Foto: Plaza y Janés |
Agradables sorpresas.
Nuevos
valores.
Creación de
futuro.
Todo eso y más, reserva la historia para quien quiera sumergirse en ella sin
otro arma que la imaginación. Ese es el camino que ha seguido Margarita
Torres, el que le ha llevado a lograr el premio de la Academia Internacional
de Genealogía y Heráldica. Este año se ha convertido en la nueva Cronista
Oficial de León.
Historia mágica
-¿Porqué la
historia tiene para ti tanta magia?
-Por
un lado heredé esa pasión de mi madre, que es historiadora. Por otro, desde
muy pequeña me enseñaron a soñar con los libros de historia y las novelas.
Siempre me decían que el mejor juego es imaginar. Así que veía a los
protagonistas de la historia como seres humanos, con problemas, con vidas,
con sentimientos... Cuando creces los ves como personas muy cercanas.
-Supongo que
esta cercanía es lo que transmites a tus alumnos en la universidad...
-Es
lo que intento. Cuando eliges la profesión que te gusta, y tienes el lujo de
poder dedicarte a ella y que te paguen, creo que tienes que devolverle a la
sociedad lo que ella te da. Por lo menos debes transmitir esa fuerza que
sientes, esa pasión y ese amor por la historia a las personas que como tú se
han decidido por una carrera 'poco rentable'.
-¿Por qué te
has especializado en la Edad Media, época que los libros de historia nos
presentan como oscura?
-Me
gusta mucho la etapa romana y la medieval, lo que sucede es que tenemos una
visión muy manipulada debido al cine de Hollywood y a veces de la novela
histórica. La Edad Media es lo más cercano a lo que estamos viviendo hoy en
nuestros días, aunque no seamos conscientes de eso. En la Edad Media tienes
un gran imperio, el Romano Germánico, el imperio alemán; su equivalente
actual sería el imperio americano, que en cierta manera está ejerciendo como
patrón del mundo. También está la lucha entre las sociedades de frontera,
donde se dan unos valores de convivencia, como hoy en España, Italia, Grecia
o Turquía. De nuevo se reconduce el mundo mediterráneo, que vuelve a
reconfigurarse. Volvemos a sufrir las ventajas y los inconvenientes de ese
momento de cambio tan fuerte que fueron la llegada de nuevos pueblos. Y
además se vuelve a valores que a veces se sacan un poco del contexto. Es
decir, que nos estamos convirtiendo en ocasiones en muy extremistas en los
planteamientos. Todo esto es muy medieval.
“Si no aprendemos de la historia estamos condenados a una
conflagración contra otra civilización, que es el Islam” |
-Viendo así
el mundo, ¿cuál sería nuestro siguiente paso?
-Creo que tendríamos que aprender de la historia y no cometer los mismos
errores del pasado, ya que estamos condenados a una conflagración contra
otra civilización, que es el Islam. Mirando hacia atrás, nos damos cuenta de
que España siempre se destacó como una tierra de convivencia. En los reinos
del norte a la gente no se le preguntaba si era musulmán, judío o cristiano,
hasta el siglo catorce.
-¿Qué
significó para Margarita Torres recibir uno de los galardones más
importantes concedidos entre los historiadores de todo el mundo?
-Pues es un reconocimiento, y lo recuerdo siempre con una anécdota porque al
verme en persona se sorprendieron mucho. Pensaban que la Doctora Torres era
una mujer ya jubilada, creo que porque veían mis trabajos muy reposados y
sesudos.
-El premio
te lo otorgaron en base a tu tesis doctoral sobre los orígenes del Reino de
León. ¿Por qué es tan significativo para la época?
-A
mí me gusta que a las gentes del pasado se las reconozca por lo que fueron,
no por una visión subjetiva y a veces politizada como hemos tenido en el
siglo veinte. Durante la etapa franquista se manipuló mucho nuestra historia
medieval, y eso es un lastre. Es justo decir que en nuestro medievo, el
Reino de León y sus posteriores se caracterizaban por valores como la
convivencia, la protección de algunos derechos de la mujer en el Fuero de
León de 1017, se escuchaba la voz del pueblo, la nobleza era una capa
abierta, el campesino podía ascender a hidalgo tras tres generaciones de
lucha en la frontera... Las primeras cortes del mundo donde se escuchó al
pueblo fueron las de León de 1188. Estos valores hay que recuperarlos y
colocarlos en su justo sitio.
“Las personas que defienden la pureza racial e ideológica
conocen muy poco del pasado. Todos tenemos una gotita de sangre
germana, romana, prerromana, judía, musulmana...” |
-¿En qué
sentido se protegían los derechos de las mujeres?
-Por
ejemplo en lo que se llama la inviolabilidad de domicilio, que significaba
que de las puertas de tu casa para adentro, tú eras el rey. Salvo causa muy
grave, ni siquiera la autorización del monarca permitía entrar. Un
funcionario público de la Edad Media, no podía ir a tu casa y violarte. Se
valoraba el derecho de herencia de las mujeres, que recibían lo mismo que el
varón. Y las mujeres cabeza de familia tenían el mismo derecho que un hombre
a participar y ser escuchada en los concejos.
-¿Por qué
nos empeñamos en vernos como pueblos puros, cuando somos resultado del
mestizaje de todas las civilizaciones que pasaron por la Península?
-Las
personas que defienden la pureza racial e ideológica conocen muy poco del
pasado. Todos tenemos una gotita de sangre germana, romana, prerromana,
judía, musulmana y de todo. Negarse a los grandes valores que tuvo esta
tierra, como son la convivencia y el respeto me parece un absurdo. Después
de tantos años de democracia y tantos cambios de mentalidad, no podemos
permitirnos el lujo de ser tan sectarios. Llámese nacionales frente a
republicanos, o españoles frente a inmigrantes, me da lo mismo.
-La ciudad
tiene el honor de tenerte como cronista oficial. ¿Qué deseas aportar al
cargo?
-Me
gustaría mantener la humanidad y el contacto con la gente que han sabido
transmitir los tres últimos cronistas, Cayón, Crémer y Luis Pastrana. Ser la
voz que recuerde lo que se puede hacer por mantener esa tradición y esa
cultura, y tratar de recuperar lo que hizo distinto a León y al Reino de
León./
M.C. |