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SUPLEMENTO ASTURIAS   -  MARZO 2006

Jesús Montes, Portavoz de IU en el Ayuntamiento de Gijón

JESUS MONTES
Portavoz de IU en el Ayuntamiento de Gijón

 Ni en nombre de Dios

Recientemente ha sido publicado en la prensa regional un manifiesto titulado "La Multinacional de Dios" avalado por cincuenta firmas. Es un primer paso que pretende abrir un frente en Gijón contra todos los privilegios que disfruta la Iglesia Católica en nuestro país. Un trato de favor por parte del Estado que es, denuncian, claramente anticonstitucional.

Texto y foto: Lupercio González

"Somos ciudadanos/as españoles/as. No somos católicos/as, en ciertos casos porque algunos cristianos consideran que la Jerarquía Católica ha pervertido el mensaje, pero no hemos sido capaces de conseguir que nos borren de la lista de la confesión religiosa, pues, hasta ahora, nos ha resultado 'misión imposible'..."
Así comienza el manifiesto que ha promovido, entre otros, el líder de Izquierda Unida en Gijón, Jesús Montes. El nos desgrana las razones que le han llevado a crear este movimiento cívico.

-¿Cómo surgió la idea de este manifiesto?
-Puedo decirte que por una parte representa una posición, no diríamos radical, sino bastante equilibrada respecto al tema de la LOE. Nos dimos cuenta de que la nueva Ley de Educación consolida una serie de privilegios que la jerarquía de la Iglesia Católica ha mantenido siempre, y no nos pareció apropiado, especialmente viendo el comportamiento de los obispos, tan explícito en los últimos tiempos, y conociendo los elementos históricos del papel que la Iglesia ha desempeñado en otras épocas. Ellos siguen considerándose los amos, los que están en la obligación de modelar mentes, por eso, un tanto cabreados, decimos que se nos dé de baja. Pero la Iglesia Católica como institución y el PP como partido, son dos entes que no dan de baja a nadie, solamente dan altas. Nosotros no queremos nada con ellos porque están para defender los intereses y los privilegios de una minoría. Fue así como acabamos haciendo un manifiesto que titulamos "La multinacional de Dios", con cincuenta firmas.

"La Iglesia Católica como institución y el PP como partido, son dos entes que no dan de baja a nadie, solamente dan altas"

-¿Creen entonces que la LOE cede mucho terreno?
-Nos pareció que el gobierno de Zapatero estaba de alguna manera "pasteleando" con unos y con otros, por eso pensamos que había que reforzar y presionar a IU Federal para que tuviera una posición ideológicamente más fuerte y más tajante frente a la LOE. Pensamos que ésta era una ley que debe estar sujeta a los intereses de la inmensa mayoría, y atendiendo también a los criterios de una gran parte de los países de la Unión Europea. Es decir, defender lo público. Somos conscientes de que la Santa Madre Iglesia Católica tiene unos locales, quizás los mejores y además pagados entre todos. Nosotros creemos que la religión debería quedarse en esos locales y que la escuela se dejase para educar.

-¿Qué objetivos concretos persigue este manifiesto?
-Aquí hay situaciones que se vienen manteniendo desde hace mucho tiempo. El Concordato por ejemplo es predemocrático, de 1969. ¿Qué sentido tiene que un estado formalmente aconfesional, teóricamente laico, siga manteniendo un Concordato que establece unos privilegios enormes? ¿Cómo se puede seguir manteniendo a una jerarquía de la Iglesia católica, absolutamente reaccionaria, que se manifiesta contra todo aquello que pretenda dar un paso adelante? Están contra todo: contra los preservativos, contra el divorcio, contra el aborto... Son una rémora social. Desde todas esas perspectivas, nos consta que en un tema tan ideológico como éste, hay miles de personas en España que sería una pena que no tuvieran un mínimo referente de una fuerza política claramente laica, claramente de izquierdas y que a la vez sea un contrapeso al posibilismo del Partido Socialista.

-¿Es un manifiesto ateo?
-No exactamente. Nosotros siempre que nos referimos a los privilegios de la jerarquía hablamos de los obispos. Somos conscientes de que en nuestra organización hay personas que firmamos que no tenemos ningún grado de creencia ni de fe en este sentido, y también hay gente que firmó ese manifiesto que se consideran creyentes sin más. No fue una recogida de firmas masiva, pero tampoco se puede decir que aparecen "los rojos de siempre".

-Hubo ciertas dificultades para difundir el manifiesto en los medios de comunicación.
-Incluso pagando tuvimos muchas dificultades para que el manifiesto apareciera en un medio. Yo mismo tuve que firmar haciéndome responsable de todas las derivaciones que pudieran surgir a partir de su publicación. Y uno, que tampoco nació ayer, se da cuenta una vez más de la presión que hay, que a veces se percibe en la calle, y otras veces se percibe desde otros estamentos. Se nos llegó a decir que el titular ya es una provocación. Nosotros pensamos que la provocación son un montón de obispos en una manifestación.

-¿Qué privilegios disfruta la Iglesia Católica que realmente son anticonstitucionales?
-Ahora mismo la propia LOE creo que tiene aspectos que rozan la anticonstitucionalidad. El asunto de los conciertos es uno de ellos. Hasta ahora sobre el tema se venía diciendo que, siendo la enseñanza pública la base, se podrán hacer conciertos cuando la enseñanza pública no abarcase de manera suficiente todo lo relativo a la enseñanza. Pero ahora el tema no es que se puedan hacer, sino que dice textualmente que se concertarán, no hay lugar a la interpretación. De ahí se deduce que los privilegios son muchos.
Otra cuestión importante es el tema económico. En la declaración de la renta todos tenemos una casilla para poner una cruz si queremos aportar dinero a la Iglesia, pero curiosamente no hay otras posibilidades dentro del IRPF, es decir, no tengo la posibilidad de elegir colaborar con una entidad de otro tipo. Además de todo esto, el montón de dinero que fluye a través del Concordato hacia la Iglesia católica es tremendo.

¿Qué sentido tiene que un estado formalmente aconfesional, teóricamente laico, siga manteniendo un Concordato que establece unos privilegios enormes?

-Las iglesias, ¿patrimonio público o privado?
-Yo creo que en este país se puede presumir en gran medida de multitud de aspectos de una talla cultural inmensa, un parque que proviene históricamente de la Iglesia. El problema es que cuando te planteas visitar alguna de ellas, una iglesia pequeña por ejemplo, como una cuestión de interés cultural, te encuentras con que puedes verla por fuera, pero no por dentro porque las llaves las tiene el cura. Y si visitas alguna Catedral, más de lo mismo. Hace poco me acerqué hasta Cuenca, donde se remodeló la Catedral recientemente y nos encontramos con que a las siete de la tarde ya no se podía entrar, porque había culto. Lo que se puede exigir si en ese momento están con alguna cuestión de culto es que, por deferencia a los creyentes, no se hagan fotos, no se hable en voz alta, es decir unos mínimos de educación. Pero no, se opta por cerrar la Catedral. Pero, ¿con qué dinero se remodeló? Pues con el dinero de Cultura, que es de todos los españoles, pongamos o no pongamos la cruz. Como contraste, en cualquier país europeo puedes visitar absolutamente todo de manera gratuita.

-¿Qué teme perder la Iglesia? ¿Por qué no se resigna a ocupar su lugar, como cualquier otra confesión religiosa?
-La Iglesia pretende mantener, fundamentalmente, su lugar de privilegio. Aspira a influir de manera directa en los cerebros de la inmensa mayoría del personal. Si no fuese así yo creo que hay cosas que no se explican. Su preocupación por mantener este tipo de privilegios es constante. Si fallece una persona, por ejemplo, por defecto siempre se le pone una caja con una cruz, no se pregunta primero. Es así, a través de signos como éste, como dejan perfectamente claro que esto es una especie de reserva espiritual de dominio de la Iglesia Católica. Luego se dice que los fundamentalistas son los árabes, pero aquí hay un grado de fundamentalismo tan alto o incluso más, dependiendo de la zona en que te muevas.

-Queréis destacar el hecho de que es un escrito que no está bajo ninguna sigla en concreto.
-Sí. En un principio la gente pensó que era un manifiesto de IU y resulta que no, aquí no hay ninguna sigla, aquí hay cincuenta personas indignadas. No se pueden dejar pasar estas cosas, porque si solamente opinan unos, yo creo que hay una gran parte de la población que se puede sentir un poco huérfana, sin poder leer opiniones que conecten más con lo que son ellos, y no sólo viendo y oyendo lo que se les mete en la cabeza sistemáticamente.

"La Iglesia pretende mantener el lugar de privilegio que ocupa. Aspira a influir de manera directa en los cerebros de la inmensa mayoría del personal"

-¿Tendrá una continuidad?
-Uno de los aspectos que estuvimos reflexionando, a tenor del impacto y la sorpresa que de alguna manera creó en la ciudad y en algunos puntos de Asturias, fue la posibilidad de articular el manifiesto de una manera abierta, acogiendo a todo el mundo, y siendo conscientes de que al menos en esta ciudad y también en Asturias hay muchas personas que no quieren saber absolutamente nada de la jerarquía de la Iglesia católica. Pensamos si crear algún tipo de asociación, con gente que tuviera algo de tiempo y que se pudiera poner al frente. Es una cuestión que no tenemos descartada.

-En algunos casos, los ritos y los preceptos católicos se siguen más por una cuestión de cultura y costumbre que de auténtica fe.
-Sí, hay muchas personas por ejemplo que siguen las esquelas. Aún así, hay razones de carácter histórico muy fuertes que hay que tener en cuenta para entender este tema.
Aquí hubo una revolución en el 34. El papel de los curas en términos genéricos siempre estuvo al otro lado de la barricada, nunca con la gente. Todo esto provocó un nivel de rebeldía y de rechazo tremendo ante cualquier signo de la Iglesia. Es curioso que si vas al entierro de un vecino más o menos conocido de la Cuenca, verás mil personas fuera de la Iglesia y treinta y siete dentro. La gente acompaña hasta la puerta y espera a que salga el féretro.

-¿Cree que los españoles en general desean colocar a la Iglesia en el lugar que debería estar, o por el contrario, la mayoría desea seguir manteniendo esta farsa espiritual?
-Me atrevería a decir que la inmensa mayoría de los españoles están más en la clave de poner a cada cual en el lugar que le corresponde y por tanto, también a la Iglesia. Tienen sus locales: que se los paguen; tienen sus cuotas: que las mantengan, pero no a costa de la inmensa mayoría de los españoles. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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