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Catástrofes: la mano del hombre
Foto: Jose M. López

 

CATASTROFES
LA MANO DEL HOMBRE

Las catástrofes naturales se multiplican año tras año. A pesar de los avances tecnológicos, hasta la fecha aún es imposible predecir sus riesgos o evitar sus consecuencias. En 1999 murieron 75.000 personas en el mundo por estas causas y se contabilizaron 22 billones de pesetas en pérdidas. El origen -según los expertos- se encuentra en el calentamiento de la Tierra. Todas las investigaciones realizadas señalan al hombre como directo responsable de este cambio climático de mortales consecuencias.

Texto: Mariló Hidalgo

DESASTRES NATURALES: más fuertes y más frecuentes

"Esto es un desastre nacional", comentaba el ministro jefe del Estado indio de Bengala Occidental, Jyoti Basu, hace unas semanas, refiriéndose a las lluvias caídas en la región. Más de cuatrocientas personas han muerto en la India y más de quince millones han quedado sin hogar. En esta ocasión las lluvias monzónicas, que durante seis días cayeron en la zona, fueron las más fuertes registradas desde hace treinta años. Arrasaron poblaciones enteras, miles de cabezas de ganado, destrozaron cultivos y cosechas, y han dejado a un gran número de población incomunicada y pendiente de la ayuda humanitaria. Las pérdidas se contabilizan en miles de millones de dólares.
Una vez más organismos de ayuda humanitaria y ONG han puesto manos a la obra y han iniciado una operación de ayuda internacional al pueblo indio. ¿Esto se podría haber evitado?

En tiempos pasados la vida en la tierra variaba pero lo hacía a lo largo de mucho tiempo, el necesario para que las especies se acoplasen o emigrasen hacia otros lugares.
Foto: Jesús Domínguez

Ocurre cada año. Las lluvias monzónicas producen corrimientos de tierra que llegan a los ríos y alteran sus cauces; como consecuencia se producen las esperadas inundaciones. China y Bangladesh son las dos naciones más afectadas por estas catástrofes. "En el pasado -señalan Geoffrey Lean y Don Hinrichsen en su Atlas del Medio Ambiente- cuando el Himalaya estaba cubierto de árboles, las grandes inundaciones afectaban a Bangladesh solamente una vez cada 50 años; en los años 70 se producían cada cuatro años aproximadamente y su frecuencia ha ido en aumento desde entonces". En la actualidad las inundaciones tienen lugar cada menos tiempo y constituyen uno de los fenómenos más letales entre los desastres naturales, ya que producen el 40% de las víctimas. ¿Existe alguna relación entre el deterioro del medio ambiente y estos desastres?
Thomas E. Homer-Dixon, director del programa de estudios sobre la Paz y Conflictos en la Universidad de Toronto, explica que más de tres mil millones de personas dependen de la agricultura como principal fuente de sustento. A ello hay que añadir que más del 40% de los habitantes del planeta -unos dos mil millones de personas- usan leña, carbón, paja o estiércol de vaca como principal fuente de energía. Pero tanto las tierras de cultivo y los bosques, como el agua de la que dependen el sustento y el bienestar de estos miles de millones de personas, son renovables. A diferencia de los recursos no renovables, como el petróleo y el mineral de hierro, estos recursos se reponen con el tiempo mediante procesos naturales. Si se utilizan con prudencia, como ha ocurrido hasta el siglo pasado, estos recursos mantendrían el nivel de vida indefinidamente. Por desgracia, en la mayoría de las regiones donde las personas dependen en grado elevado de estos recursos, se están agotando o degenerando más deprisa de lo que se renuevan. Además, los países pobres con fuerte deuda externa se ven obligados a vender sus propios recursos medioambientales, sus mejores bosques, sus mejores tierras, abusan de los cultivos para poder exportar y no dejan descansar a la tierra. Talas, incendios y cultivos abusivos empobrecen y desertizan los terrenos. Con todo ello el manto vegetal va desapareciendo, los terrenos quedan desprotegidos y la erosión, corrimientos de tierra y riadas hacen el resto. La tierra fértil es arrastrada hacia los ríos, los desiertos avanzan. Este proceso es continuo precisamente en los países azotados por las inundaciones.

Para la próxima centuria se calculan diez millones de víctimas mortales a causa de los terremotos. En este momento y a pesar de los adelantos, no es posible predecir un terremoto con certeza.
Foto: Gervasio Sánchez

En sólo unos segundos, las casas de Izmit (Turquía) se convirtieron en ataúdes. El terremoto, de una magnitud de 7,4 en la escala Richter, se cobró la vida de cuarenta mil personas. La mayoría de ellas vivían en casas humildes, no preparadas para este tipo de catástrofes, cuando Turquía es un país acostumbrado a los terremotos, ya que está situado sobre la falla del Norte de Anatolia, confluencia de varias placas tectónicas.
Para la próxima centuria se espera que haya 10 millones de víctimas mortales a causa de los terremotos y que tres megaciudades sufran un terremoto en el que morirían más de tres millones de personas.
Existen en todo el planeta zonas de alto riesgo sísmico: entre ellas están los bordes del Mediterráneo, la franja Irán-Pakistán-Afganistán, Asia central, Suramérica, Japón, India, Nueva Zelanda y Norteamérica. Pese a todo, se siguen eligiendo estos lugares como asentamiento humano. Una de las ciudades más peligrosas del planeta, situada en plena falla de San Andrés, es la ciudad de Los Angeles. En este lugar se está esperando desde hace tiempo el Big One -como allí lo denominan-: el superterremoto que indican las estadísticas que aún está por llegar y que será de una intensidad catastrófica.

Más de tres mil millones de personas viven de la agricultura. El 40% de los habitantes del planeta usan leña, carbón o paja como fuente de energía. Si estos recursos se utilizasen con prudencia, mantendrían el nivel de vida indefinidamente.

En estos momentos y a pesar de los adelantos, no es posible predecir un terremoto con certeza. La incongruencia hace que según el Informe sobre Desastres Naturales, cuarenta de las cincuenta ciudades de más rápido crecimiento del mundo, están ubicadas en zonas sísmicas. Tal es así, que muchas compañías de seguros y reaseguros se han negado a concluir polizas de seguro en zonas del Caribe.
El interior de la tierra es fuego, de cuando en cuando se asoma a la superficie a través de los volcanes. La mayoría de estos volcanes se encuentran bajo el mar.... y están vivos.
Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre aparecía la noticia de que la isla de La Palma en las Islas Canarias era geológicamente inestable y que su derrumbamiento bajo el mar provocaría una tsunami de 560 mts. de altura que se trasladaría hacia el oeste a una velocidad de 720 Km. por hora. El grupo de científicos británico que realizó estas declaraciones, apuntaba no sólo a la inestabilidad de la isla, sino también al peligro de una nueva erupción del pico Cumbre Vieja, que ha explotado en alguna ocasión. "Puede pasar en cualquier momento. Dentro de 10 años o 10 décadas", manifestó el doctor Simon Day a la BBC.

Durante la década de los 90, las pérdidas económicas provocadas por los desastres naturales fueron nueve veces mayores que en la década de los 60.
Foto: Jose M. López

Aludes, corrimiento de tierras, tsunamis, sequías... las catástrofes golpean cada vez con más fuerza a los países con índices graves de deforestación, erosión o exceso de cultivo y pastoreo. Y en esto tiene mucho que ver el desarrollo económico de un país con el sufrimiento provocado por los desastres. Los países pobres son los que pagan más caro el calentamiento del planeta por varias cuestiones: las probabilidades de que se desaten fenómenos devastadores son mayores en la zona tropical; también dependen económicamente más de sus recursos naturales, que al final resultan más dañados por el cambio climático; la pobreza y el llamado subdesarrollo producen sociedades más frágiles y vulnerables.
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Media Luna Roja recogen una serie de datos alarmantes en su Informe Mundial sobre Desastres-1999. Durante la década de los 90 -explica-, las pérdidas económicas provocadas por los desastres fueron nueve veces mayores que en la década de los 60. El informe de ambas instituciones atribuye esta cadena de "desgracias" a la explosiva combinación del cambio climático provocado por el hombre y a la rápida transformación de las condiciones socieconómicas. "El clima ha cambiado en los últimos 150 años -informa el científico español Josep Enric Llebot en su trabajo El cambio climático- como consecuencia de las actividades humanas. La temperatura global ha aumentado entre 0,3 y 0,6 grados centígrados desde 1860, ha habido cambios regionales y el nivel del mar ha subido entre 10 y 15 centímetros". Un aumento de temperatura puede hacer por ejemplo, que se derritan los hielos de los polos, los océanos crezcan, se expandan e invadan las líneas del litoral. Como consecuencia, el nivel de las mareas subiría lentamente poniendo en grave peligro a los habitantes de las costas. Esto ha dejado de ser un supuesto y desgraciadamente ya está ocurriendo. A principios de agosto, científicos de Harvard alertaban al mundo del deshielo en áreas del Polo Norte donde habían descubierto la existencia de un lago de dos kilómetros cuadrados en una zona que desde hace 50 millones de años tenía nieves perpetuas. En otros lugares del Polo también se ha comprobado que la capa de hielo ha disminuido su espesor, circunstancia que permite el paso de luz y está produciendo una alteración demasiado rápida en los ecosistemas. De seguir esta progresión se espera que para mediados del próximo siglo el nivel de las mareas haya subido alrededor de 44 centímetros. Esta cuestión no parece importar al hombre, que sigue modificando el paisaje litoral, "conquistando" terreno al mar para edificar a lo largo y ancho de sus costas.

Existen en todo el planeta zonas de alto riesgo sísmico. Pese a todo, se siguen eligiendo estos peligrosos lugares como asentamientos humanos.

Pero si hablamos de aumento de las temperaturas y de la influencia directa de la mano del hombre, tenemos que referirnos al efecto invernadero. Ya no es tema de discusión para ningún científico: el efecto invernadero está produciendo el mayor y más rápido cambio climático en la historia de toda la civilización. En la década de los noventa, trescientos de los mejores especialistas del mundo recogieron en un informe declaraciones como éstas: "Estamos seguros de que las emisiones causadas por la actividad humana están incrementando sustancialmente la concentración atmosférica de los principales gases invernadero". El proceso sería el siguiente: los rayos del sol calientan la superficie del planeta, calor que teóricamente debería ser remitido al espacio. Pero una serie de gases producidos por el hombre y disueltos en el aire -como son el CO2, metano y CFCs- atrapan ese calor a mitad de camino y producen un calentamiento de toda la atmósfera. Se calcula que de aquí al año 2020 la temperatura media del planeta podría ascender a 1,3ºC y para 2070 unos 3ºC. Para que nos hagamos una idea, un incremento de dos grados en la temperatura planetaria produciría temperaturas no registradas desde hace 125.000 años. En tiempos pasados la vida en la Tierra variaba pero lo hacía a lo largo de mucho tiempo, el necesario para que las especies se acoplasen o emigrasen hacia otros lugares. Hoy esto ya no es posible. "En algunas regiones del planeta -subraya Adam Markham en su informe El calentamiento del planeta y el declive de la biodiversidad- para poder sobrevivir, las plantas deberán trasladarse 10 veces más rápido que durante la última glaciación". Considera que muchos vegetales perecerán en el intento.

Los países más pobres son los que pagan más caro el calentamiento del planeta.

El calentamiento global debido al efecto invernadero es ya inevitable: la acumulación de contaminación que ya se ha producido lo garantiza. Lo más que puede hacer el mundo es reducir su ritmo con la esperanza de que resulte controlable. En menos de un siglo el hombre ha conseguido poner en marcha un macabro proceso de degradación de la Madre Tierra, tan sagrada para nuestros antepasados. Hasta hace poco aún podíamos observar su poder regenerador que parecía equilibrar todo lo que caía sobre ella, por grande que fuese. De un tiempo a esta parte parece indicarnos que ha llegado a un cierto grado de saturación que demuestra que nos hemos pasado de la raya. ¿Nos encontramos ante un proceso irreversible? ∆

EMPIEZA LA CUENTA ATRAS

EEUU lo tiene claro y así lo ha manifestado por boca de su presidente: No está dispuesto a cumplir con el protocolo de Kyoto, según el cual los países industrializados deben reducir las emisiones de CO2. De la misma opinión son el resto de países industrializados, entre los que se encuentra el nuestro, que incluso han incrementado sus emisiones desde 1990 por encima de los niveles máximos propuestos como "reducciones paliativas".
Roger Higman, coordinador de campaña de la ONG Amigos de la Tierra, alerta que "el calentamiento climático está afectando a nuestras vidas cada vez más. La producción de alimentos, el suministro de agua, el urbanismo, la salud pública, la prevención de catástrofes y la protección de la naturaleza están en la línea de fuego. Necesitamos urgentemente la intervención de los políticos al más alto nivel para conceder a este problema la prioridad que realmente tiene".
En este mes tendrá lugar otra Cumbre Mundial del Clima que se celebrará en La Haya. Las organizaciones de defensa ambiental se están movilizando para lanzar la primera iniciativa mundial con base en internet para conceder voz a los ciudadanos de todo el mundo que quieran parar el cambio climático.
"La página Web (www.climatevoice.com) -informa la plataforma Ecologistas en Acción- promovida por más de 16 organizaciones ambientales a nivel internacional, tiene como objetivo enviar diez millones de mensajes -un millón por cada año en que los Gobiernos han fracasado en poner soluciones al problema- a los líderes políticos, para pedirles que utilicen la Cumbre de noviembre para reducir las emisiones de gases de invernadero. Los primeros objetivos serán los jefes de Gobierno y los primeros ministros de la Unión Europea". La página está disponible en inglés, alemán y francés. Kevin Jardine, de Greenpeace, comenta en tono de ultimátum que "ha llegado la hora de que los líderes mundiales reconozcan que quienes les votaron depositaron en ellos su confianza para lograr un futuro más limpio y seguro para sus familias. Los ciudadanos quieren ver inmediatamente acciones para combatir el cambio climático. La Cumbre de noviembre, última antes del siglo XXI, es el momento adecuado para que los líderes mundiales demuestren que oyen a los ciudadanos". Ecologistas en Acción ha elaborado un cuadro con una descripción de los principales impactos del cambio climático previsto, si no se toman las medidas de control de las emisiones (ver cuadro adjunto).

Las inundaciones cada vez son más frecuentes y constituyen uno de los fenómenos más letales entre los desastres naturales, ya que producen el 40% de las víctimas.

Mientras unos siguen poniendo sus esfuerzos y esperanzas en la próxima Cumbre del Clima, otros no saben hacia dónde orientar sus propuestas, después de llegar al convencimiento de la falta de capacidad -demostrada hasta la fecha- de los Gobiernos a la hora de gestionar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.
Es curioso que Naciones Unidas haya declarado al decenio de los noventa como la Década Internacional para la Prevención de los Desastres Naturales, cuando en realidad 1999 cerró una de las décadas más trágicas en la historia de la humanidad por los daños derivados de las catástrofes. Más de 75.000 muertos y más de 22 billones de pesetas en pérdidas económicas.
Ecologistas y científicos insisten en que nos encontramos ante una cuenta atrás. ∆

Para más información: Informe Worldwatch Institute: "La situación del mundo". Anuario del Centro de Investigación para la Paz: "Las guerras modernas: Pobreza, recursos, religión".
 www.ecologistasenaccion.org   •  www.climatevoice.com  •  www.tierra.rediris.es/org  (Geólogos del Mundo)
 www.el-mundo.es  (Diario El Mundo) •  www.disaster.info.desastres.net  (Revista para América Latina y Caribe)

 

Cuadro de Ecologistas en Acción sobre los principales impactos del cambio climático previsto.
Ecologistas en Acción

 

GAIA. LA MADRE TIERRA

Los indios de las praderas, los esquimales, las tribus africanas, los mayas, los aborígenes australianos, todos rendían culto a la Madre Tierra. Gracias a ella se desarrollaban las plantas, los animales y era posible la existencia del hombre y su sustento. Para nuestros antepasados estaba claro que la Madre Tierra era un organismo vivo con el que se relacionaban cada día y ello les generaba respeto y responsabilidad, como aparece recogido en sus ritos y leyendas.
Han pasado los años y aquellos principios, para ellos sagrados, se han olvidado. El hombre ha evolucionado tecnológicamente y en su avance ha pisado a la Tierra que le vio nacer. Poco a poco este paraíso en el que vivimos, lleno de montañas, oxígeno, agua, océanos, vegetación, se está convirtiendo en un infierno. Este último siglo ha sido decisivo y devastador. La Tierra parece manifestarse incluso agresiva... ¿qué está pasando? En 1969 aparece un investigador británico llamado James Lovelock que sacude al mundo científico con una atrevida y revolucionaria teoría, GAIA. Según Lovelock, la Tierra es un ser vivo y creador, magníficamente dotado para generar las condiciones medioambientales óptimas para el desarrollo de plantas y animales. Esto supuso un auténtico escándalo, no por la teoría en sí, sino porque era un ataque directo a la legendaria teoría de la evolución de Darwin, que proclamaba justamente lo contrario. La teoría GAIA cayó en el olvido un tiempo hasta que fue recuperada años después por un grupo de científicos, para poder dar explicación al comportamiento del planeta. Entonces se pudo comprobar hasta qué punto había estado trabajando la Madre Tierra: regulando su delicada piel azul, esa franja biológica que ciñe al planeta y que ha enamorado a los astronautas, mediante el intercambio constante de sustancias que equilibran los gases volcados en la atmósfera para que siempre sea respirable y apta para la vida humana. Controlando automáticamente su temperatura corporal, de forma que nunca fuese obstáculo para la existencia de las especies que la habitaban. Ejerciendo de filtro invisible y neutralizador para mantener el nivel de salinidad de sus mares. La Madre Tierra, Gaia, como la llamaban los griegos, esa burbuja azul llena de nubes, con continentes de colores que van desde el blanco al marrón, pasando por el verde, la más bella de todo el sistema solar, está cambiando de rostro. El hombre está dándose cuenta de que las cosas empiezan a estar fuera de su control. Unos, conscientes de la gravedad del problema, se esfuerzan en generar iniciativas que pongan freno a esta crisis. Otros, como los responsables políticos, siguen denominando "catástrofes naturales" y "desgracias inevitables", a lo que saben que es síntoma de su mala gestión. Ahora Gaia, la Madre Tierra, tiene la palabra... ∆

 

GEOLOGOS DEL MUNDO (WORLD GEOLOGIST)

Durante el año 2000 hasta octubre, las catástrofes naturales han causado 60.000 víctimas y unos daños económicos de alrededor de 12 billones de pesetas.
Foto: Jesús Domínguez

Un grupo de geólogos, auspiciados por el Colegio Oficial de Geólogos de España y la Federación Europea de Geólogos, decide crear una ONG para "intervenir desinteresadamente en la prevención, atenuación y solución de las consecuencias de los desastres naturales y riesgos geológicos". Por esta razón el cuatro de febrero del pasado año surge, GEOLOGOS DEL MUNDO (World Geologists). Quisimos conocer su opinión en el tema que estamos abordando, así como sus líneas de actuación. Contestó a nuestras preguntas su presidente, Juan Luis García Acedo.

-¿Qué balance haríais de este "Decenio Internacional para la reducción de los desastres naturales" proclamado por la ONU?
-El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, dijo en julio de 1999 que "A pesar de una década de esfuerzo creativo del DIRDN, el número y el coste de las catástrofes naturales continúa creciendo". Más adelante dijo "Los desastres naturales están casi siempre aumentados por la acción o inacción humana". Durante el año 1998 el número de víctimas fue de 90.000 y el costo económico de 13 billones de pesetas, y ya
durante el año 2000 hasta octubre, las catástrofes naturales han causado 60.000 víctimas y unos daños económicos de alrededor de 12 billones de pesetas.
Al comparar los últimos diez años con los años 60 la cifra de grandes catástrofes naturales se ha multiplicado por tres, los costes económicos por nueve y los siniestros asegurados por quince.

-Vosotros trabajáis en la aplicación de nuevas tecnologías para la prevención de riesgos naturales ¿Cómo definiríais vuestro trabajo?
-El fin principal de Geólogos del Mundo es utilizar la experiencia profesional de los geólogos, para suministrar asistencia técnica en los desastres naturales y riesgos geológicos (terremotos, vulcanismo, deslizamientos de ladera, inundaciones y todos aquellos eventos naturales catastróficos relacionados con las Ciencias de la Tierra). Elaboramos mapas de riesgos geológicos y planos de prevención de desastres naturales, ordenación del territorio en zonas de riesgo; también colaboramos y damos apoyo logístico a otras ONG, en actuaciones de emergencia y en la selección de emplazamientos de hospitales, campamentos de refugiados, etc. También preparamos a las poblaciones amenazadas con medidas de autoprotección.

-¿Por qué los desastres naturales afectan más a los países pobres con escasas infraestructuras?
-Los países pobres están menos preparados para la prevención de los desastres naturales al carecer generalmente de infraestructuras básicas de defensa, lo que les produce numerosas víctimas. Así ocurre con la construcción y ocupación de las poblaciones en los cauces de los ríos, con la deforestación y la pérdida de suelo agrícola y con las inundaciones catastróficas producidas por las precipitaciones que ocasionan deslizamientos de ladera.
También el desplazamiento de la población de las zonas rurales a los alrededores de las 40 megaurbes más pobladas del planeta, unido a la proximidad a zonas de riesgo sísmico y a construcciones de mala calidad, produce miles de muertos anualmente.

-A juzgar por los hechos parece que se hace más hincapié en ayudar en las tragedias naturales que en políticas de prevención. ¿Cómo veis vosotros el tema?
-Efectivamente, las Agencias Internacionales, los Estados, las ONG más importantes y la sociedad en general, reaccionan cuando ocurre la "catástrofe natural y/o geológica", siempre ayudada por el efecto CNN, que pone a las víctimas en la pantalla televisiva continuamente, provoca una reacción inmediata de la solidaridad, que se traduce en una aportación económica rápida. Pero pasados unos días se apaga la solidaridad y se olvidan los problemas. Geólogos del Mundo recomienda continuamente que
hay que intensificar las medidas de prevención de los desastres naturales y riesgos geológicos, pues todo lo que se invierta en los métodos de prevención, se ahorra en vidas humanas y en daños económicos. Hay que crear una auténtica cultura social de prevención.

Hay que intensificar las medidas de prevención de los desastres naturales y riesgos geológicos, pues todo lo que se invierta en los métodos de prevención, se ahorra en vidas humanas y en daños económicos.

-¿Cuáles serían vuestras propuestas?
-Nuestras propuestas son diversas, pero destacamos la principal, que es invertir en métodos de prevención, como por ejemplo, para defenderse de huracanes y tornados hay que aumentar los dispositivos de alerta metereológica y de trasmisión de información instantánea a las zonas afectadas. De esta manera se podrán tomar medidas de autoprotección. En el caso de los terremotos, los especialistas deben elaborar los mapas de riesgos sísmicos, recomendando, dónde se deben construir los edificios, ateniéndose a las normas sismorresistentes adecuadas a las características geológicas del subsuelo.
En general hay que utilizar las ONG especializadas en estos temas, tal como Geólogos del Mundo que está actuando en estos momentos en Turquía y El Salvador, con especialistas de todas las gamas. Es importante que Organismos tales como la ONU, Naciones Unidas, Unión Europea, AECI y otras agencias especializadas, dediquen más recursos económicos para proyectos de prevención y corrección. ∆

GEÓLOGOS DEL MUNDO. Avda. Reina Victoria,8-4ºB. 28003-MADRID.
Tfno.91 553 24 03. Fax. 91 533 03 43. E-mail: geologosdelmundo@icog.es

 

FUSION OPINA

Antiguamente para el hombre el suelo que pisaba era mucho más que un lugar para vivir, unas tierras que cultivar o un terreno donde levantar su hogar. Nuestro planeta era para ellos la Madre Tierra, y su relación con él estaba marcada por el respeto y el agradecimiento. La Madre Tierra arropaba y alimentaba a sus hijos y a cambio estos se preocupaban por vivir en consonancia con los ritmos naturales y procuraban sobre todas las cosas no alterar el delicado equilibrio de la naturaleza.
A lo largo de los siglos el hombre, al alejarse de sí mismo, de sus orígenes, perdió también el contacto con todo aquello que consideraba sagrado, y comenzó a ver la Tierra no como un lugar abundante para todos, sino como un medio para enriquecerse sin temor a las consecuencias. Así durante siglos ha explotado sin escrúpulos los recursos naturales, ha esquilmado los mares, ha talado los bosques, ha contaminado los ríos y los mares, ha envenenado las tierras de cultivo y el aire de la atmósfera. No hay rincón del planeta donde la actividad humana no haya dejado su huella.
La raza humana ha desoído la constante lección de generosidad de la Tierra y ha preferido tomar el camino del egoísmo. Pero el planeta no puede amortiguar durante más tiempo tantas y tan salvajes agresiones, y responde con contundencia. El alarmante aumento de todo tipo de desastres naturales son la consecuencia de nuestra irresponsabilidad. ∆

 

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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