el
primero se puede decir que es casi una crónica de los dos últimos años
de nuestro país. En el segundo, Susana aborda el relato breve, contando
historias sobre mujeres de distintas generaciones.
-¿Cómo dos
publicaciones simultáneas?
-La editorial es la que marca la pauta. Supongo que utilizan el tirón de
una novela de catadura para sacar el otro en edición de bolsillo. Me
imagino que responde a cuestiones comerciales que ellos ven así.
-¿Te
desborda el éxito?
-Actualmente es habitual que empiece una edición en doce mil o quince
mil ejemplares, y eso sí me desborda. De mi libro "Cuentos de hombres"
la primera edición la pagué yo y se hicieron unos mil quinientos
ejemplares. Pensé que era muy poco, pero curiosamente ésa es la edición
media que se hace en este país, y si se hace. Para una edición grande se
habla de unos tres mil libros. La verdad es que se desbordó la
previsión. No es lógico, que una persona de mi edad a los cuarenta años
se ponga a escribir y ahora mismo con cuarenta y siete años tenga tantos
libros publicados.
-"En mi
soledad estoy" parece una reflexión muy profunda en cuanto al tema de la
libertad y la soledad. ¿El escritor, por el hecho de serlo, añade más
soledad a su vida?
-Mi vida habitualmente es un continuo trajín. En mi casa la gente entra,
sale, come… pero al final siempre me quedo un poco sola, porque hay
veces que mis propias preocupaciones no tengo con quién hablarlas. Me
considero una persona sociable, pero también es cierto que siempre me
encuentro sola, aunque esté rodeada por una multitud de gente.
-"Las
murallas más imbatibles son las propias. Las traiciones más amargas son
las que nos inferimos a nosotros mismos". ¿Estamos secuestrados por
nosotros mismos?
-Todo lo que pasa en el mundo hoy en día es por falta de libertad, pero
no solamente por parte de los gobiernos. La libertad, la nuestra
individual, va en dos direcciones, una hacia el exterior, que es luchar
por las libertades civiles y mantener lo que cada uno cree. La otra va
hacia el interior, que es la más difícil de mantener. Creo que ésta
última la matamos nosotros mismos y como consecuencia vivimos ficciones,
cosas que no son.
"Siempre me encuentro
sola, aunque esté rodeada por una multitud de gente"
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-¿Crees que
libertad y soledad van cogidas de la mano?
-Creo que sí, porque cuando ganas en libertad ganas en soledad. Por
ejemplo, cuando vives con una pareja o cuando te enamoras, eres cautiva.
Es cada uno el que pone en una balanza lo que más cree que le puede
interesar. Creo que la libertad y la soledad van unidas, y cuanta más
libertad, cuanto más poder, más soledad.
-"La vida
es corta pero ancha" es un título sugerente.
-Esta frase me la dijo mi tía Clara un día que yo estaba baja de
"biorritmos". Me dijo que la vida es realmente así. Todos vivimos en una
serie de círculos, cada uno en el suyo, pero los círculos tienen radios,
que son caminos casi infinitos por recorrer.
-En tu
novela tocas el tema del paso del tiempo, ¿crees que la mujer lo percibe
con más angustia que el hombre?
-No lo sé con exactitud. Posiblemente las mujeres lo vivimos así debido
a la presión a la que estamos sometidas. Por ejemplo, el hombre no tiene
los relojes biológicos tan marcados, puede tener hijos hasta una edad
más tardía. Yo no me imagino, por ejemplo, con un señor veinte años más
joven que yo, y sin embargo tengo amigos que sí se casaron con mujeres
más jóvenes que ellos.
-¿Qué te
gustaría que llegase de estos libros a los lectores?
-Ante una pregunta como ésta yo me quedo un tanto aplatanada. Mucha
gente aprovecharía para lanzar un mensaje, o algo así, yo simplemente
escribo y sé que me lee mucha gente. No necesito más.
-¿Alguna
obra en la recámara?
-"La fuerza de tu abrazo", una novela tipo Corín Tellado que va a salir
en junio. Lo firmo con el seudónimo de Davinia Truman, aunque todo el
mundo sabe que soy yo porque va con una foto mía. ∆