tan sólo 10
km. de la capital asturiana este concejo está caracterizado por el contraste de sus
amplios espacios verdes que se entremezclan con el ambiente minero de sus dos núcleos de
población más importantes La Ará y La Vega.
La sierra del Aramo preside
el valle y marca profundamente el carácter de sus gentes: afable y entregado. Entre los
accidentes montañosos se configuran cuatro valles: el de Piedrafita, La Juncar,
Grandiella y Llamo, estos tres últimos formados por los ríos del mismo nombre. Las
estribaciones del Mont-Sacro, los cordales de La Segada y La Cuba (aprox. 1000m.), los
puertos y montañas del Aramo (aprox. 1700 m.) junto con la abundancia de agua, hacen que
el concejo sea un enclave ricamente dotado por la madre naturaleza. El nombre de Riosa se
cree que proviene de los numerosos ríos existentes. La pesca de la trucha es una de las
prácticas habituales tanto en vecino como aficionados de otros concejos.
En el límite con el concejo de Morcín se halla el pozo minero Monsacro que da trabajo
a un buen número de riosanos. Las minas de hulla son explotadas por HUNOSA, mientras que
las minas de cobre y cobalto, en su día activas, están actualmente paradas. El origen de
la minería en el Aramo se remonta ya a tiempos prehistóricos. En Rioseco, la
explotación de las minas de cobre data de comienzos del Bronce II (1500 a.C.), según
indican numerosos restos, esqueletos y herramientas. fuente de ingresos.
La ganadería y
la agricultura juegan también un papel relevante en la economía riosana. Prueba de ello
es la creciente importancia de la Feria de Ganado que, desde el Ayuntamiento y con el
patrocinio de Caja de Asturias, se organiza en el marco de las fiestas dedicadas a Ntra.
Sra. del Rosario. La cita es a principios del mes de octubre y se convierte en el punto de
encuentro de los ganaderos de Riosa, Quirós, Morcín, y Lena que alimentan a sus reses
con los pastos de la Sierra del Aramo.
Riosa tiene también una rica tradición gastronómica. Una asociación de hosteleros
se encarga de velar por las conservación de las tradiciones del comer de la zona. La fama
del Certamen gastronómico de las setas y el cabrito se ha extendido por toda Asturias.
Los callos, la menestra, el cordero, el pote asturiano, el pitu caleya, junto con la tarta
de avellana y los frixuelos son otras de las delicias que ofrecen los bares y restaurantes
a los visitantes. Comida casera que contenta a los más exigentes y que sin duda es otro
de los atractivos a tener en cuenta de este bello concejo asturiano.