TEMA DEL MES -
GUERRA FRIA ASIATICA
"EE.UU. descarta por ahora la opción
militar contra Corea del Norte porque este país dispone de armas
para causar centenares de miles de muertos. Irak carece de esos
medios"
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Corea del Norte ha irrumpido con
una provocación en la escena política norteamericana, robando protagonismo
al conflicto iraquí. Ante esta doble amenaza -Corea del Norte e Irak-, el
presidente Bush no ha reaccionado de la misma manera a pesar de que ambos
países poseen armas de destrucción masiva.
Hablamos del tema con un experto en política internacional, el periodista
Felipe Sahagún.
-¿Por qué EE.UU. abre una vía urgente de diálogo con Corea -a
pesar de su actitud- y con Irak sigue justificando el empleo de la fuerza?
-La necesidad, la historia y los intereses explican las respuestas
diferentes que se están dando a la crisis iraquí y a la de Corea del Norte a
pesar de que ambos países, junto con Irán, forman parte del llamado "eje del
mal" de George Bush. Los EE.UU. descartan por ahora la opción militar contra
Corea del Norte porque este país dispone de armas para causar centenares de
miles de muertos; Irak carece de esos medios. Corea del Norte aceptó en el
94 la congelación de su programa nuclear militar y respetó durante años el
compromiso hasta que los EE.UU. incumplieron su parte del acuerdo; Irak no
ha respetado ni cumplido nunca los acuerdos firmados tras la guerra de
Kuwait. Sobre Irak pesan más de 60 resoluciones de la ONU, la mitad de ellas
de obligado cumplimiento por el capítulo VII de la Carta de la ONU; Corea
del Norte, a pesar de lo que se diga, está libre de esos compromisos
legales. Saddam tiene armas de destrucción masiva, las ha utilizado ya
contra su pueblo y contra Irán, y ha amenazado repetidamente con volver a
utilizarlas. Corea del Norte, en opinión de la mayor parte de los
observadores, se ha hecho con armas de destrucción masiva exclusivamente
para equilibrar la presión militar de 37.000 soldados estadounidenses con
armas nucleares al otro lado de la zona desmilitarizada de Panmunjon y para
conseguir divisa fuerte. Irak las quiere para atacar y como trampolín para
la hegemonía regional; Corea del Norte, para dar de comer a su pueblo y para
arrancar de Washington un tratado de paz que ponga fin definitivamente a las
hostilidades abiertas en 1950. Sobre Corea del Norte, aunque quisiera, los
EE.UU. tienen escasos medios de presión y están condenados a contar con
Corea del Sur, China y Rusia, que se oponen a la opción militar; sobre Irak,
tras diez años de embargo, los EE.UU. tienen medios más que suficientes para
poner fin al tirano con medios militares. Finalmente, como es obvio, Corea
del Norte no tiene petróleo, mientras en Irak están las segundas reservas
del planeta, después de las saudíes.
-¿Por qué Corea del Norte es incluida en el famoso "eje del mal" y Bush
rompe de la noche a la mañana el diálogo con aquel país, estropeando la
labor diplomática hecha hasta ahora por sus predecesores?
-El concepto del "eje del mal" lo copió de un discurso de Franklin D.
Roosevelt un asesor de Bush que ya ha sido despedido y fue aceptado con
entusiasmo a comienzos de 2002 por Condolezza Rice porque se ajustaba como
anillo al dedo a la doctrina de seguridad emergente, en proceso de
definición, del nuevo Gobierno estadounidense. Para Corea del Norte fue la
prueba definitiva de que Bush estaba rompiendo el pacto firmado con Clinton
en el 94 y respondió en consecuencia. Tras las represalias norcoreanas desde
octubre, la Administración Bush ha tenido que modificar su actitud hacia
Corea del Norte y hoy está embarcada de nuevo en un proceso de diálogo.
-¿Qué consecuencias ves tú que puede tener este hecho en la zona? Algunos
empiezan a hablar de una nueva guerra fría asiática.
-No tiene sentido hablar de nueva guerra fría asiática porque la guerra
fría en Asia nunca terminó. Los tres muros más representativos de esa guerra
fría siempre han sido Vietnam, Corea y la tensión entre las dos Chinas.
Aunque Vietnam y los EE.UU. hayan restablecido relaciones, la tensión sigue
siendo alta. En Corea el miedo a que el régimen del norte se derrumbe e
inunde con millones de refugiados Corea del Sur y la zona fronteriza china,
preocupa mucho más que el riesgo de un ataque de un régimen arruinado y
totalmente aislado. En cuanto al conflicto entre Beijing y Taipei, es como
el río Guadiana que aparece y desaparece según las circunstancias, pero la
República Popular, tras recuperar Hongkong y Macao, ha dejado claro que
considera la recuperación de Taiwán su máxima aspiración nacional. Si los
EE.UU., garante principal de la independencia de Taiwán, perdieran la
batalla diplomática con Corea del Norte y si Corea del Norte se consolidara
como potencia nuclear, China se sentiría mucho más incentivada para
recuperar por la fuerza Taiwán, y Japón difícilmente podría continuar la
desnuclearización que mantiene desde la segunda guerra mundial. En estas
condiciones, yo creo que el desenlace del conflicto norcoreano será decisivo
para la estabilidad de todo el continente asiático. A medio y largo plazo,
es tan importante como la solución final del problema de Cachemira entre
India y Pakistán.
-¿Cuál es la postura de China en este conflicto?
-Como he dicho anteriormente, China teme una estampida de refugiados de
Corea del Norte si hay una guerra, y la nuclearización de Japón si Corea del
Norte no se desarma. De ahí su interés en apoyar a los EE.UU. en una
solución diplomática y en su oposición al uso de la fuerza.
-¿Cómo se puede solucionar una crisis de este tipo cuando ambos países
han incumplido sus compromisos anteriores?
-Respetando los compromisos adquiridos y aceptando sistemas de
comprobación o de verificación de los acuerdos, de modo que ninguna de las
partes pueda, como sucedió a finales de los 90 y tras la llegada de Bush a
la Casa Blanca, volverse atrás en los pactos en vigor. ∆ |