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LIBRE Y CREADOR, A PESAR DE TODO

AGUSTIN IBARROLA
 ARTISTA VASCO

Agustín Ibarrola. Artista vasco.

La vida de este artista multidisciplinar no ha sido precisamente un jardín de rosas. Por expresar sus convicciones y ser consecuente con ellas ha tenido que pagar con la cárcel, con el acoso y con la incomprensión. Hoy, vive sabiendo que está en el punto de mira de ETA.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El artista es la búsqueda de la libertad"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


"Cuando vemos la televisión, la prensa, los grandes medios de comunicación, uno se da cuenta que están dirigidos a atontar a la gente"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


"¿Por qué pinto yo un bosque? Porque es un acto de rebeldía contra todas las imposiciones históricas"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Los cubos de la memoria", obra de Ibarrola en la villa de Llanes (Asturias)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El hombre es curioso, y se descubre en la medida que tiene curiosidad para descubrir lo que le rodea"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El hecho de vivir con una escolta a uno le asegura la vida, pero te quita la libertad"

Texto y fotos: Lupercio González

Hoy día Agustín Ibarrola Goico-echea vive en una casa en el valle de Oma (Bilbao), rodeado de naturaleza por todas partes. Allí nos recibió, a la puerta de su casa, junto a su escolta, y nos abrió las puertas de su vida y de su corazón. Afirma que quiere sentirse libre como los pájaros, aunque esa libertad sea vigilada. Su casa ha sido apedreada y pintada, y muchas de sus obras han sufrido agresiones de todo tipo, obra de aquellos radicales que no soportan que hayan otros vascos diferentes a ellos.

-Un artista ¿es un ser de otra galaxia?
-
No, creo que es más bien el mundo de la política. En España la política que se está haciendo desde los "estados mayores" pertenece a la galaxia profesional de los políticos, y no tiene demasiada relación con los diferentes campos de la actividad social del país. Sucede que, uno se ha dejado parte de su vida, de su libertad, de su familia, de la libertad de su familia, en las cárceles, y que esa lucha por la libertad, por poder expresarse y votar, en definitiva, le obliga a uno a ser riguroso y crítico con el tipo de libertades democráticas en general que hay en España, y, con la ausencia real de democracia y de libertad que tenemos en Euskadi.

-¿Ser vasco es una cuestión que te condiciona?
-
Creo que sí, aunque yo trato de ganar libertad. El hecho de vivir con una escolta, o con la Ertzaintza dando vueltas vigilando por el valle donde vivo y a cualquier hora del día y de la noche, eso, a uno le asegura la vida, pero te quita la libertad, esa sensación de sentirme libre y con intimidad. Al asegurar mi vida, de alguna manera, me hacen notar que corro peligro.

-Como víctima de los acontecimientos del País Vasco ¿qué visión global podrías darnos?
-La idea global es que el nacionalismo ha instaurado un régimen que no admite el pluralismo de la sociedad vasca, que tienen un proyecto único, aunque sea compartido por diferentes formaciones políticas desde ETA hasta el PNV. Ellos quieren llegar a conformar una sociedad exclusivamente nacionalista, y lo intentan por todos los medios y se benefician los unos de los otros. Aquí hay personas que hemos movido el árbol para la libertad y la democracia, pero otros han recogido las libertades para beneficiarse exclusivamente ellos de este lugar concreto en donde vivo, donde tengo mis sentimientos, donde tengo mi infancia, donde tengo la mayor parte de mis experiencias vitales como persona, pero también como creador.

-Has hecho declaraciones tales como: "El nacionalismo es una ideología excluyente y protectora del terrorismo".
-
Sí, es así. No vale que disimulen diciendo que los fines son los mismos, pero que los métodos los diferencian. Cada vez que han detenido a personas que han asesinado, han estado dedicando medios institucionales expresos para ayudar a las familias de los asesinos en las cárceles, y a ellos mismos. Mientras, las víctimas estaban siendo terriblemente ignoradas. Incluso, cuando esta gente ha regresado de las cárceles por asesinar, les han hecho homenajes públicos en los ayuntamientos, con la colaboración de todo el ámbito nacionalista. Realmente ETA existe porque existe la madre ideológica, y la madre ideológica es el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Ha habido un momento en los que han llegado a acuerdos. Los acuerdos de Estella eran con los terroristas. Ahora quieren a través de diferente etapas y buscando la máxima colaboración de todo el abanico nacionalista, un paso al independentismo. Quieren hacer ver que realmente ellos desean dar ese paso por una independencia pacífica. Pero ¿cómo pueden hacer una independencia pacífica dejándole a la mitad de la población vasca unos muertos, otros fuera del País Vasco y otros no siendo considerados personas civiles? Porque aquí en el País Vasco la independencia significa que no van a construir un mundo democrático, sino un régimen nacionalista autoritario contra la mitad de la población que no sea nacionalista. No cabe pensar que la gente se va a conformar con toda esta situación que estamos viviendo. Son situaciones verdaderamente extremas.

-La solución posible a eso ¿cuál sería?
-
Pues, que la izquierda tendría que estar en toda España. La verdad es que los vascos nos sentimos sacrificados. Somos el lugar donde las dos grandes fuerzas políticas españolas, ganan o pierden votos. La derecha busca el centro y la izquierda también, y ya no se sabe quien es exactamente quien. Pero sobre la base de lo que está pasando en el País Vasco, se montan las estrategias de los dos grandes partidos. Veo a una parte de la izquierda siendo víctima. Incluso nos están matando a gente, unos del PSOE, otros del PP y otros independientes. Votamos a veces a una izquierda que tienes que hacer el esfuerzo para saber qué tiene de izquierda. Y tienes tus amistades ahí, pero siendo consciente de que esto es un matadero, porque en el conjunto de España no se hace grandes cosas por nosotros desde las grandes fuerzas políticas. Tanto la gente de ámbitos de izquierdas y de derechas están reconociendo a quienes estamos dando la cara por la libertad y la democracia en este país.

-¿Qué piensas de la globalización del mundo?
-
La idea que tengo no deja de ser optimista, porque frente a la globalización de los grandes intereses, hay otro tipo de globalización en marcha, o de internacionalismo, que se perdió con la desaparición de la guerra fría y de dos grandes potencias repartiéndose el mundo. La globalización no es exclusiva de EE.UU, es algo que pertenece a los grandes intereses de la economía, de la política y con una visión globalizadora sobre la cultura, sobre el arte. El Guggenheim no es más que una pequeña muestra de la existencia de esa globalización surgida en EE.UU, al calor luego de las diferentes instituciones de gobierno que hay internacionalmente. Pero esa globalización, aunque no hayan alternativas definidas, tiene como contrapunto las grandes movilizaciones que se están haciendo en muy diversos países y no sólo de Europa. Y eso irá creciendo. Irá creciendo la conciencia, porque ya no es posible que el mundo esté bajo la decisión de unos cuantos señores. El mundo tiene que ser algo dirigido de una manera compartida, con representantes elegidos democráticamente en los diferentes países, que puedan jugar ese papel de intervención en el reparto de la economía y en la estructuración de bases democráticas para todos los pueblos de la tierra.

-A estas alturas del siglo XXI ¿vamos hacia una evolución, hacia una involución...? ¿Hacia dónde va la humanidad?
-
Esa es la historia precisamente del ser humano, el cual ha tenido mucha capacidad de construcción de sí mismo como persona. Los Derechos Humanos hacen referencia al individuo, a esa cosa que debe ser respetada en lo más profundo; cada persona es igual a la otra, no puede haber ninguna que se atribuya la potestad de ser superior en ninguno de los campos. Las personas deben de tener las mismas posibilidades de alcanzar su plenitud individual. No debe haber barreras, fronteras, y sin embargo, desde hace muchos miles de años el hombre ha asistido a esa capacidad que han tenido otros hombres para dirigirlos, esclavizarlos, explotarlos, o matarlos en las diferentes guerras que han establecido para la defensa de sus intereses particulares y no en la defensa del bien común de la humanidad como a veces se pretende. Hay que abrir la mente de la gente, hacerles más conscientes. Cuando vemos la televisión, la prensa, los grandes medios de comunicación, uno se da cuenta que están dirigidos a atontar a la gente, no a darle conciencia de cuáles son sus posibilidades individuales reales para construir su vida, y para relacionarse con los demás en una construcción más general, más colectiva y más humana para todos.

-Sobre tu obra: "Los cubos de la memoria", en el puerto de Llanes (Asturias), decías que es una obra poderosa. ¿Qué te ha supuesto como reto artístico?
-
Los cubos de hormigón del puerto de Llanes, los he sentido como un escenario libre, virgen; y que yo sepa, no trabajado por ningún artista en el mundo. En un principio me llevaron allí a ver si podía hacer algo, conscientes de que lo que iba a hacer en la naturaleza tendría trascendencia, como han sido en general mis trabajos. El simple hecho de que me diesen toda la libertad para hacer lo que yo entendiese, creo que me ha hecho crecer mucho. Al encontrarme con aquella realidad física donde yo iba a crear realmente, esa naturaleza me ha pedido que yo vaya mucho más allá de los trabajos ordinarios que uno hace. Uno hace monumentos grandes, esculturas pequeñas, pinturas, grabados, serigrafías, pero siempre pensando en que esto es como un gran ejercicio para la gran obra que a veces llega, y en el caso de Llanes ha llegado la gran obra. Los cubos de Llanes tienen formas y conjunto de formas. No sólo cada cubo es un cubo con seis caras, es que hay multitud de relaciones entre los diferentes cubos. Son montañas huecas las que crean los cubos, para apoderarse de la fuerza del mar y neutralizarla.

-¿Tus obras son un producto de un proceso mental, de una sensación, de una emoción...?
-
De una educación profesional. Ese proceso mental viene de que yo, desde el año cincuenta y tantos, formé parte de una de las vanguardias de posguerra. El equipo del 57 se formó en París, y nos caracterizábamos por la recuperación del espíritu de las vanguardias históricas anteriores, digamos desde el año 12 en adelante. Esas vanguardias querían formar equipos con arquitectos, con médicos, con pintores, con escultores, con todo el mundo, para que se empezase a construir una mentalidad nueva, una visión del artista nueva, con una capacidad de construir viviendas y urbanizaciones enteras con carácter más humano. En aquel momento se estaba produciendo la revolución industrial. Se creía que iba a aparecer un hombre nuevo en condiciones de afrontar la creatividad, como el diseño general de la vida y no sólo de la política, de la sociología. Había una etapa revolucionaria en el mundo, era la globalización, también el internacionalismo de esa conciencia, que luego se ha perdido en una medida. Pero nosotros sobrevivimos por educación a eso. Por eso mi tendencia a trabajar en ámbitos de la naturaleza, a querer poner mis esculturas en urbanizaciones, a ser posible de nuevo cuño, donde exista una colaboración con las autoridades, con los arquitectos... Son cosas por las que uno siente la emoción porque uno se siente con más capacidad de generar imaginación, de generar formas de trabajo que tienes que inventar, que no las conoce de antemano para mejorarlas. Son procesos que están justamente impuestos desde ese otro tipo de realidad, que no es la que tu conoces como oficio artístico.

-¿Te gusta retarte a ti mismo?
-
Si no estaría muerto. A veces mi mujer me dice ¿para qué quieres tanta obra? Pero es que yo al hacer una obra estoy buscando ese escalón de más allá. Es mi modo de vivir. El hombre es curioso, y se descubre en la medida que tiene curiosidad para descubrir lo que le rodea. Entonces empieza a descubrir cualidades suyas que desconocía. Y eso no es potestad sólo de los artistas, es asunto de todos, de cada persona.

-Eres un artista de múltiples disciplinas.
-
Sí, interdisciplinado. Somos artistas con capacidad para asumir cualquier cosa que se nos presente, que tengamos en la imaginación y que podamos realizar. No siempre puedes aprender un oficio, pero hay gente con oficio y con capacidad para interpretar lo que tú les dices. El artista no necesita conocer cien oficios. Los hay. Hay gente muy buena y con mucha sensibilidad. En las fábricas donde se hacen mis esculturas de hierro, me he encontrado con gente con una capacidad tal, que no tienes que repetirles las cosas; te las cazan al vuelo y entran realmente en tu mundo.

-¿Crees que en determinados momentos de la vida el pasado pesa sobre el futuro de una forma inevitable?
-
Como artista, tendría la tentación de decir que en parte sí. Porque la lucha es desembarazarte de lo que conoces y de lo que han hecho los demás, para hacer lo que los buenos ejemplos nos demuestran, que han producido saltos en el conocimiento y en la expresión artística. Sí creo que pesa, y además no siempre pesa negativamente. En estas montañas cerca de mi casa, hay cuevas que estuvieron habitadas hace treinta mil años, y yo me acerco a ellas, y desde el mundo de la globalización yo voy allí y las cosas están muy parecidas a como estaban hace treinta mil años. Hay pinturas. ¿Por qué pinto yo un bosque? Porque es un acto de rebeldía contra todas las imposiciones históricas. Pienso que si ellos pintaban dentro de las cavernas, es que alineaban piedras y pintaban también en el exterior. ¿Qué me está impidiendo a mí hacer lo que hace treinta mil años podían hacer como actitud creativa y de comunicación con otras partes? Porque cuando pintaban esto lo hacían para comunicarse con el cielo, con las estrellas, con las estaciones, con las demás gentes, y era un mundo ritualizado. Un mundo donde la naturaleza era un gran personaje porque vivían de ella. Reflexionar esto no es gratuito. A uno lo convierte en libre para utilizar los materiales y utilizar cosas que a lo largo de la historia han sido actividades importantes para la relación humana. Entonces ¿por qué tener cortapisas? El artista es la búsqueda de la libertad, de expresarse cada vez con más libertad, porque el artista sabe que al hacerlo se está construyendo con más capacidad que la que tenía en otro tiempo.

-¿Eres un soñador?
-
Sí, aunque Mariluz, mi mujer, sí que es una soñadora. Ella también fue artista. De vez en cuando me dice: "baja de la higuera". Yo creo que piso la tierra firme que no han pisado otros. Hay tierra firme dentro de mi pensamiento y de mi creatividad. El amor es muy importante para vivir, para ser persona. Yo he tenido la suerte de conocer a Mariluz. A los dieciocho años nos conocimos y ese amor se ha afirmado en esa profundidad a lo largo de la vida. Nos ha tocado luchar mucho para sobrevivir. Cuando yo he estado preso, o en la clandestinidad, a ella le ha tocado sacar la familia adelante y mi obra. Mariluz no ha permitido jamás que mi obra se clandestinice o permanezca escondida. Ella me decía: tú eres un artista, un hombre público, pues a la calle.

-¿Has preferido vivir en el campo, en plena naturaleza, que en la ciudad?
-
Sí, he tenido una tendencia a buscar la naturaleza para trabajar. Yo soy gente de posguerra, un niño de posguerra. A los once años fui a trabajar en un caserío en Orozco, las dueñas eran mujeres y yo el único hombre, y tuve que asumir trabajos de hombre, los cuales me han marcado mucho. Es terrible como te arrastra la tierra, porque sabes lo que te da. Mis primeras pinturas eran en ladrillos, en las rocas. Los domingos me daban un par de horas libres y como no podía ir a ningún sitio, me iba a una montaña y dibujaba en las rocas, pues animales o lo que se me ocurría. El mundo de las pinturas rupestres ejercieron un poder terrible en mí cuando las vi por primera vez. Trabajé con un grupo de espeleólogos, justamente en Santimamiñe.

-¿El futuro o la riqueza de la humanidad está en el mestizaje?
-
Sin la menor duda. ¿Quién de nosotros no es producto del mestizaje? Hemos estado desplazándonos de pueblo a pueblo, de región a región. Sí, somos producto del mestizaje desde hace muchos miles de años. Tener ideas sobre purismos étnicos, purismos lingüísticos, son tonterías. Hasta la Real Academia Española está enriqueciendo el castellano introduciendo conceptos lingüísticos de toda América, del sur y del norte, y de otras zonas. Hoy el castellano es un idioma impresionante y no sabes tú lo que emociona el encontrarte en algunos países de América del sur o del norte y hablar con indios que te hablan un castellano perfecto.
Muchas cosas se me quedan en el tintero de esta entrevista, que más que una entrevista ha sido una charla amena y sincera. Conocer a Ibarrola es conocer al hombre, es conocer la semilla de ese hombre libre y creador que todos llevamos dentro. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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