Quienes han necesitado sus
servicios están de acuerdo en que es una idea genial. Otros pensarán que
fomenta el trapicheo malsano entre estudiantes. Pero seguro que estos
últimos son minoría. Esta web hay que agradecérsela a dos lumbreras,
Javier Castellanos y Miguel Ángel Rodero, padres de la criatura. ¿Tienes
que presentar un trabajo? Visita rincondelvago.com antes de sentarte a
currar.
Foto:
J. M. López
"Una de las
razones por las cuales hemos sobrevivido a la crisis es que no somos la
típica punto.com que tenía trescientos kilos, se los pulía y después
cerraba"
|
|
Texto: Elena F. Vispo
R ueda el año 98, en Salamanca. Dos
estudiantes de informática de la Universidad Pontificia se las tienen que
ingeniar para aprobar los trabajos de religión. "Como era una Universidad
católica y privada, la asignatura de religión era obligatoria -comenta
Javier Castellanos-. Teníamos que hacer trabajos sobre la pena de muerte,
el aborto, la eutanasia, etc. Y no nos apetecía nada, porque nos habíamos
chupado ya trece años de salesianos".
En efecto, un rapto de inspiración de este calibre sólo podía surgir de
una amistad bien asentada en el tiempo, nacida en las aulas de preescolar.
Ambos, ya creciditos, eran asiduos navegantes desde el 96. Eso les
dio la idea de buscar en Internet trabajos ya hechos, listos para
entregar. No hubo suerte. Pero la necesidad agudiza el ingenio, de modo
que decidieron abrir una página con trabajos y apuntes de empresariales "a
ver si a cambio de eso cazábamos lo que nos hacía falta. Lo abrimos, así,
por una bobada. Me acuerdo cuando entraban cuatro o cinco personas al día,
dos de las cuales éramos nosotros... Nos hacía ilusión ver cómo iba
creciendo todo esto".
El Rincón del Vago tiene su filosofía particular. "La gente que nos
visita quiere básicamente lo que queremos nosotros: no perder el tiempo en
algo que ya está hecho. Ése es nuestro principal ideal". Una idea así sólo
podía surgir en España. "Es cierto, en su día nos planteamos abrir algo de
cara a otros países, pero todos los que conocían el mercado de habla
inglesa nos decían que esa gente no vale para esto. Tienen otra
mentalidad, son mucho más formales".
Si la relación con los estudiantes es mejor que buena, la relación con los
profesores es de amor y odio. "Algunos nos mandan sus propios apuntes para
que los pongamos, y otros no nos pueden ni ver. Pero nosotros siempre
hemos recomendado esto como una biblioteca. Tú entras, ves cinco trabajos
sobre El Quijote, y con esos cinco y un poco que pongas tú, haces un
sexto. Es verdad que hay gente que lo coge tal cual y le pone su nombre,
pero yo siempre he dicho que el profesor que no se lee los trabajos, que
año tras año le presentan los mismos y los califica 'al peso', quizás se
merece que le metan trabajos copiados. Si él no pone interés ¿por qué lo
va a poner el alumno?".
Si cuando empezaron con la página, Internet era un mundo desconocido, hoy
hay en nuestro país siete millones de internautas. El Rincón del Vago
ha crecido en paralelo a este boom. En un principio, en una sola página se
resumían todos los trabajos disponibles. Más adelante la familia aumentó y
hubo que separar los temas en ciencias y en letras. Crecieron todavía más
y crearon apartados por asignaturas. Así hasta un total de treinta y cinco
mil ficheros, que crecen según la gente les manda cosas: trabajos,
apuntes, prácticas, problemas, legislación... Todo en un contexto
estudiado para facilitarle la navegación a los internautas con poca
experiencia.
En realidad, el primer empujón vino de Hispanoamérica. Las visitas
procedían más del otro lado del Atlántico que de nuestro país. "Es gente
que participa en Internet bastante más que los españoles, y fueron ellos
los que al principio dieron más tirón a la página". Luego, gracias a los
medios de comunicación y gracias también al boca a boca, El Rincón del
Vago ganó fama y visitantes. De este modo, lo que nació como un
recurso desesperado para estudiantes gandules, se convirtió en la
posibilidad de un suculento negocio. "Nunca nos lo planteamos como un
negocio, te digo la verdad, fue viniendo", cuenta Javier. "Un día nos
escribió un tío que tenía una empresa que se dedicaba a vender tiendas de
campaña para vagos. Las tirabas al aire y caían montadas. Decía que su
público objetivo era el mismo que visitaba nuestra página y que nos iba a
pagar mil duros al mes por estar ahí anunciado. Y nosotros dijimos 'pues
qué bien, porque estamos pagando una pasta de teléfono'. Antes no había
tarifas planas ni nada de nada, aquello era un robo a mano armada. En el
momento que nos contrató la publicidad nos dijo que quería una factura.
Eso nos empujó a crear una empresa, una comunidad de bienes, que era la
forma de asociación más barata".
Pero Internet no generaba ("ni antes, ni ahora") el dinero para cubrir los
gastos derivados de constituir una sociedad. Para poder continuar con el
proyecto comenzaron a buscarse la vida: vendiendo ordenadores a los
amigos, montando redes, dando cursos... Todo el dinero iba destinado al
Rincón, y para sacarlo adelante echaron mano de la técnica de la
hormiga: poco a poco, sin grandes alardes económicos pero sin dar pasos
atrás. "Como no teníamos dinero, no nos lo podíamos gastar. Ésa es una de
las razones por las cuales hemos sobrevivido a la crisis. No éramos la
típica punto.com que tenía trescientos kilos, se los pulía y después
cerraba. Nosotros, según ganábamos las pesetas las metíamos en el negocio,
como una frutería de pueblo, trabajando sábados y domingos y sin cobrar
nómina un año y pico. Al final ha salido bien, como también podía haber
salido mal".
Y tan bien: en junio del 99 fueron contratados por la agencia de
publicidad t'kom. A finales de ese año El Rincón del Vago
dejó de ser un dispensador de apuntes para convertirse en un portal
estudiantil. Los contenidos se diversificaron, ganaron mercado, y en enero
de este año ficharon por eresMas.
Esto les ha dado tranquilidad, y un apoyo técnico sin el cual parecían
destinados a una muerte súbita. "Digamos que la página estaba 'muriendo de
éxito', porque a las 6 de la tarde, cuando entraban las tarifas planas, la
máquinas se nos caían, no aguantaban semejante número de consultas a
nuestra base de datos. Llega un momento en que si creces de golpe, estás
fastidiado. Pero al meternos en un gran grupo se nos han quitado los
miedos, y ahora tenemos unos medios técnicos que antes ni soñábamos".
Desde sus nuevas oficinas en Salamanca, han abierto también otros campos
de trabajo. "Propusimos a eresMas cosas que no tenían, como un canal de
humor. Y lo hicimos. Se llama País de Locos, y está funcionando muy
bien, en los estudios de mercado de Internet sale colocado entre los tres
primeros. A partir de ahí, han visto que nos hemos integrado y nos están
dando más cancha".
"Un portal de estudiantes hecho por estudiantes": así se venden a sí
mismos. El currante más joven de la plantilla tiene diecinueve años, y el
más veterano acaba de cumplir los treinta. Se han hecho famosos por vagos,
pero no se puede decir que no trabajen: actualmente se ocupan de toda la
parte joven de eresMas. Y subiendo. ∆ |