Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

SUPLEMENTO BIERZO  -  JULIO 2005

RAMON GUAMA

 

RAMON GUAMA

Para los demás Ramón siempre fue un tipo simpático, capaz de hacer reír a carcajadas a sus compañeros mientras trabajaban en la mina. Incluso podría considerarse un poco payaso, si hacemos caso a lo que su madre le decía de niño. Pero para sí mismo, Ramón era simplemente alguien ingenioso. Hace unos años escribió el monólogo Qué pasa cuando te separas, se subió por primera vez a un escenario y ya no pudo bajarse.

Texto: Marta Iglesias / Foto: Mercedes Burgos

 Reír para vivir

Efectivamente Ramón "Guamá" es simpático, payaso, ingenioso... pero también muy observador, crítico, irónico y solidario. Basta saber que el sobrenombre artístico de Guamá le viene de una zona de Cuba de la que se enamoró cuando en el 93 fue allí "a ayudar". Esta poliédrica personalidad da como resultado unos chispeantes monólogos.

-¿En qué te basas para escribir tus monólogos? ¿Qué va a encontrar la persona que vaya a ver una actuación de Guamá?
-Yo me baso en lo que veo y sobre todo en lo que vivo. Le saco punta absolutamente a todo lo que hay a mi alrededor, desde sacar el carné de conducir, entrar en un tanatorio, salir de compras, volver a la escuela... a las cosas más inverosímiles. La gente que me vaya a ver se encontrará con situaciones de la vida cotidiana con las que todo el mundo se va a identificar. Y luego, en un espectáculo de una hora me gusta dejar diez minutos para la locura, para cosas muy raras que no tengan mucho sentido, pinceladas de humor tipo Gila o Faemino y Cansado.

-Dime tres cualidades que ha de tener un buen monologuista.
-Sobre todo debe escribir sus propios textos. Después, cuando los represente en el escenario, tiene que olvidarse un poco de ellos y añadir improvisación. Y por último que sea muy, muy natural. Hay mucha gente que hace teatro y ahora se dedica a los monólogos y no tiene ninguna naturalidad, son muy teatreros, y eso le hace perder muchísimo. Se nota la actuación, porque hay diferencia entre humorista y actor, y para ser humorista tienes que ser natural, tú mismo.

-Según tu experiencia, ¿qué provoca más risa en la gente?
-Sin lugar a dudas, el sexo. Todo el mundo se siente identificado con él. Yo lo tengo comprobado: cuando notas que el público está un poco frío, tiras de sexo y ves cómo se levanta el espectáculo. Y luego por contra, funciona bastante mal la política.

-Por cierto, ¿a quien le falta más sentido del humor: a los políticos, a los medios de comunicación o a los funcionarios?
-Creo que a los políticos. Yo no creo que se haya acabado esta confrontación entre derecha e izquierda en España: al PSOE no le gusta que gobierne el PP y viceversa. Creo que los cambios en este país no se hacen de una forma natural, todo es traumático, como si ocurriese una auténtica catástrofe y los que somos ajenos a los dos partidos vemos el cambio de una manera más normal.

"No sabemos reírnos de nosotros porque hemos convertido las cosas ínfimas e innecesarias en nuestras preocupaciones"

-¿Qué parte del mundo necesita una pizca de humor?
-Creo que hay demasiados sitios, pero fíjate qué contradicción: los que peor lo están pasando son los que más humor tienen, como la gente de Argentina, Cuba o Brasil. A los europeos nos hace falta mucho humor, en general tenemos el culo demasiado apretado. Tendríamos que copiar un poco de toda esta gente que lo está pasando mal, donde se ríen mucho porque ven la vida de forma diferente a como la vemos los occidentales, que necesitamos muchísimas cosas para poder ser felices.

-Con lo necesaria que es la risa para relativizar los problemas, ¿por qué en la vida cotidiana nos cuesta tanto reírnos de nuestras mediocres preocupaciones?
-Porque hemos hecho de cosas ínfimas e innecesarias nuestras preocupaciones y por eso no nos reímos. Cuando salgo al escenario empiezo a reírme de esas cosas que durante el día nos hacen infelices y que cuando las analizas ves que son auténticas chorradas, como que no nos podemos comprar un televisor de plasma. Esto es un problema de nuestra sociedad de consumo.

-¿Dirías que cura más la risa que cualquier antidepresivo?
-Lo tengo clarísimo, por supuesto que cura muchísimo más la risa. Si la gente fuera consciente de lo que cura la risa acudiría siempre a ver un espectáculo de humor, ya fuese un mago, un payaso, un humorista. Cura muchísimo y además es baratísimo reírse.

-Así que tú no debes tener enfermedades...
-Pues no me vas a creer, pero es verdad que no tengo. Pero también es cierto que siempre me he tomado la vida así, con mucho humor.

-¿Cómo te tomas una noche en la que no has conectado con el público?
-Yo soy muy peleón, aunque hay dos partes en mi vida como humorista. La primera, en la que me subí al escenario sin ser nadie, pasaba cualquier cosa ajena a mí, o la gente no se reía, y yo literalmente me hundía. Pero cuando decidí dedicarme a esto me planteé encontrar métodos que solucionasen ese momento porque no me quería hundir, y ahora mismo si la gente no se ríe yo lo peleo hasta que consigo engancharla. Y más tarde o más temprano, la gente cae.

-¿Qué cosas no te hacen ninguna gracia?
-A mí me hace gracia todo. Me meto mucho conmigo mismo y eso me da licencia en un espectáculo para meterme luego con alguna gente. Yo escribo absolutamente de todo, nada me da pena y de hecho uno de mis mejores monólogos es mi vida dentro de un tanatorio. Yo estoy muerto y cuento lo que pasa alrededor de mí en el tanatorio. Y eso desmitifica cosas que no son tan negras. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA