ablo Martínez -Responsable de la Campaña
de Objetivos de Milenio de la Coordinadora de ONG de Desarrollo (CONGD)-,
hace un seguimiento de qué significan estas cifras.
-¿Se ha notado el cambio de gobierno en los nuevos presupuestos?
-Sí se ha notado, porque la propuesta que el Gobierno ha presentado
tiene un incremento que no nos parece desdeñable, ya que con las enmiendas
del resto de partidos políticos casi se alcanza el 0,30 del PIB. Y lo que
para nosotros es más importante es que la mayor parte del incremento va
destinada a herramientas e instrumentos de cooperación que consideramos que
sí contribuyen a erradicar pobreza en los países del Sur.
-¿Por qué entonces declarasteis que era "insuficiente" la ayuda oficial
al desarrollo, mientras el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación
decía lo contrario?
-Porque la propuesta inicial que el Gobierno hizo e introdujo en los
presupuestos era de un 0,26% del PIB. De ahí nuestro comunicado de que ni
siquiera se estaba alcanzando la cifra del 0'30, que para nosotros era el
mínimo aceptable. El Ministerio tal vez conocía que iba a negociar
determinadas enmiendas previas a la propia negociación -y de ahí que pudiera
afirmar que se llegaría al 0,30-, o tal vez estaba haciendo declaraciones de
intención de voluntades. Pero lo cierto es que no podemos asegurar que se
llegue al 0,30 hasta que los presupuestos no estén aprobados definitivamente
en trámite parlamentario, con las enmiendas que han introducido
especialmente Iniciativa per Cataluña, IU, CIU, PNV y Esquerra Republicana.
-¿Qué fondos destinados a la pobreza se refuerzan?
-Se refuerza significativamente el programa de microcréditos, dirigidos
a las familias más pobres de los países más pobres con los que España
trabaja. También se ha duplicado la dotación presupuestaria en todo lo que
tiene que ver con sensibilización de nuestra sociedad. Es importante que los
ciudadanos dejemos de pensar que este dinero son bolsas caritativas de ayuda
y que seamos conscientes de que con esas partidas podemos hacer frente al
reto de la lucha contra la pobreza en el mundo. Otro aumento importante es
el presupuesto de la Agencia Española de Cooperación, que es el órgano
encargado por la administración pública española de la cooperación sobre el
terreno.
-¿Por qué es necesario el aumento presupuestario de la Agencia Española
de Cooperación?
-Tenemos una Agencia de Cooperación muy débil: si aumentáramos los
presupuestos como deberíamos para hacer frente a los compromisos españoles
internacionales de lucha contra la pobreza, la Agencia se bloquearía por
falta de capacidad de gestión. Hay que dotarla de más personal técnico,
porque el que tiene está completamente saturado simplemente con el
seguimiento burocrático de las subvenciones que concede. En segundo lugar
hay que dotar a la Agencia de personal retribuido en todas las disciplinas,
porque tradicionalmente este organismo ha sido un espacio de destino para el
cuerpo diplomático. En España tenemos ya muchos profesionales expertos en
cooperación que pueden hacer un servicio muy importante a esa Agencia
reformada, que sea capaz realmente de trabajar sobre grandes programas y
dejar de ser una especie de agencia del exterior pseudocaritativa con buenas
intenciones, otorgando subvenciones que al fin y al cabo lo que están
gestionando son fondos de miseria.
-La gente tiene el convencimiento de que el dinero de cooperación lo
gestionan las ONG...
-Lo que van a gestionar las ONG de esa cantidad total, que son 2.400
millones de euros, es un 12% nada más. Todavía este Gobierno no ha resuelto
lo que para nosotros es la debilidad más fuerte de nuestra cooperación. Y es
que existe una especie de dispersión importante entre lo que gestiona el
Ministerio de Economía y lo que gestiona el Ministerio de Exteriores.
Economía se encarga directamente del 40-45% del total de los fondos. Para
nosotros no es problema de gestión, sino que no encontramos en el Ministerio
compromisos serios de lucha contra la pobreza.
-¿Por qué siguen existiendo los créditos FAD (ligados a que el país
receptor utilice el dinero que le damos para adquirir bienes o servicios a
empresas españolas determinadas)?
-(Silencio) Es una pregunta interesante que se le podría hacer al
Presidente del Gobierno. Según el decreto ley de su regulación
inicial, estos créditos deberían contribuir a la lucha contra la pobreza en
los países empobrecidos y también a los intereses de la internacionalización
de la empresa española. Los análisis que se han hecho a lo largo de estos
casi 30 años de funcionamiento del FAD, muestran que no ha cumplido con
eficacia ninguno de los dos objetivos. Estos préstamos no han seguido una
política coherente porque en España hay una serie de leyes que determinan
cuáles son los países prioritarios para nuestra actuación en cooperación, y
los créditos FAD se otorgaban por cantidades millonarias a países que no
estaban en esos listados, como China. Esto nos ha preocupado enormemente,
así como una tendencia reciente que ha sido aplicar créditos FAD en estas
condiciones de ayuda ligada a países en situaciones de catástrofes o
emergencias, como Afganistán, Irán después del terremoto o Irak. Son casos
sangrantes porque en situaciones de desastre parece que España aprovecha las
posibilidades de conceder préstamos para garantizar la venta de productos
españoles a determinados gobiernos. ∆