az Fernández
Felgueroso es una profesional de la abogacía, además de tener una amplia experiencia en
gestión y en diferentes ámbitos políticos. Sus más allegados la animaron a que
presentase su candidatura a las primarias de su partido y salió elegida."En el
Partido Socialista de Gijón teníamos el reto de sustituir a un alcalde muy preciado por
los ciudadanos y que ha dejado un listón muy alto. Nunca me había propuesto ser
alcaldesa de mi pueblo, pero animada por personas de mi entorno pensé en ello y decidí
dar el paso de presentarme."
-¿El hecho de que sea una mujer la que se presente a este
puesto podría condicionar los resultados?
-El ser mujer no tiene por qué restar ningún voto, o aminorar ninguna
confianza porque te comprometes con la representación del conjunto de los ciudadanos y
por su progreso. Hay hombres y mujeres que consideran que en la sociedad no se ha
profundizado suficientemente en la democracia si no se ve alternancia de hombres y mujeres
en las responsabilidades públicas.
-Se dice que administrar una ciudad es como llevar una
familia pero con más brazos, y que la mujer capta mejor los pequeños detalles.
-Ese es el plus que puede aportar una mujer a la hora de gobernar, aunque
administrar una ciudad es bastante diferente a llevar una casa. Pero sí es verdad que son
unas responsabilidades en las que se tiene una visión complementaria a la visión
masculina. De hecho hay ciudades, como Barcelona, que están desarrollando un programa
europeo muy interesante sobre la mujer y la ciudad. Los ayuntamientos y los colectivos de
mujeres se organizan de tal manera que un proyecto urbanístico se somete a la evaluación
de ese colectivo, que a lo mejor es más capaz de darse cuenta de determinados problemas
circulatorios, diferentes a los que se ven desde el gobierno municipal.
-¿La mujer debería participar más en temas políticos?
-Yo soy de las que apuestan por una democracia paritaria, que significa una
participación de la mujer en el mismo porcentaje en que estamos en la sociedad, pero no
sólo en la participación política, sino también en la participación social, en el
asociacionismo, en las ONG's, en el empleo.
-¿A la mujer asturiana se le durmió ese espíritu de lucha
que siempre la caracterizó?
-Efectivamente, ha habido etapas de mayor necesidad de actividad y es
probable que ahora, la gente más joven, hasta que no percibe personalmente una
discriminación laboral o hasta que no ve que sus expectativas de conseguir empleo son
menores que la de los varones, no considera necesario luchar por la igualdad y por una
sociedad más equilibrada.
-Sin embargo ahora mismo parece que todo apunta a volver a
valores trasnochados y que la mujer debe ser "una mujer florero".
-Yo creo que el concepto de lo que tiene que ser la participación de la
mujer y su función social, no es igual en la izquierda que en la derecha. Para mí, como
mujer progresista o mujer de la izquierda, es importante que yo misma haya podido
desarrollar actividades públicas en las que anteriormente habían estado varones. Los
progresos individuales están ahí, pero ese no es el objetivo, o al menos no es mi
objetivo. Mi éxito individual no es lo que tiene que defenderse sino el éxito colectivo,
la participación colectiva de las mujeres. Que haya mujeres en los máximos puestos de
responsabilidad ayuda también a otras mujeres en su empresa.
-Para una persona que ostenta un cargo público, ¿cuál
debe ser su compromiso?
-Hay que ofrecer poco y cumplir todo lo que se oferta. Hay que ofrecer el
trabajo con la ilusión, perseverancia y lealtad hacia el electorado que te ha elegido. A
uno mismo hay que exigirse el máximo de trabajo, de responsabilidad, y especialmente de
lealtad y honestidad propia.
-En la calle la gente parece estar cansada de la clase
política. ¿No crees que ésta se ha desprestigiado ?
-Sí, hay un cierto cansancio y una crítica al político. Son hombres y
mujeres de carne y hueso, y desilusionan al ciudadano con sus fallos, no pueden aceptar
que no den ejemplo, y creo que debe ser así. Por otro lado, hay un mayor seguimiento de
los programas y los proyectos políticos y eso obliga al político a un mayor nivel de
exigencia. Está más sujeto al control de los demás partidos políticos y del propio
ciudadano. El ejercicio de la política cada vez es más complejo.
-Un deseo.....
-Más trabajo y más calidad de vida para los gijoneses y como consecuencia más
ilusión.