| | SUPLEMENTO CATALUÑA
Cala Xelin
|
L'AMETLLA
DE MAR
BAIX EBRE - Tarragona
ENTRE EL MAR Y LA
NATURALEZA
Texto: Nuri Verdú / Fotos: M. Angel Oliva |
L'Ametlla, siempre unida al mar y a la
naturaleza, ha sido un pueblo pesquero desde sus orígenes. Hoy en día es un punto
turístico importante para todos aquellos que quieran disfrutar de sus calas de aguas
cristalinas.
De L'Ametlla de Mar
podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que es sinónimo de mar, tranquilidad y
sosiego. El mar Mediterráneo baña las costas de este pueblo, situado en la provincia de
Tarragona, en la comarca del Baix Ebre. Lugar de paso de íberos, celtas, fenicios y
romanos, L'Ametlla de Mar aún guarda la pureza de su naturaleza intacta. El origen de
L'Ametlla se remonta a muy antiguo, cuando sólo estaba el castillo fortaleza de Sant
Jordi de Alfama. Este castillo data del siglo XIII y fue construido por caballeros
templarios para proteger las tierras de las invasiones de piratas bárbaros. Estos
caballeros formaron la única orden religiosa militar de caballería catalana y tomaron el
nombre de la orden de Sant Jordi de Alfama.
Hoy en día L'Ametlla de Mar es un típico pueblo marinero; la pesca es la mayor fuente de
ingresos y la gastronomía, basada en el marisco y pescado, ha ganado fama internacional.
Sus platos más destacados son l'arrossejat, la fideuà, la parrillada de
pescado, la mariscada, y la paella marinera, entre otros.
Puerto de L'Ametlla de Mar |
La importancia de esta gastronomía ha llevado a celebrar anualmente las Jornadas
Gastronómicas, este año del 26 de marzo al 5 de abril. Además, el 24 de julio se
celebra La Fideuada Popular; y el 7 de agosto se dedica a la Diada de l'Arrossejat. En las
fiestas mayores de febrero, dedicadas a la Candelaria, también está presente la
gastronomía con el concurso de Suquet de Peix Calero.
De L'Ametlla podemos destacar sin lugar a dudas el puerto marinero, que fue construido en
1920. En los años anteriores los pescadores dejaban sus barcas en el Port del L'Estany. A
raíz de la construcción del actual puerto dejaron el antiguo, ya que no había
suficiente espacio para cobijar a las barcas. Esto demuestra que con el tiempo el número
de pescadores ha ido creciendo. La riqueza del mar tiene para todos.
Hoy en día el puerto sigue mostrando el continuo trabajo de estos hombres de mar,
desde que salen a faenar en sus barcas hasta que regresan al atardecer cargados con la
pesca del día. La llegada al puerto es seguida de la subasta del pescado.
El mayor atractivo de L'Ametlla de Mar, sin duda alguna, son sus calas y acantilados.
Catorce kilómetros de costa donde las aguas son cristalinas y la arena es fina o gruesa,
según el lugar al que se dirija el visitante.
La oportunidad de practicar deportes náuticos en estas aguas del Mediterráneo son
muchas. El submarinismo, la pesca o la vela, entre otros, podrán ser practicados con toda
tranquilidad. También en tierra firme el deporte tiene su lugar, ya que aquí podemos
encontrar el conocido circuito de motociclismo de Calafat. Y para los amantes de la
naturaleza hay recorridos muy interesantes para hacer en bicicleta o a pie. Es una forma
más de conocer las maravillas de este lugar.
L'Ametlla de Mar no sólo es mar, deporte y gastronomía, también está en la
vanguardia de las ferias y fiestas, como Forurban, feria dedicada al turismo y urbanismo;
la VIII Feria Alternativa, la Fiesta de Europa, o Firamar, feria multisectorial.
Durante todo el año L'Ametlla celebra fiestas tradicionales. Una de las más aplaudidas
es la del Corpus, ya que la costumbre dicta que las calles se cubran de alfombras de
flores. Hay también un mercado los lunes y los jueves.
L'Ametlla de Mar, con su tradición marinera, hará que el visitante conozca un poco más
el Mediterráneo y sus costumbres, la pesca, la cultura y la naturaleza.
| |
|