidente de Asturias somos gente de emigración. El éxodo
rural en la posguerra se originó porque las familias tenían muchos hijos y
tuvieron que emigrar fuera. Yo soy uno de esos emigrantes, de emigración
interior, que marché para Valencia. La emigración en este municipio en un
principio fue para Cuba, Venezuela, República Dominicana, Argentina y
Méjico, y posteriormente hacia el centro de Europa.
Con la llegada de la revolución industrial otros marcharon para Barcelona,
Madrid y también para Avilés, Oviedo, y Gijón. Esto ha originado que la
población esté hoy muy envejecida. Los ayuntamientos poco podemos hacer por
retener a esta gente debido a nuestras carencias. Nosotros tratamos de
mejorar la calidad de vida de los pueblos y de las explotaciones ganaderas,
pero estas vivirán mientras tengan subvenciones europeas. Es verdad que en
veinte años ha cambiado la estructura rural y nosotros seguimos apostando
por fijar la población con ayudas de este tipo, y también por la
diversificación, como puede ser con el PRODER. Yo soy presidente del Camín
Real de la Mesa y estamos dando ayudas para el turismo, para que éste sea
una actividad complementaria a las explotaciones ganaderas y a las pequeñas
empresas de jóvenes emprendedores. Así tratamos de ir fijando población.
Yo pienso que esto se llegará consolidar, por un lado porque en el tejido
industrial ya no hay demanda ni empleos, y por otro lado porque se están
potenciando en nuestra comunidad ayudas a las zonas rurales para fijar
población". ∆
"Estamos dando ayudas para el turismo, para que sea una
actividad complementaria a las explotaciones ganaderas"
Leandro López
Alcalde de Illano
"La forma de fijar la población
en el medio rural es muy compleja. Quizás sea una de las batallas que más
nos preocupa a todos los municipios.
Las subvenciones que vienen de la CEE, entiendo que son buenas, pero
tendrían que estar destinadas más a las pequeñas explotaciones porque son
éstas las que mantienen el paisaje y el entorno. Me parece bien que se
potencie a las grandes explotaciones, pero a las pequeñas hay que
potenciarlas también. Supongo que la labor esté en unirse, en mancomunarse
más los municipios, no sólo para los servicios, sino en ideas para intentar
que la gente de aquí se sienta cómoda. Yo entiendo que la política del
Gobierno Central y la política del Gobierno del Principado de Asturias
tendrían que dirigirse en ese sentido: fijar población.
Entiendo que hoy por hoy, una manera de hacer que la gente se quede en los
pueblos es dándoles servicios y una forma de vivir igual o mejor que en la
ciudad. Es importante tener buenas carreteras. El gran error de mucha gente
es creer que sólo por irse a otro sitio tiene la vida solucionada, pero yo
creo que la solución viene porque haya unos técnicos, gente preparada, que
dé formación a la población y además que se subvencione al pequeño
empresario, que es el que está aguantando todo, que es al final el que se
queda en el pueblo con su familia.
Hay que intentar que la gente no se vaya de los pueblos, pero la
equivocación que están cometiendo los gobiernos es que creen que con dar
cuatro subvenciones ya está todo solucionado". ∆
"Una manera de hacer que la gente
se quede en los pueblos es dándoles servicios y una forma de vivir igual o
mejor que en la ciudad".
José Antonio González
Alcalde de Onís.
"Este no es un fenómeno exclusivo
de Asturias sino en general de todas las zonas rurales de Europa y por tanto
de España también.
El envejecimiento es la clave. En Asturias la población está muy envejecida.
No hay parejas jóvenes en los pueblos lo cual origina una caída de la
natalidad y un aumento de la mortalidad.
La gente se va de los pueblos también porque las actividades agrarias siguen
siendo muy poco valoradas socialmente. Además está el hecho de que es un
trabajo que tiene muchas satisfacciones pero que es muy duro. Ante eso la
gente prefiere optar por trabajos más cómodos o más valorados socialmente,
sobre todo las mujeres, que son siempre las que se van primero. Y si se van
las mujeres no nacen niños, eso es evidente.
En cuanto a lo que se puede hacer para paliar esta situación, podemos decir
que el tema del turismo rural está ayudando a que nuevas mujeres puedan
asentarse en otras actividades que no sean sólo las tradicionales, tan
duras. Eso ayuda a que se quede una parte de población joven, pero no es
suficiente frente a los índices del envejecimiento que hay.
En la década de los sesenta, la población de mi concejo emigró masivamente a
Europa. Cuarenta años más tarde ese efecto naturalmente se nota. Ahí tenemos
Avilés, que es un mosaico de población venida de otras partes de España. Hoy
en día, no obstante, sí aparecen unos repuntes de gente neorrural, gente que
tiene una segunda residencia. No es que sea mucho pero sí están viniendo
algunos. Sobre todo se nota que están apareciendo unas pinceladas muy
importantes de emigrantes y de inmigrantes, que ya están empezando a llegar
a las zonas rurales. Esa es la gran esperanza de que vuelva a aumentar la
población". ∆
"La gente se va de los pueblos
porque las actividades agrarias siguen siendo muy poco valoradas
socialmente".
José Antonio Barrientos
Alcalde de Boal.
"La gente se marcha de los
pueblos de esta zona por la decadencia que existe en la ganadería y se va en
busca de mejores oportunidades a otros lugares, principalmente a la zona
centro de Asturias, porque es allí donde hay más puestos de trabajo.
Para remediar esto se están poniendo medidas en marcha que mejoren la
calidad de vida en el medio rural. Con este fin se está dinamizando el gran
potencial de la zona rural, que es lo forestal y en cierta manera también lo
ganadero, y lógicamente todo lo relacionado con el turismo rural. Si no se
potencian todas estas medidas ocurrirá que las alas de Asturias,
principalmente la occidental que es la más grande por extensión, va a quedar
despoblada y de nada serviría el argumento de la Asturias verde y el turismo
rural.
Pienso que para ofrecer un turismo rural de calidad y una Asturias verde no
hay que perder de vista que hay que tener gente viviendo en esos núcleos de
población, porque son lógicamente quienes cuidan y mantienen el entorno y lo
hacen agradable y de buen ver para los visitantes. Si se mejoran las
comunicaciones la gente se puede permitir vivir en Boal y trabajar a cierta
distancia del municipio, pero son necesarias unas vías de comunicación
modernas y rápidas que lo faciliten". ∆
"Son necesarias unas vías de comunicación modernas y
rápidas"
Jorge Marquínez
Director del Instituto de Recursos
Naturales y Ordenación del Territorio de la Universidad de Oviedo (INDUROT).
"El éxodo rural hacia las
ciudades es un fenómeno intensísimo en Asturias, pero lo es en todo el mundo
desde los años cuarenta. En gran medida ese éxodo ya se ha producido, y
actualmente hay hay una ralentización de ese proceso. Dicha ralentización
viene acompañada, más que de un éxodo rural a secas, de un cambio en la
utilización del medio rural por parte del hombre. La familia de la zona
rural vivía del sector primario, o sea de las praderas que había en su
entorno. Ese tipo de economía se ha reducido, sigue reduciéndose e
inevitablemente se reducirá todavía más. Lo que ocurre es que, desde hace un
tiempo, está produciéndose también un fenómeno de recolonización de ese
medio rural por parte de personas que ya no viven económicamente vinculadas
al entorno. Es gente que trabaja en centros urbanos pero que sin embargo
utiliza el medio rural o bien para vivir, o bien para su ocio de fin de
semana y vacaciones. O sea, que el éxodo rural de los años cuarenta ahora
está siendo mitigado por una nueva colonización del medio rural con otro
enfoque diferente. Gran parte de los esfuerzos de las políticas se han
desarrollado para evitar ese fenómeno, porque se presume que es malo, pero
esa presunción es demasiado sencilla. En Asturias tenemos una población
enormemente dispersa, y eso plantea cantidad de problemas de acceso a los
servicios. Que se produzca cierta concentración en favor de las urbes o de
las villas o de los núcleos rurales, yo creo que no tiene por qué
considerarse un fenómeno negativo en sí mismo, tiene aspectos positivos en
cuanto a que pueden mejorar la calidad de vida de la gente que está en estas
zonas. En definitiva, la vivienda dispersa es difícil de sostener. La
concentración de núcleos rurales en villas, el reforzamiento de las villas o
de las capitales de concejo y de las zonas urbanas es un fenómeno normal y
no tiene por qué ser negativo en sí mismo. Tenemos que pensar que el sistema
rural requiere una reorganización en cuanto a la funcionalidad económica y
de acceso a los servicios, y ésta se está produciendo de modo natural. La
mayor parte de las opiniones se han centrado en el hecho de lamentar el
éxodo rural e intentar ofrecer a la persona del medio rural servicios, pero
yo creo que esa es una lucha perdida de antemano. Yo defiendo ese otro tipo
de análisis". ∆
"Que se produzca cierta concentración en favor de las
urbes o de las villas o de los núcleos rurales, yo creo que no tiene por qué
considerarse un fenómeno negativo en sí mismo". |
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