TEMA DEL MES - COLOMBIA. En estado de
excepción.
Foto: L.G.
"No se tocan en ningún momento las condiciones que generan la
guerra, por lo tanto, no se pueden crear condiciones para que haya
paz"
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Las elecciones del pasado mayo en
Colombia dieron como ganador a Alvaro Uribe Vélez, que sustituye al
presidente Pastrana en el cargo. El nuevo presidente colombiano se ha
presentado con una imagen liberal que vendió a sus electores y que al
parecer nada tiene ver con la realidad de su trayectoria ultraderechista y
sus vínculos con los paramilitares.
Javier Arjona trabaja en varios grupos de solidaridad como COSAL y Sodepaz
(Asturias). Ha viajado por varios países de Latinoamérica y conoce a fondo
sus entresijos políticos y sociales, sobre los cuales ha publicado varios
libros y artículos. Hemos querido conocer su visión sobre Colombia y su área
de influencia.
-¿Cuál es tu vínculo con Colombia?
-Hago un trabajo de acompañamiento con movimientos populares de
Colombia, particularmente y recientemente a través de Javier Orozco,
(exiliado colombiano, expresidente del sindicato de trabajadores de la
Reforma Agraria), con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), sindicatos
campesinos, movimientos de derechos humanos, a través de Sodepaz Asturias.
-¿Cómo ves la elección de Alvaro Uribe Vélez como presidente?
-Desde aquí, desde la distancia y a pesar de la distancia, nos han
llegado ecos de que de liberal tiene lo que fue, miembro del partido
liberal, porque todo lo demás es bastante de extrema derecha, en cuanto a la
ideología y en cuanto a la práctica. Vélez tiene unos antecedentes bastante
sangrientos, con responsabilidades muy concretas en la creación del
paramilitarismo en Antioquía. Hay tres libritos del Nunca Más, sobre la
investigación que se está haciendo sobre la violación de los derechos
humanos y este señor está señalado en varios capítulos. Y todo esto se
sabía. Quiero decir, que si se ha conseguido vender otra imagen fuera de
Colombia, lo cierto es que los antecedentes de este señor que ahora va a ser
presidente de Colombia, son muy negros. Por lo tanto auguramos malos tiempos
para la población colombiana que tenga que soportarlo.
-Muchos comentaristas dicen que Pastrana ha dejado sumida a Colombia en
una situación peor a cuando él entró como presidente.
-Se sabe últimamente que Pastrana llegó al gobierno con un proyecto
supuestamente de conversaciones de paz, y eso le hizo tener algunos votos
más que su contrincante. Pero está demostrado que todo estaba muy
planificado, hasta dónde se llegó en esas conversaciones, en qué momento se
decidió romperlas para seguir creando unas condiciones políticas muy
beligerantes que propiciaran, además, que en las elecciones ganara la opción
que decía lo contrario. Es decir, mucha más guerra, mucha más intervención
extranjera etc. No es nada casual, estaba planificado que en estos momentos
ganase Uribe Vélez.
-Las presiones sobre Pastrana le dejaban poco margen de negociación, y no
se podía entrar en profundidades de reforma...
-Sí, insisto, eso es visto desde fuera. Han sido tres años de
conversaciones interrumpidas, de hablar mientras seguía existiendo guerra. Y
sigue existiendo mucha más guerra después de que se rompió, sin que en
ningún momento se toque el tema central de por qué sigue habiendo guerra en
Colombia desde hace tantísimo tiempo. No se tocan en ningún momento las
condiciones que generan la guerra, por lo tanto, no se pueden crear
condiciones para que haya paz. No fue la otra parte la que rompió las
conversaciones, aunque aquí se nos haya presentado de otra manera, sino que
fue en un momento dado, muy concreto, en que Pastrana unilateralmente decide
romper esas conversaciones.
-A principio de este año parecía inminente una intervención militar de
EE.UU en este país y aún no se ha producido.
-Alguna gente dice que sí, que ya hay intervención. Estados Unidos
acaba de aprobar otros 98 millones de dólares más para proteger un
oleoducto, o sea, para proteger directamente intereses de sus
multinacionales. La presencia de Estados Unidos, las bases militares, los
asesores, en el Plan Colombia y en el enorme financiamiento para la guerra,
en la venta de helicópteros y demás, es muy abundante. No se puede decir
intervención solamente cuando hay soldados que no son latinos, la historia
demuestra que no es así. Nosotros creemos que esa intervención ya se está
produciendo. El problema es que el presidente que va a ocupar ahora el
cargo, está propugnando que haya más intervención todavía. Otra cosa es que
los Estados Unidos se impliquen más o no.
-También la guerrilla ha empezado a actuar sistemáticamente en las
ciudades ¿Eso irá en aumento?
-Parece que es inevitable. Cuando hay unas conversaciones de paz en
medio de la guerra, eso obliga a tener un poco más de cuidado. Sin embargo
esas negociaciones se rompen y se tiene una actitud más beligerante a nivel
internacional. La presencia de Pastrana, en el foro de Madrid, en la cumbre
de jefes de estado de América Latina y de la Unión Europea fue una forma de
decir 'con los que yo ayer hablaba ahora son malos, pero ayer estaba todo el
día hablando con ellos'. Ese cambio de actitud propicia que haya más guerra.
La paz no se crea por sí sola.
-¿Crees que el Plan Colombia tiene algo que ver con el golpe de estado
fallido que hubo recientemente en Venezuela?
-Es que todo el Plan Colombia como diseño de guerra no es sólo para
Colombia y para más intervención, sino que es para toda la zona. Este plan
tenía como segunda opción desestabilizar a Venezuela, quitarla de en medio
porque no comparte esa guerra en el entorno.
/ L.G. |