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porque Javier Villa tiene, a sus 18 años, la cabeza fría y muy bien
amueblada. Cree en el trabajo duro, en el esfuerzo y, lo más importante,
cree en sí mismo. Por eso es casi seguro que llegará muy lejos.
Su paso por las categorías inferiores ha sido meteórico, hasta que este
año ha llegado a la GP2, en donde está haciendo mucho más de lo que se
le pedía para esta primera temporada.
-A estas
alturas de temporada ¿puedes hacer ya un poco de balance de tu debut en
la GP2?
-Se sabía antes de empezar que la temporada iba a ser muy dura,
porque no se conocen los circuitos, había que preparar el coche,
acostumbrarme a él y a otro ritmo de trabajo. Pero según empezó se
fueron cambiando los planes, porque yo tenía la ilusión de poder ir más
rápido, veía que podía y que era cuestión de trabajo. Hubo muchos
problemas que nos retrasaron un poco pero luego fuimos ajustando y
mejorando.
Si sales desde atrás, no puedes hacer nada, pero si haces bien las
cronos, entonces cambias el planteamiento de la carrera, porque puedes
intentar ganarla.
-¿Cómo has
visto el empaste entre equipo, piloto, coche...? ¿Crees que ha
funcionado bien?
-Ha habido un poco de todo, se podría haber hecho más rápido, se
podían haber solucionado cosas primero, pero bueno, para lo que era este
año, aprender y trabajar, creo que no ha estado mal.
-¿Y cómo ha
sido tu cambio de mentalidad de una categoría a otra?
-Bueno, del F-3 al GP2 la verdad que el salto es grande. Cambia
todo, coche, potencia, ya no estás en boxes. El campeonato entero es
otro ritmo de trabajo, y hay que acostumbrarse.
Yo creo que lo llevé bastante bien, me echaron una mano, y no tuve
ningún problema.
-En GP2, a
diferencia de la F-1, los coches son iguales para todos. ¿Dónde se
marcan las diferencias?
-En el ingeniero, en el equipo... Ha habido algún piloto que en la
primera mitad de la temporada consiguió ocho puntos, y de ahí hasta
ahora, que llevamos cuatro carreras, consiguió 53.
Una cosa es que los coches sean iguales, y otra que dependa todo del
piloto. Dependes de un equipo que está detrás de ti que es el que te
hace ir primero o no.
-¿Es
difícil hacerse piloto profesional desde Asturias?
-Es un poco más difícil porque no tienes el salto de karting a
monoplazas, te tienes que desplazar un poco, pero lo más difícil es
conseguir el presupuesto.
Ahora mismo GP2 -estamos hablando de un millón y medio de euros-, es
difícil en todas partes. Personalmente no me puedo quejar mucho porque
la verdad es que siempre he recibido ayuda.
-¿Qué te
supone que se te compare con Fernando Alonso?
-Fernando es campeón del mundo, yo creo que es un piloto que está
marcando de todo en la F-1. Que me comparen con él por una parte me
tiene que halagar, pero lo cierto es que cada piloto tiene una
trayectoria. Puedes llegar a la F-1 antes o después, o puedes no llegar.
Es impredecible, pero desde luego es una meta que hay que intentar
conseguir.
-¿Cómo
empezaste a introducirte en las carreras de coches?
-Cuando eres pequeño ni pinchas ni cortas. Era a mi padre a quien le
gustaban los coches, así que me empecé a meter y me gustó.
"Es cierto que el
éxito depende
del piloto, que es el que tiene
que marcar el
ritmo, pero también es cierto que hay muchos pilotos que
eran unos fuera de serie, y
que al final se quedaron en casa
porque tuvieron mala suerte" |
-¿Cómo te
definirías como piloto?
-Siempre es complicado definirse a uno mismo, pero suelo ser un
piloto con mucha cabeza, sobre todo a la hora de la carrera. También soy
muy preciso para trabajar un coche y prepararlo para el tipo de
conducción que a mí me gusta realizar.
-¿Cuál es
la diferencia entre un buen piloto y un auténtico campeón?
-Eso es muy difícil de distinguir. Es más bien como surja tu carrera
y las ocasiones que hayas tenido. Es cierto que el éxito depende del
piloto, que es el que tiene que marcar el ritmo, pero también es cierto
que hay muchos pilotos que eran unos fuera de serie, y que al final se
quedaron en casa porque tuvieron mala suerte.
-¿Qué
cambios harías en tu entorno para el próximo año?
-Yo creo que se va a plantear y que se va a cambiar la gente que
trabaja conmigo esta temporada, concretamente los de ingeniería.
-¿Cuál es
tu sueño de futuro?
-Estando donde estoy ahora mismo, lógicamente quiero llegar a
campeón del mundo de F-1, pero sólo tengo 18 años. Fernando Alonso lo
consiguió con 24. Hacer eso sería la leche. Es algo que tengo en la
mente, pero que en realidad aún no me puedo plantear. Hay que ir paso a
paso porque está lejos. ∆