-¿Cómo
valora la sintonía con el Gobierno Regional, en cuanto al cumplimiento
de las licitaciones acordadas?
-Después de épocas de desencuentro con el Gobierno Central anterior,
parece que ahora hay una sintonía clara entre ambos gobiernos y esto
está repercutiendo positivamente en obras y licitaciones. Bien es cierto
que el desarrollo en infraestructuras que tenemos en Asturias nos parece
lento y nos parece tardío. Nos gustaría que estuviese todo hoy, mejor
que mañana, pero entendemos que estas grandes obras requieren unos
plazos y unos tiempos que no se pueden obviar.
-¿Es
suficiente el interés por parte de las administraciones -local y
regional- en la creación de viviendas de protección oficial?
-Indudablemente se ha apostado mucho desde el Gobierno Regional por
las viviendas con algún tipo de protección porque saben que hay una gran
demanda. Y en el acuerdo al que se ha llegado después de una ardua
negociación las dos partes han estado interesadas en que salga adelante.
En Oviedo hay expectativas para 12000 viviendas, en Gijón lo mismo. Y yo
creo que es algo que ha impulsado tanto el sector privado como el
público, bien es cierto que con diferencias, porque siempre hay puntos
de vista contrapuestos, pero al final se ha llegado a un acuerdo
equilibrado que va a hacer que el tema funcione.
-¿Está
compensado el nivel entre oferta y demanda de viviendas?
-Básicamente sí. Es cierto que ahora ya no se vende todo a mil por
hora, como estaba pasando hace poco tiempo, ni se vende todo a cualquier
precio y en cualquier sitio. Se ha normalizado un poco el tema. Y es muy
sano que así sea, porque si no puede ser una gran burbuja que afecte a
todo el conjunto.
"Es cierto que ahora
ya no se vende todo a mil por hora, ni a cualquier precio.
Se ha normalizado un poco el tema, y es muy sano que así
sea" |
-¿Podría
llegar a construirse de forma excesiva en la costa asturiana?
-En el caso asturiano yo creo que no tendría que preocuparnos
demasiado porque al final se hará lo que se necesite o tenga demanda. De
todas maneras aquí podemos estar tranquilos. No se harán aberraciones
porque el POLA, que es otra iniciativa del Principado, tiene unas líneas
de actuación que nos van a dejar a salvo de esos malos ejemplos que
pueden verse en otras zonas costeras de España. Así que no hay que tener
miedo, mientras se respete la legalidad y se construya con unos
criterios racionales.
-¿Y en
cuanto a la edificación?
-Hasta ahora este tema ha estado básicamente sustentado por la
vivienda libre, pero es muy posible que en los próximos años se produzca
un trasvase de actividad. El tema de vivienda libre se está
ralentizando, a la vez que hay expectativas serias para las viviendas
con algún tipo de protección. Eso permitirá un repunte muy importante en
los próximos años.
-¿Cuál es
el objetivo principal del Grupo?
-Básicamente conseguir un nivel de actividad importante para el
sector. Hay que tener en cuenta que la construcción es el sector que
lidera el crecimiento en Asturias. Entendemos que la construcción no ha
de tirar permanentemente de Asturias, pero por desgracia seguimos siendo
el sector que más lo hace, y a medida que pasan los años está menos
claro que otro pueda tomar el relevo.
También nos preocupa mucho la formación, poder establecer una carrera
profesional dentro del sector, porque trabajar en la construcción
socialmente no está muy bien visto. Quizá tenemos ahí nuestra parte de
culpa, porque no hemos sabido vender esta actividad.
Otro frente muy importante es el de la seguridad y la prevención de
accidentes laborales. Dentro de CAC los índices de siniestrabilidad
están muy por debajo de la media del sector. Tenemos un servicio de
prevención propio que asesora y visita las obras de los asociados. Es un
tema que nos preocupa.
"Aquí no se harán
aberraciones. El POLA tiene unas líneas de actuación que nos
van a dejar a salvo de esos malos ejemplos que pueden verse
en otras zonas costeras de España" |
-¿Cuáles
son los principales obstáculos que encuentran las empresas del Grupo de
Contratistas?
-La gran dificultad en cuanto a la obra pública es su
discontinuidad. Las empresas constructoras creen muy difícil poder
dimensionarse adecuadamente porque para eso lo lógico sería poder prever
un nivel de actividad a medio y largo plazo, lo cual es imposible,
porque evidentemente las constructoras viven casi en un porcentaje
próximo al 100% de licitaciones públicas. Nadie tiene asegurado cuándo
le van a adjudicar una obra, con lo cual hay que estar siempre peleando.
Otro tema complicado, que afecta a toda España, es la reposición de mano
de obra cualificada. Es un problema que nos preocupa mucho. Las
iniciativas que CAC junto con FLC han desarrollado hasta ahora no han
dado el resultado apetecido. La incorporación de la mujer al sector,
otra de las grandes apuestas, fue un fracaso sin paliativos y ahora
estamos a punto de implementar una nueva iniciativa. Se trataría de
pagar un incentivo a las personas en el paro que se formen en
determinados cursos de la FLC.
-Pasado
ya el primer trimestre de 2006 ¿qué valoración podría hacer del sector
de la construcción en Asturias?
-Yo creo que hay que ser optimistas. En el tema de obra pública,
ciñéndonos al caso asturiano, es verdad que desde hace dos o tres años
la actividad ha sufrido una revolución importante debido a las grandes
infraestructuras del Estado. Cuando finalicen se va a notar, porque,
evidentemente su ritmo va a ser menor. También hay que nombrar la
distribución de fondos europeos. Todos sabemos que a partir del 2007 van
a empezar a decaer hasta el 2013, y eso también va a tener
repercusiones. Dentro del ámbito regional hay que pensar que sí vamos a
mantener un nivel de actividad, porque obviamente hay mucho que hacer en
Asturias. ∆