TEMA DEL MES - LA PILDORA DEL DIA
DESPUES
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"Habría que considerar a la píldora
del día después como un tratamiento más de las prestaciones
de Planificación Familiar que, como tales, están incluidas en el
sistema sanitario público"
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Desde el
día 11 de mayo, España ha pasado a engrosar la lista de 25 países que
desde hace tiempo distribuyen la "píldora del día después".
La Ley del Medicamento en su art. 88 obliga a dispensar todos los
medicamentos que se pidan con una receta, y la Constitución garantiza el
acceso a los mismos a todo ciudadano sin distinción de sexo, raza o
religión. Pero la Iglesia, a través de la Conferencia Episcopal, ha
lanzado una especie de contracampaña para que, amparándose en la objeción
de conciencia, médicos, farmacéuticos y empresas distribuidoras, se
nieguen a suministrarla. Toda esta polémica parece relegar la información
a un segundo plano.
Emilia Fernández, coordinadora de los Centros Jóvenes de la Federación
Española de Planificación Familiar, nos amplía los datos sobre este
fármaco y sus propiedades.
-Nos puedes explicar exactamente en qué consiste la
"píldora del día después"?
-A mí no me gusta llamarla así porque induce a confusión. No se trata
de una sola píldora y no es un tratamiento que sólo sirva para las 24
horas siguientes, sino que tiene un plazo de 72 horas. Sería por tanto la
"píldora de los tres días siguientes". Se trata de un
tratamiento hormonal, que ya se venía utilizando con una combinación de
fármacos que lo que conseguía era alterar la capa interna del útero para
impedir la posible implantación de un óvulo fecundado. Eso era lo que se
venía utilizando hasta ahora. Lo que en este momento provoca este debate es
que se va a comercializar y en vez de emplearse dos hormonas se emplea una.
Parece que esta nueva pauta disminuye los efectos secundarios y en ese
sentido será más positiva para la salud de todas las mujeres que la
utilicen.
-Si, como comentas, hasta ahora ya se conseguían los mismos efectos
con otros fármacos, ¿por qué ha saltado la polémica?
-No lo sé. Esta pregunta no sé a quién habría que hacérsela. La
primera sorprendida soy yo. Este tratamiento se venía desarrollando en
España desde hace años y, fuera de nuestras fronteras, desde hace mucho
más tiempo. Quizá hayan tenido mucho que ver en ello las declaraciones de
la Conferencia Episcopal Española declarándola método abortivo.
-Cierto. Mientras la Conferencia Episcopal declaraba a esta píldora
un "instrumento de muerte" y "crimen abominable", la
Organización Mundial de la Salud a través de sus informes, no la
consideraba un método abortivo.
-Exacto. Yo diría ahí dos cosas. Una, que claramente no es un método
abortivo. Prestigiosos organismos internacionales así lo han demostrado. Y
por otro lado, que el Parlamento Alemán en 1976 -quizá adelantándose a la
polémica-, demostró y luego sacó una ley que decía que todos aquellos
métodos que actuaran antes de la implantación, no se consideraban métodos
abortivos. Aquí sin embargo, 25 años después seguimos con el mismo debate
que no se explica, salvo que haya determinados sectores que por sus
creencias ético-morales-religiosas entienda -bajo su criterio- que éste es
un método abortivo. Yo creo que no se pueden confundir los criterios
éticos y morales con los legales. Está muy bien el actuar según la
conciencia de cada uno, pero también tengo claro que cuando se trata de
legislar o de sacar un producto farmacéutico al mercado hay que hacerlo
para todo el mundo que vive en este país. Al final, cada uno deberá actuar
según su conciencia.
-Desde esos sectores reaccionarios también se ha instado a médicos y
farmacéuticos a que se nieguen a suministrar este medicamento.
-Claro. Y eso choca un poco con los derechos de cualquier ciudadano a
recibir el tratamiento que crea conveniente. Si hay una persona, insisto,
que por criterios morales decide no utilizar el tratamiento, es dueña de no
hacerlo. Pero el sistema público sanitario tiene que garantizar el acceso
libre a este medicamento a todo el mundo que quiera.
-Algunos ginecólogos se han quejado del elevado precio de la
"píldora del día después" (3.191 pts.) Andalucía es la única
Comunidad Autónoma que se ha comprometido a suministrarla gratuitamente.
¿Crees que este fármaco debería estar financiado por la Seguridad Social?
-Sí, habría que considerarlo como un tratamiento más de las
prestaciones de Planificación Familiar que, como tales, están incluidas en
el sistema sanitario público. A mí el precio me parece desorbitado y
abusivo. Para que te hagas una idea, en nuestros centros del Programa Joven
de la Federación de Planificación Familiar, veníamos dando gratuitamente
el tratamiento con la composición anterior; y comprado en la farmacia, es
decir ya comercializado, nos costaba 80 pts. Ahora eso mismo cuesta 3.191
pts., un elevado precio que va a hacer imposible que podamos asumir su
financiación y gratuidad. Con todo esto, que cada uno saque sus propias
conclusiones.
-Por último, ¿crees que el acceso a este fármaco tendrá alguna
incidencia en el nivel de abortos actuales?
-Puede tener influencia en la medida en que cuanta más población
conozca el recurso del tratamiento de emergencia, esté en situación de
riesgo y recurra a él, disminuirán las cifras de interrupción de
embarazo. Aunque no hay que entender que el tratamiento de emergencia sea la
panacea para terminar ni con los embarazos no deseados, ni con otros riesgos
como puede ser la transmisión del virus del Sida. Y ahí entramos de lleno
en otro tema que es donde realmente se deberían de cargar las tintas. Me
refiero a que en estos momentos no se están impartiendo clases de
educación sexual en los centros de educación, cuando la LOGSE así lo
contempla. Esto sí evitaría mucho los embarazos no deseados y los riesgos
que van asociados a ello. Este tratamiento no es más que un parche en una
situación límite. Lo ideal es no llegar aquí y tener las cosas claras
antes. ∆
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