orge Llames, avilesino de 19 años, a pesar de su impresionante palmarés (dos
veces campeón de España absoluto, un récord de España en pistola estándar y cuarto y
octavo puestos en sendos campeonatos de Europa) no había participado nunca en un Mundial.
Con su victoria en este último, ha demostrado que la joven promesa ya se ha transformado
en prometedora realidad.
-¿Por qué te decidiste por un deporte minoritario como el tiro olímpico?
-Influyó mucho en mí la gran aficción que tenía mi padre y todas sus
enseñanzas. Si ahora estoy donde estoy es en una gran parte gracias a él. Aparte de eso,
a mí siempre me llamaron la atención las armas. Yo quería conocer ese mundo, cómo
funcionaba, cómo utilizarla correctamente, etc. A raíz de ese interés empecé a
informarme y a practicarlo después. Y ahí fue donde realmente me enganchó.
-Se suele identificar como más o menos violenta a la gente a la que le gustan las armas.
¿Es así o sólo se trata de un mito?
-No siempre, aunque es cierto que existe la típica persona que se hace socia
de un club sólo para conseguir una licencia de armas y para poder tener un arma en su
casa. Y luego a lo mejor no lo vuelves a ver más. Lo que sí te puedo decir es que esa
gente es minoría en los clubes. Los que estamos aquí porque nos gusta el deporte,
seguimos entrenando duro, porque lo que queremos es mejorar nuestro nivel y hacer un buen
papel en los campeonatos.
-¿Cuál fue la clave de tu victoria en el campeonato del Mundo?
-Yo creo que fueron dos, la serenidad y la concentración. Desde que empezó
hasta que terminó la competición estuve muy concentrado, pensando sólo en lo que yo
tenía que hacer y en hacerlo bien. No me preocupé para nada de los demás, lo que me
permitió estar muy relajado, algo muy importante para conseguir buenos resultados.-A
partir de ahora, como campeón del mundo, eres el hombre a batir en cualquier
competición. ¿Te sientes presionado por esta nueva circunstancia?
-No, la medalla de oro no se me ha subido a la cabeza. Yo parto de que todo
el mundo puede tener un fallo, y aunque seas campeón del mundo, puede haber alguien en
otra competición menor que lo haga mejor que tú y llevarse ese trofeo, y no pasa nada.
Yo voy a seguir haciéndolo lo mejor posible, pero sin sentirme presionado.
-¿Qué te exige y que te aporta el tiro olímpico?
-Exige muchas horas de dedicación, tanto de preparación física como de
cancha, es decir de puntería propiamente dicha. Todo ello lo tengo que combinar con mis
estudios de FP y me lleva todo el día. Por contra es un deporte en el que me encuentro
muy a gusto se me da bien y además me ha aportado muchas satisfacciones.
-Dentro de las muchas probabilidades que hay de tiro olímpico, tú te
decidiste por el tiro rápido. ¿Por qué esa en concreto?
-Yo al principio hacía tiro de precisión que es el que practica casi todo
el mundo, pero un día me ofrecieron probar con el tiro rápido y me gustó bastante más.
Yo creo que es una cuestión de carácter. En el tiro rápido tienes que estar muy atento,
porque los tiempos que tienes para apuntar y disparar son muchísimo menores que en otros
estilos. Es una modalidad más rápida, más activa y yo mismo soy una persona muy activa,
muy inquieta, y por eso me aficioné enseguida.
-Pese a todo el tiro olímpico es un deporte relativamente estático. ¿Qué
porcentaje depende de la mente en su ejecución?
-Te puedo poner un 60-70% por lo menos, porque juega un papel crucial, ya que cuando
el árbitro te da la atención y se giran las dianas, tú por narices tienes que subir y
tirar un tiro a cada blanco. En otras modalidades si te desconcentras, puedes bajar el
arma y volver a concentrarte, pero en el tiro rápido no.
Un pequeño despiste te puede fastidiar la serie completa, por eso son tan importantes la
concentración y la serenidad.
-¿Cómo se presenta tu futuro deportivo?
-El año que viene paso a categoría senior y espero formar parte del equipo nacional.
Si es así, el entrenador quiere que nos concentremos en un centro de alto rendimiento, en
la residencia Joaquín Blume de Madrid, para poder compaginar el deporte con los estudios
y a la vez poder dedicarle más tiempo a los entrenamientos.
-¿Por qué crees que el tiro es un deporte minoritario?
-Básicamente yo creo que porque sale muy caro. Entre los desplazamientos, la
munición y sobre todo las armas, puede llegar a sumar mucho dinero. Las federaciones no
te ayudan demasiado, y menos cuando aún estás empezando, de forma que si no tienes muy
claro lo que quieres, acabas optando por otros deportes.
-¿Tú, personalmente, estás cubierto en cuanto a becas o ayudas?
-Yo ahora mismo creo que sí, porque al ir a la Blume, la estancia,
manutención y los estudios son pagados; y estoy pendiente de recibir alguna beca más.
El problema de las ayudas lo veo más en los que empiezan que en gente como yo.
