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| SUPLEMENTO CATALUÑA
El nombre de esta ciudad tiene su fuente en el Islám. En el tiempo en que la cultura islámica estaba asentada en esta zona, construyeron una Ràpita o torre de defensa aquí. Pero la historia de Sant Carles de la Ràpita se remonta mucho más atrás en el tiempo: como mínimo, 22.000 años antes de Cristo. En la cueva del Tendo están las pinturas rupestres más antiguas de Cataluña. Las montañas del Montsià descubren sus secretos al visitante amante de la naturaleza. Este también debe conocer los paisajes del Delta. El Parque Natural más importante de Cataluña despliega toda su belleza, cambiante según la época del año, pero siempre luminosa. Las Salinas de la Trinitat y la Punta de la Banya son algunos de los parajes a visitar dentro del Parque. Sin duda lo que rige los destinos de la ciudad de manera más completa es el mar. O
más bien la bahía, que protege de las mareas y permite practicar toda clase de deportes
acuáticos y de aire libre, sin perder ni un ápice de su atractivo mediterráneo. Al mar
salen cada día los marineros, ya que Sant Carles de la Ràpita es uno de los puertos
pesqueros más destacados de Cataluña. Ellos vuelven cada tarde, en un espectáculo
cotidiano que es apreciable desde el mirador de la colina de la Guardiola. Poco después
es el momento de acercarse a la lonja del puerto, donde se hace la subasta del pescado
capturado en el día. Ahí se proveen los restaurantes que han hecho famosa la
gastronomía de la ciudad, auténtico lujo para el paladar. Especial renombre tienen los
mariscos, con los deliciosos langostinos, o los platos a base de anguila como el
xapadillo. Y de postre, las peracotes, higos envueltos en una masa de harina y
agua, fritos y bañados en miel. La infraestructura y los servicios de Sant Carles son inmejorables, porque miman cuerpo y mente. Pasear por la ciudad es una llamada al ocio y la cultura, visitando los astilleros en los que se construyen artesanalmente los barcos de madera para la pesca. El parque del Garbí, el Museu Alfacs o el Paseo Marítimo bañado con la luz de las playas mediterráneas. Y si bien las fiestas tienen su lugar aquí durante todo el año, en verano se intensifican para delicia de los visitantes y los propios rapitenses. El día 16 se rinde tributo a la Mare de Déu, patrona de los pescadores con una procesión marítima. Del 23 de julio al 2 de agosto Sant Carles de la Ràpita se viste de gala para celebrar sus Fiestas Mayores. Fiestas, concursos, fuegos artificiales, deportes se combinan en esta celebración. La cultura y la tradición están presentes en la ciudad, con los populares encierros. Los toros tienen un papel protagonista en estos días. Días intensos, que contarán con una completa agenda de actos en honor de Sant Jaume, patrón de la ciudad, y en los que siempre destaca una gran participación popular. La gente de Sant Carlos es afable como afable es el mar que baña sus tierras. Han construido su ciudad con el mismo esfuerzo que el Ebro ha puesto en arrastrar la tierra hasta su desembocadura. Es la puerta de entrada a una tierra rica en variedad y armonía. Es el umbral del Delta del Ebro. |
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