esde
su posición Eloy Alonso contempla satisfecho cómo las empresas
asturianas apuestan por la calidad y por la modernización. El reto
siguiente es conseguir la unión entre las mismas para poder competir en
el ámbito comunitario, y desterrar una excesiva atomización en el
sector.
-Transcurrido
este primer trimestre del 2006, ¿cómo valora la evolución del sector en
Asturias?
-Habría que hacer una división en dos aspectos. Por un lado hay que
valorar globalmente el sector de la construcción en Asturias, el cual
personalmente veo muy bien, no sólo en el presente sino también a medio
plazo. Creo que en Asturias estamos teniendo y vamos a tener un gran
volumen de actividad, tanto en edificación como en obra civil,
carreteras, ferrocarriles, puertos, obras singulares. Como se sabe, la
CAC ha firmado un acuerdo con la Consejería de Vivienda para llevar a
cabo el desarrollo del programa que el gobierno autonómico tenía
previsto para la construcción de 15.000 viviendas en Asturias, viviendas
sociales y con algún tipo de protección. Y con este plan que se ha
firmado vamos a superar ese número.
Por otro lado, hasta ahora no hemos sido capaces de aprovechar el boom
del sector que se está produciendo en Asturias. Quizás ha faltado
voluntad política por parte de los gobernantes autonómicos para valorar
suficientemente la importancia que tiene, no sólo para el empleo
estable, sino también para la propia economía y financiación de la
autonomía en esta región.
"De forma
mayoritaria, las pequeñas y medianas empresas somos las que
nutrimos el núcleo industrial de cualquier región no sólo de
España sino de Europa" |
-Muchas
empresas asociadas a este Grupo se han ampliado y modernizado conforme a
las demandas del mercado. ¿Cómo repercutirá esto en un futuro próximo
con todo el volumen de construcción que se plantea para esta región?
-Hemos apostado por la modernización de nuestras empresas. Creo que
a día de hoy hay muy pocas empresas que estén obsoletas en sus
instalaciones, o que no hayan tenido un acceso, bien directo o
indirecto, a sistemas de calidad. Creo que en estos momentos las
empresas están en disposición de atender cualquier tipo de demanda,
tanto en volumen como en calidad, en servicio al cliente y al mercado en
definitiva.
-El
hecho de estar en la Comunidad Europea ¿exige a las empresas del sector
un cambio de mentalidad?
-En Asturias tenemos una excesiva atomización de las empresas. Es un
grave error intentar mantener esos "nichos" de mercado, tan reducidos
que en cualquier momento pueden desaparecer por la introducción en
nuestro mercado habitual de empresas foráneas con más capacidad de
producción, con más organización y dispuestas a competir con nuestros
productos. Yo llevo años apostando por una unión de empresas de la misma
tipología, a fin de que dejemos de ser microempresas y seamos capaces de
competir con lo que cada día más nos va a llegar de fuera, no sólo del
resto de España sino también de la Comunidad Europea.
"Quizás ha faltado voluntad política para valorar
suficientemente la importancia que tiene el boom de la
construcción, no sólo para el empleo estable, sino también
para la propia economía y financiación de la autonomía en
esta región" |
-¿Cómo
percibe el boom inmobiliario que se está produciendo en toda la cornisa
cantábrica y en particular en el litoral asturiano?
-A nosotros el boom inmobiliario nos ha llegado con cierto retraso,
sobre todo el boom de segunda vivienda costera. Nosotros teníamos un
gran lastre en el tema de las comunicaciones, que poco a poco se va
solucionando. A medida que la autovía del Cantábrico se va abriendo al
tráfico en el norte de España, vemos que la construcción en zonas
costeras se va incrementando de una forma muy notable. Somos conscientes
de eso, y para ello, hemos ido modernizando e incrementando nuestras
capacidades de producción y de atención a nuestros clientes, pensando no
sólo en el plan de vivienda protegida, de la vivienda habitual que se
viene construyendo en Asturias, sino también en ese boom costero de
segunda vivienda que no es sólo para el mercado asturiano sino también
para el mercado del norte y centro de España que se está comercializando
de una forma importante.
-El
acuerdo suscitado entre la CAC y la Consejería de Vivienda para la
construcción de viviendas protegidas habrá supuesto un paso muy
importante.
-Sí. Este plan que se va a llevar a cabo, incluso superando las
15000 viviendas previstas en un principio, va a tener éxito en todos los
aspectos, porque ahora mismo hay tres estamentos importantes que han
llegado a un acuerdo. Por una parte el demandante, que estaba reclamando
ese tipo de vivienda porque a otra no podía llegar desde el punto de
vista económico; por otra parte, el Gobierno del Principado, que por fin
ha establecido la legislación oportuna para que ese Plan tenga visos de
viabilidad. Finalmente, también los promotores y constructores han visto
que en esas condiciones sí pueden acceder a desarrollar los programas de
vivienda protegida.
-En
cuanto a la formación profesional, ¿cuál es la situación de
disponibilidad y preparación de la mano de obra en esta región?
-A corto plazo la falta de mano de obra cualificada se va a ir
agravando, puesto que en la pirámide de edad de los trabajadores del
sector de la construcción -sobre todo en ciertas categorías
profesionales- hay muchas personas en edades próximas a la jubilación.
Tenemos un grave problema a corto plazo, porque no encontramos la
solución adecuada para poder sustituirlos. No es fácil conseguir
personas con esas características, sobre todo pensando que la mano de
obra que nos pueda venir de fuera, incluidos inmigrantes, posiblemente
en una gran mayoría no tengan la capacitación adecuada para poder
desempeñar esos cargos. Desde la Fundación Laboral estamos haciendo
esfuerzos ímprobos para paliar esas carencias.