Es la voz de la oposición que más polémica suscita. Es la voz que invita a los ciudadanos a la reflexión, a la concienciación, y a la participación. Entiende que él es un simple servidor de lo público y vela porque su patrimonio sea bien administrado.

Texto y fotos: Lupercio González

-¿Cómo ha tomado esta resolución judicial el ejecutivo municipal y la oposición?
-El equipo de gobierno se ha plantado ante el Supremo y ha optado por la insumisión. La oposición, al menos la de Izquierda Unida, abogamos por el cumplimiento estricto de esa norma por parte del equipo de gobierno. ¿Por qué? Porque esto ha sido un triunfo de los ciudadanos frente al poder.

-¿Puedes explicarlo más?
-Bien. En los últimos diez años, cada ovetense que ha querido comprar una vivienda, tuvo que endeudar su vida entre veinte y treinta años en hipotecas, como consecuencia de existir únicamente un mercado libre de viviendas. Evidentemente esto les vino muy bien a los bancos. Por otro lado, ha habido al mismo tiempo otros jóvenes, sobre todo jóvenes parejas, que han tenido que marcharse de Oviedo, donde siempre habían vivido, a otros municipios colindantes porque aquí ya no podían ni optar a endeudarse toda la vida. Ahora, por mucho que le cueste al alcalde, va a haber suelo para hacer vivienda pública.

-¿Qué interés hay para que no se hagan viviendas protegidas?
-Desde el punto de vista ideológico al PP no le interesa que en nuestro municipio haya mucha vivienda protegida. En el fondo de esto se esconde otra estrategia más perversa. Y es que, si a través de la vivienda diseñamos sociológicamente un municipio conservador, o de mucho poderío económico, eso de alguna manera asegura que siempre gane la derecha. ¿Por qué? Porque la mayoría de la gente que va a poder vivir aquí en Oviedo, va a tener un estatus muy elevado, y normalmente, no nos engañemos, estatus económico elevado es igual a voto conservador. Nosotros luchamos por un municipio más plural, y se hace más plural en la medida que otra gente (emigrantes, trabajadores...) puedan vivir en este municipio. No queremos convertirnos en un municipio de servicios como intenta la derecha. Esta sentencia quiebra, desde el punto de vista de IU, la estrategia del PP. Pero no solamente basta con quebrarla, sino que tiene que haber movilización social y desde la oposición municipal vigilar a estos.

-¿Existe riesgo de colapso económico en el ayuntamiento?
-Este año 2002, el ayuntamiento tiene que pagar 2.000 millones a las empresas de obras que ya se han hecho anteriormente. Y 4.400 millones de deuda municipal. Total, unos 9.400 millones. Esto son casi treinta millones de pesetas de deuda al día. Es decir, la deuda que el ayuntamiento tiene que pagar es muy superior a las inversiones que va a hacer. El ayuntamiento de Oviedo tiene una deuda por encima de lo permitido por la ley.
Si estos datos los contrastamos con la obsesión del propio gobierno del PP del déficit cero, yo creo que el colapso político tiene mucho que ver con el colapso económico. Aquí no hay salida económica si no hay una salida política. Esa es la deuda y el gran compromiso que tienen todos los habitantes de Oviedo.

-Entonces Oviedo tiene hipotecado su futuro sea quien sea la fuerza política que sustituya al actual ejecutivo.
-Es evidente, sea quien sea el gobierno. Afortunadamente, desde una concepción de izquierdas, la política no es sólo el tema económico, tiene otra riqueza mayor: la participación ciudadana, es decir, que la gente participe conociendo de verdad de lo que pasa en su municipio y buscando las responsabilidades a las que hubiese lugar. El ayuntamiento de Oviedo está condicionado hasta el año 2020 como mínimo. El último crédito que se ha pedido es para el año 2022. Y se pide para un aparcamiento subterráneo, no para hacer viviendas sociales o equipamientos deportivos, o escuelas.
Oviedo en estos momentos tiene 1.600 plazas de aparcamientos por vender, que suponen otros 2.500 millones de pesetas de deuda. Si no los venden próximamente el ayuntamiento se tiene que hacer cargo de ellos. Si tenemos 1.600 aparcamientos ¿por qué se están haciendo otros nuevos? Aquí la derecha, en cuanto al dinero público no tiene ningún rigor; todo lo contrario, a quemar las naves.

-Y se siguen haciendo gastos cuestionables como la estatua de Urculo.
-Estoy convencido de que ninguna persona de derechas hubiese comprado una estatua a Urculo por veintiocho millones de pesetas, y menos para ponerla delante del Campoamor. Lo que provoca no es el arte, son las cosas como las de Gescartera. Esto choca ferozmente con una privatización de los servicios municipales, donde las actuales empresas están haciendo una auténtica persecución recaudatoria a personas que supuestamente deben viñetas, agua, etc, al ayuntamiento de Oviedo, y que además es absolutamente falso. Pero claro, el dinero público que se gasta en estos eventos, es un dinero que se recauda de la gente, por eso hay una actitud casi de Drácula. Recaudar y luego gastar.

-¿Crees que el Gabinismo tiene los días contados?
-No va a ser fácil, porque Oviedo es una ciudad muy característica que nada tiene que ver con el resto de Asturias. No obstante, yo estoy alentado en ese camino. Las últimas elecciones, sin estos tropiezos, estuvo a dos mil quinientos votos. Las próximas elecciones se van a decidir por dos mil o tres mil votos. Y él lo sabe, y lo sabemos todos. Pero claro, si en estos próximos dos años, por ejemplo, no conseguimos que se cumpla esa sentencia del Supremo y obligamos a Gabino a que la cumpla, y por tanto, a hacer vivienda pública, para que venga a vivir nueva gente joven aquí, que es la mecánica que ellos tratan de disuadir para que su territorio sea prácticamente un rancho mejicano, pues la cosa no va a ser fácil. En política, como en el fútbol, nada es fácil. Nosotros vamos a trabajar firmemente para que haya una alternativa, -que no una alternancia- además de una alternancia. Y una alternativa, no solamente a las cosas que se hacen, para quién se hacen, sino cómo se hacen. Eso pasa por implicar a la gente y por hacerla más activa y menos pasiva. Al fin y al cabo, el dinero que se está gastando no es ni de Gabino de Lorenzo, ni de Roberto Sánchez Ramos, es del conjunto de los ciudadanos de Oviedo. El dinero público tiene que ser sagrado.

-¿Crees que el ciudadano es consciente de la magnitud de estas cuestiones?
-Sí, sí. Lo que pasa es que los ciudadanos se dividen entre ricos y pobres. Se dividen entre medianas burguesías y pequeñas burguesías, entre los que tienen grandes superficies comerciales, o en pequeños comerciantes. O profesionales que se les ha subido este año el impuesto de actividades económicas (IAE), el 32% . Cuando la campaña electoral, el PP dijo a toda España que se iba a eliminar el IAE. Esta fue una idea de Giménez-Reyna, el hermanísimo de la presidenta de Gescartera. Giménez-Reyna ya no está, ni su hermana, pero lo que si permanece es el IAE, que ha subido en Oviedo el 32% para el año 2001, y para el año 2002 está aprobado con los votos del PP, que va a subir un 8% sobre ese 32%. Ante esto la gente tiene que recapacitar, tiene que ver que se dice una cosa y se hace todo lo contrario. ¿Cómo reaccionar? Pues, ante el engaño hay dos cosas: una, manifestarse en contra del engaño; y dos, ya que sólo se les deja la oportunidad de votar cada cuatro años, pues que cambie de voto.

-El PP tenía al ayuntamiento de Oviedo como un modelo de gestión municipal a imitar a nivel de España. ¿Cómo queda esto ahora?
-Al principio, desde el año 95 al 98, fue el buque insignia de la política del PP a nivel del estado, porque todo el sistema público que existía se pasó a manos privadas, el cementerio, el agua, la recaudación de impuestos... Y al PP, le encanta romper los monopolios públicos para convertirlos en monopolios privados. Ahora, la lejanía es evidente. Ni Aznar, ni nadie viene a dar mítines por Oviedo, ni el PP no lo cita ya. La razón hay que encontrarla, no en nada personal, sino en elementos políticos que no cuadran a la política del PP. El PP quiere el déficit cero. Y en Oviedo estamos en un 134% por encima del déficit cero. Aquí se ha creado una empresa, Gesuosa, que ha sido un auténtico escándalo y que está sin solucionar.

-A nivel personal ¿qué es lo que más te fastidia?
-Lo que más me desilusiona es la tremenda desigualdad social; siempre la redistribución va a parar a los mismos. O cómo se desprecia, por ejemplo, el tener un gran patrimonio público del suelo para hacer viviendas o polideportivos, y cómo se agacha la cerviz cuando llegan los terratenientes y los poderosos. Eso es lo que más me hace daño intelectualmente. Y políticamente yo no puedo quedarme solo, porque caería en la melancolía. Y yo no quiero caer en la melancolía, sino caer en la rebeldía. La gente tiene que ser consciente del gran poder que tiene en sus manos. Eso es lo que realmente a mí me preocupa y lo que tratamos en todo momento de transmitir.