Dolores Alvarez. Directora del Taller
de Empleo de Fucomi en Riosa |
Albañilería o pintura. Esas fueron las dos
opciones que se plantearon en el Taller de Empleo que Fucomi ha puesto
en marcha en Riosa. La convocatoria tuvo éxito. Se cubrieron las 24
plazas disponibles, y todas menos una son mujeres.
Ellas dan la nota
Y
es que las barreras de género cada vez son menos importantes. Lo
demuestra la estupenda aceptación de este taller entre la población
femenina del concejo, que ha acogido la iniciativa con una
abrumadora aceptación. Ellas son pintoras y albañiles en el Taller
de Empleo que comenzó en junio de 2006 y que finalizará el mismo mes
del año próximo.
Este Taller de Empleo forma parte de un programa de Fundación y
Empleo, que persigue mejorar las posibilidades de ocupación de los
desempleados mayores de 25 años. Consta de dos módulos de formación:
albañilería y pintura, compuesto por doce personas cada uno. El reto
es aprender el oficio o que se mejoren los conocimientos ya
adquiridos pero no de forma teórica, sino haciendo una obra real,
que en este caso es la rehabilitación del lado izquierdo del Colegio
Público de L'Ará, que el Ayuntamiento quiere rehabilitar para
dedicarlo a un centro polivalente de servicios múltiples.
La gestión del proyecto es de Fucomi, una Fundación docente de
carácter privado que nació en 1993 y que persigue facilitar la
formación dentro del ámbito de las cuencas mineras y proporcionar
medios para mejorar la inserción laboral de los jóvenes y de los
demandantes de empleo. La dirección de este proyecto corresponde a
otra mujer, Dolores Alvarez Alonso.
-¿Cómo
valoras el trabajo que se está haciendo en Riosa?
-Llevamos dos meses escasos y lo que hay es mucha voluntad de
trabajar, lo cual es muy importante. La gente tiene muchos ánimos y
ganas de ver las cosas hechas. Es un proyecto que está en su
concejo, en una zona muy visible. Les motiva que el resultado se
vea.
-Llama
la atención la altísima participación de mujeres.
-El proyecto tampoco iba dirigido al colectivo de mujeres
desempleadas, pero resultó así. Además el mundo de la construcción
es un mundo muy cerrado, muy "machista", y esto es un ejemplo de que
se pueden hacer muchas cosas y que la mujer puede alcanzar muchos
objetivos.
-¿Qué
es lo que más valoras de trabajar con ellas?
-El esfuerzo que están haciendo. La mayoría son mujeres casadas,
con cargas familiares; muchas tienen hijos pequeños y han de buscar
apoyo en la familia para que las ayuden. Es un noble esfuerzo, y
aunque el horario es de 8 a 3 ellas nunca dejan de asistir a su
trabajo. ∆ |