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SUPLEMENTO CASTILLA Y LEON

 El Mirador
Foto: Alejandro Plaza

  VALONSADERO

El monte Valonsadero, a unos ocho kilómetros de la ciudad de Soria, es un espacio público y un referente en la vida de los sorianos. Su importancia se remonta hasta la Prehistoria, ya que en su roca encontramos hasta 34 conjuntos de pinturas rupestres. Es un tesoro al aire libre.

Texto: Elena F. Vispo


Un museo al aire libre

Figuras humanas y de animales, escenas de caza, de recolección, de antiguos cultos... Las pinturas rupestres de Valonsadero requieren de cierta imaginación, ya que son del tipo esquemático. "Estamos más acostumbrados al paleolítico, a esos magníficos bisontes de Altamira, y en cambio estas pinturas son abstractas. Pero también encontramos en ellas cierta narración que nos permite determinar, más o menos, los usos, las costumbres de la gente que poblaría esta zona hacia el 2000 antes de Cristo".
Quien así habla es el doctor en Prehistoria Juan Antonio Gómez Barrera, el mayor estudioso de las pinturas de Valonsadero, que hasta el momento ha catalogado 34 conjuntos o abrigos. "Pinturas rupestres de Valonsadero y su entorno" es su último libro, que amplía la larga lista que empezó con su tesis de licenciatura, en el año 1982. Por aquel entonces las pinturas estaban desprotegidas, y a la acción del paso del tiempo había que sumar la del hombre que, en muchos casos por desconocimiento, resulta dañina. "Como los hombres prehistóricos no eran tontos, explica Barrera, elegían los mismos lugares que aún hoy se escogen cuando tienes que hacer una hoguera para preparar una chuleta. De modo que muchas pinturas estaban ahumadas o estropeadas por las hogueras". Aún así, la conservación de las pinturas no es mala. Ahora los abrigos están vallados, lo que facilita su protección, pero no la asegura: "La administración no puede poner un guarda en cada estación, teniendo en cuenta que en Valonsadero son 34, pero que en toda la Península Ibérica tenemos unas 2.000. La única forma de protegerlas es mediante la educación y la puesta en valor, aunque ésta es una expresión que no me gusta". En ese sentido se ha creado en Valonsadero un Centro de Interpretación, se ha diseñado una ruta por once de las 34 estaciones y se ha publicado una pequeña guía.

Juan Antonio Gómez Barrera
 Foto: Paco Castro Creativos

Ante todas estas acciones, el investigador se muestra moderadamente crítico ya que, aunque tanto la guía como la ruta se basan en sus trabajos, considera que no se escucha suficientemente la voz de los investigadores. "Según mi criterio, es importante que cuando el visitante llegue a un abrigo se encuentre con la información. Que se le explique lo que hay, para que luego no diga: me han hecho venir para nada". Aún así, el balance de Juan Antonio Barrera no es del todo negativo: "Yo llevo veinte años reclamando esto y, aunque no comparto cómo se han hecho las cosas, por lo menos se han hecho desde una perspectiva respetable y, por supuesto, útil". En cualquier caso, con paneles informativos o sin ellos, las pinturas de Valonsadero siguen en su sitio. Habrá que ir a verlas. ∆

"La única forma de proteger las pinturas rupestres es mediante la educación y la puesta en valor".

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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