Lago
de
Carucedo
El amor perdido |
En
el paraje de Las Médulas se encuentra el Lago de Carucedo. Afirman
los historiadores que este lago se creó de forma artificial, para
evitar la obstrucción del río Sil con las enormes toneladas de
arcilla arrastradas desde la mina aurífera. Pero su imagen actual
nos parece mucho más misteriosa y romántica, si hacemos caso a la
leyenda. Dicen que en el cercano Castillo de Cornatel vivió en otros
tiempos un señor templario que en una de sus cacerías se encontró
con una bella pastora. Violentó a la muchacha y ésta fue vengada por
su mozo, que fue en busca del noble para darle muerte clavándole un
cuchillo en el vientre. El chico huyó con el corazón encogido por
temor a las represalias, llegando a tierras de morería. No volvió
hasta años después donde entra como monje en el monasterio cercano a
Carucedo, llegando a ser abad. Las gentes del lugar acudieron a
pedirle ayuda, víctimas de las fechorías y el mal de ojo que les
echaba una bruja de los alrededores. El abad marchó una noche
dispuesto a conjurar a la mujer, que no era otra que su amada de la
juventud. Fue tan apasionado el encuentro en una ermita cercana, que
la tierra se estremeció. Del cielo cayeron rayos y truenos, y el
valle entero se inundó como castigo formando el Lago de Carucedo.
Pero lo cierto es que su amor quedó inmortalizado para siempre con
el recuerdo de aquella ermita que desapareció bajo las aguas. ∆ |