LA SANGRE DE LA TIERRA
La voz de la mujer gallega
comienza a sonar y lo hace con fuerza. La fuerza retenida por años de
silencio. Trabajar el campo, mantener la casa, levantar la familia o
educar a los hijos, eran y son obligaciones del género femenino que no
dejan lugar a un espacio de desarrollo libre de cargas o con
responsabilidades compartidas. La mujer gallega es madre, esposa,
trabajadora, compañera... Pero el gran reto que tiene por delante es
convertirse en MUJER. El camino está iniciado. Frente al código de
comportamiento tradicional comienzan a situarse mujeres con posturas
claras y definidas que no buscan un enfrentamiento con el hombre sino una
relación de intercambio que se levante sobre la igualdad. Mujeres que
luchan por la erradicación de problemas sociales. Mujeres que levantan la
voz y pronuncian un sonoro "basta ya" contra cada maltrato.
Mujeres que se hacen hueco en el entramado empresarial, hasta ahora en
manos masculinas. Mujeres que se lanzan a la aventura de escalar, en
solitario, la montaña más alta del planeta. Mujeres que dan la mano al
hombre y luchan por que sus condiciones de vida mejoren... Los pasos son
lentos pero abren una huella profunda.
Gracias a la preparación de este suplemento, hemos tenido la oportunidad
de viajar al interior de la mujer gallega y hemos quedado prendados de su
espíritu, de su fuerza, de su trabajo y también de su sensibilidad.
Estas páginas son un pequeño homenaje a todas ellas. La mujer en Galicia
comienza a renacer y lo hace con la fuerza del fuego, el movimiento del
aire, la sensibilidad del agua y la seguridad de la tierra. El futuro
tiene signo femenino. ∆
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