Foto:
Juanjo Arrojo |
SOBRESCOBIO
El
reino del agua
Las
madreñas y el cayao a la puerta de las casas nos hablan de un concejo
que aunque recibe cada vez más visitantes no se olvida de sus orígenes.
/ Texto:
Isabel Muñiz
Y
es que en Sobrescobio la vida discurre despacio, de forma tranquila.
Como lo hace en todos aquellos lugares cuyo entorno es tan excepcional
que el tiempo deja de tener sentido, y sólo interesa conocer sus
rincones sin la esclavitud de un reloj que marque las horas. Así llegan
los visitantes hasta este municipio de la zona centro-sur de Asturias,
cuyos 70 km2 forman parte del Parque Natural de Redes. La
primera parada es casi obligatoria en Rioseco, la capital del concejo.
Principalmente porque allí se encuentra la Casa del Agua, uno de los
centros de recepción del Parque, donde obtienen toda la información que
precisen. El agua es importantísima para los coyanos (como se denomina a
los habitantes del concejo), cuya vida transcurre muy cerca de grandes
caudales de agua como el del río Nalón y los embalses de agua de Tanes y
Rioseco, ambos suministradores de energía eléctrica y abastecimiento de
agua de calidad a la zona central de Asturias. Precisamente en el de
Rioseco existe un Observatorio de Aves, desde el cual provistos de
prismáticos es posible ver a numerosas especies.
Foto:
Juanjo Arrojo |
La Ruta del Alba, una de las más
frecuentadas de la región asturiana, es otra muestra más de lo que
aporta el líquido elemento a Sobrescobio. Fue declarada Monumento
Natural en 2001 y discurre por el valle del río Alba. Parte desde la
localidad de Soto de Agues, un hermoso pueblo que posee numerosos
hórreos, así como corredores y balaustres de castaño, y finaliza en la
Cruz de los Ríos, junto a un antiguo refugio de caza. En poco más de
cuatro horas y media se completa un recorrido de ida y vuelta de
aproximadamente siete kilómetros. "Antiguamente este camino era el que
utilizábamos para llevar les vaques al Monte Llaímo -asegura un
lugareño-. Eran vaques casinas y con su leche hacíamos el quesu".
Actualmente la cabaña ganadera de vacas casinas, raza autóctona, está
disminuyendo pero el queso casín sigue elaborándose en el Parque y está
en trámites de conseguir su Denominación de Origen.
Al regreso de la ruta es posible acercarse hasta La Polina, donde existe
otro observatorio de aves. La riqueza faunística de este concejo se hace
evidente en todas las especies propias de la montaña centro-oriental de
Asturias. En el Parque aún es posible encontrar ejemplares de oso pardo,
lobo, aguila real, nutria, corzo, ciervo, venado, rebeco -muy abundante-
y el escasísimo urogallo. Precisamente en la zona de la Mata se va a
construir un centro de cría de urogallos, el primero en España, y con el
que pretenden frenar la rápida carrera hacia la extinción de esta
especie en Asturias. ∆
Asociación de Mujeres El
Torrexón |
Juntas para disfrutar
Son
mujeres del medio rural que no renuncian a sus tradiciones y costumbres
al tiempo que buscan nuevos horizontes. Lo mismo hacen un cesto de
mimbre siguiendo técnicas ancestrales que navegan por Internet o viajan
por España.
L o
importante es el movimiento y continuar aprendiendo, eso lo saben las
mujeres de El Torrexón, una asociación que empezó su actividad en el año
2000 y que ya posee más de 115 afiliadas. La Asociación tiene su sede en
Rioseco pero acoge a mujeres de todos los pueblos del concejo, sin
limitación de edad. "Los agentes de igualdad de la Mancomunidad del
Nalón se dieron cuenta de que en Sobrescobio no había ninguna asociación
de mujeres y nos convocaron a una reunión. Nos juntamos siete u ocho
mujeres, y ahí empezó todo". La que lo explica de forma sintética es
Celia Sánchez González, presidenta de El Torrexón desde sus inicios.
Animadas ante una nueva aventura las mujeres de Sobrescobio
establecieron sus objetivos -entre los cuales se halla el de conservar y
proteger las tradiciones y costumbres del concejo- y se pusieron manos a
la obra. Desde entonces ya han organizado diferentes cursos, entre ellos
uno de restauración, y otro de inglés básico para ordenador. También han
viajado apor diferentes lugares. Cada año organizan dos excursiones, una
dirigida a conocer los diferentes museos de Asturias, y otra de varios
días, por diferentes localidades españolas. Ya han conocido el
Guggenheim, en el País Vasco, varios museos de Madrid, han pisado
tierras de Sevilla, Córdoba, y parte de la comunidad gallega, desde
Santiago a Tuy. Este año ya preparan su próxima salida, que
probablemente será a Toledo. "Hay muchas mujeres muy ilusionadas con
estos viajes, algunas tienen a su cargo personas mayores y pensar en
estos viajes les anima mucho". Esto es sin duda reconfortante para las
componentes de la junta directiva, que esperan que más mujeres jóvenes
se apunten a sucederles en el cargo. ∆
Con fuerzas
renovadas
La
Panoya trae muchos buenos recuerdos a los habitantes de Sobrescobio.
Ahora son los jóvenes del concejo los que están recuperando este
colectivo coyán.
D avid
Cofiño, secretario de La Panoya, no recuerda con exactitud la fecha de
la fundación de esta histórica Asociación, allá por los años 60.
Entonces él aún no había nacido, pero sí recuerda las carrozas que
desfilaron por última vez durante las fiestas de Rioseco, cuando apenas
tenía 5 años. La Panoya entonces era el alma de Rioseco, organizaba las
fiestas y todo aquello que hiciese falta.
Ahora y desde hace tres años, David ha unido sus fuerzas con otros
jóvenes para seguir los pasos de sus antecesores y recuperar la
actividad de esta Asociación. Necesitaban un local y alquilaron uno que
antaño fue un bar y que llevaba 30 años cerrado. Con mucha disposición,
trabajo, y una buena mano de pintura lo acondicionaron y crearon "el
Club"; así se conoce en Rioseco el local donde se juntan los socios y
preparan sus actividades. El Club se ha convertido en un importante
punto de reunión de los jóvenes, que no tienen otros lugares donde
reunirse, charlar, y pasar su tiempo libre. Utilizan todo tipo de
fórmulas para conseguir fondos y pagar el alquiler, como son la
organización de campeonatos de tute y parchís, y cuentan con la
colaboración de muchos socios de edad más avanzada que aunque no
participan directamente les gusta ver cómo las nuevas generaciones se
mueven por el pueblo. Por eso de entre los 150 socios que forman La
Panoya, hay un amplio abanico de edades, que oscila entre los 80 años
del socio fundador y los "veintitantos" de los que componen actualmente
la junta directiva.
Los jóvenes tan pronto están organizando la cabalgata de Reyes, como las
fiestas del pueblo, exposiciones de fotografías o charlas. Lo importante
es darle vida al concejo. ∆ |