Texto y foto: Lupercio González
Paloma
Sainz López es licenciada en Derecho por la Universidad de Oviedo. Como
funcionaria de nuestra Comunidad Autónoma ha estado involucrada
profesionalmente con temas relacionados con el empleo, la formación y
los programas europeos. En 1.999 es nombrada Directora de Formación
dentro de la Consejería de Trabajo y Promoción de Empleo y en la
presente legislatura se hizo cargo de la actual Dirección de Formación
Profesional de Asturias dentro de la Consejería de Educación y Ciencia.
-Las cifras son claras: seis de cada diez alumnos
asturianos de FP encuentran un puesto en el mercado laboral al concluir
sus estudios. No ocurre tal cosa con los que salen de la Universidad.
¿El futuro está en la FP?
-La Formación Profesional tiene una calidad lo suficientemente
importante como para que la gente de este nivel formativo pueda
incorporarse al mercado de trabajo en las ocupaciones que éste demanda.
Hay una tendencia, contrastada también con otros países de nuestro
entorno europeo, Alemania por ejemplo, que nos indica que casi dos
tercios de las personas que demanda el mercado laboral están vinculadas
a la Formación Profesional.
La media del porcentaje de inserción que estamos teniendo ronda el
sesenta por ciento. Hay especialidades relacionadas con el sector
industrial que nosotros priorizamos, como las vinculadas a determinadas
ramas de servicio: transporte, comercio, hostelería, ayuda a domicilio,
etc. Temas tradicionales como la construcción, tienen porcentajes mucho
más altos. Si dependiera de los empresarios, hay incluso alumnos que no
acabarían la formación, porque los reclaman antes.
Otra cosa diferente es que de momento todavía estemos dando más
formación para universitarios que para Formación Profesional, pero el
mercado laboral en este momento está demandando más gente de Formación
Profesional.
"Antes no veías a
una conductora de camión y ahora sí; antes no veías a un
azafato y ahora sí. La sociedad está cambiando" |
-¿Cómo está cambiando la percepción social con
respecto a la FP?
-Pues mira, no hace muchos años eran los propios padres los que
decían a su hijo: "Tú intenta una carrera universitaria, que si te va
mal, tiempo tienes para hacer la Formación Profesional". Por esa razón
muchos alumnos no la escogían como primera opción.
-Se acaba pues el tópico que decía que "el que vale,
vale, el que no, para FP?
-Eso ha cambiado absolutamente, primero, porque la FP tiene un
abanico amplísimo de oferta en la que cualquier persona puede encajar
sus aptitudes personales y su vocación profesional. En Formación
Profesional Reglada, por ejemplo, hay veintidós familias. Dentro de eso
ofertamos una serie de títulos vinculados al grado medio y grado
superior. Y en formación ocupacional, que es la formación vinculada a
los desempleados y de índole más práctica, tiene más de trescientas
ocupaciones reconocidas. Es raro que una persona no encuentre un hueco
para poder combinar su aptitud personal, su capacidad y su motivación
laboral.
-La incorporación de la mujer al mundo de la
Formación Profesional ¿va a un ritmo satisfactorio?
-Hay muchos retos, porque la Formación Profesional es muy dinámica.
Pero uno de los retos que tenemos siempre es la incorporación de la
mujer a determinadas ramas. En Formación Ocupacional, por ejemplo, más
del 55% son mujeres. Hay muchas también en Formación Reglada, casi la
mitad, pero es cierto que se incorporan con más dificultad a ramas que
son tradicionalmente masculinas, que es donde suele haber mejores
condiciones laborales, mejores condiciones de convenio y más
posibilidades de desarrollar una profesión. En Formación Reglada las
ramas vinculadas a imagen, personal, administración o turismo, tienen
mucha participación de mujeres, pero las ramas industriales,
construcción, metal, fabricación mecánica, etc., todos esos campos donde
pueden tener mejores condiciones laborales o de conciliación, no estamos
todavía teniendo los resultados que nosotros quisiéramos en cuanto a la
incorporación de la mujer.
-Pongámonos en el supuesto de que una persona pide un
fontanero para que vaya a su casa a arreglar una avería y aparece una
mujer. ¿Cómo asume la sociedad asturiana la incorporación de la mujer a
tareas que no desempeñaba habitualmente?
-Creo que como todo. Si hay algo dinámico es la propia sociedad, a
la cual nos tenemos que adaptar. Nosotros sabemos cómo está estructurado
el mercado laboral y sabemos que, o incorporamos a mujeres o muchos
puestos de trabajo no los vamos a poder cubrir. Hay que incorporar a
toda la población activa y tenemos que ponerla a pleno rendimiento.
Por otro lado ahora se hacen muchos esfuerzos
de promoción y de publicidad. El Gobierno del Principado de Asturias
tiene como prioridad transversal el tema de la igualdad de oportunidades
y eso se transmite a todos los departamentos de la Administración. Y la
sociedad no es sorda a este tipo de esfuerzos. Además, tú quieres que tu
hija trabaje, y te parece injusto que teniendo una profesión le pase un
hombre por delante, o que con la misma cualificación puedan llegar a
cobrar menos. Todo eso es algo que se está moviendo y que va cambiando.
Antes no veías a una conductora de camión y ahora sí; antes no veías a
un azafato y ahora sí. O sea, está cambiando para lo uno y para lo otro.
"El mercado laboral en este momento está demandando más
gente de Formación Profesional que universitarios"
-Asturias asume sus competencias educativas y crea
sus propias directrices. ¿Cómo se sitúa el sistema formativo asturiano?
-Hay un primer momento de transferencia en el que se produce un
cambio brutal de forma cuantitativa, en cuanto al presupuesto y en
cuanto a los beneficiarios, y también hay un período de adaptación de
los programas. Nosotros hemos incorporado muchos programas y mucho
presupuesto, pero lo hicimos de una forma paulatina, teniendo muy en
cuenta la calidad.
Otro paso importante se da en esta legislatura. El Presidente del
Principado tiene muy claro que, independientemente de los modos de
gestión y de las vías de financiación, la Formación Profesional, que
está nutrida de la Formación Reglada, de la Formación Continua (para
ocupados) y de la Formación Ocupacional (para desempleados), tiene un
mismo objetivo común, que es dotar de competencias adecuadas a sus
recursos humanos para que se ajusten a lo que demandan las empresas, y
por tanto, que les permita incorporarse o mantenerse en el mercado de
trabajo con las mejores garantías de empleo y de calidad. Ese objetivo
común tendría que estar unificado en un único departamento, en favor de
la eficacia.
-Es un hecho importante que por primera vez se
unifique toda la Formación Profesional. ¿Cuáles son las ventajas de este
paso?
-Sí, aquí se tomó la decisión, por primera vez en toda España, de
unificar en un único departamento toda la gestión de la Formación
Profesional. Así se rentabilizan los recursos públicos y resulta posible
tener una programación que de forma más coordinada dé respuesta a todas
las necesidades que puedan tener las empresas. Eso fue lo que se hizo
aquí. Administrativamente es un tema complejo, pero nos permite tener
una visión conjunta de las necesidades de Formación Profesional, nos
permite la posibilidad de hacer una ordenación de la oferta, para que no
quede ningún hueco por cubrir. El mundo laboral es muy dinámico y no
siempre se pide lo mismo. Si no tenemos claro eso entonces estamos
perdidos, porque todos tenemos que formarnos, todos tenemos que
prepararnos más. La formación tiene que ser a lo largo de toda la vida.
"La
Formación Profesional es más ágil, más práctica y permite
adaptarse de una manera más rápida a lo que pide una empresa, a
las necesidades del mercado" |
-¿La FP ha contribuido al cambio de mentalidad que ha
necesitado la reconversión asturiana?
-Absolutamente, y más teniendo en cuenta la historia industrial de
Asturias y el peso que han tenido las grandes empresas públicas, como
ENSIDESA, HUNOSA, y la administración pública, en donde la gente
encontraba trabajo de una forma permanente. El cambio que surgió con la
reconversión industrial y la crisis, nos hizo ponernos las pilas y
adaptarnos a las necesidades del mercado.
Hoy más del 98% del tejido empresarial de la región son Pymes. Esto nos
está indicando que hay muchas ocupaciones vinculadas a esos nuevos
yacimientos que hay que cubrir. Pero son puestos que no los cubre sólo
la Universidad. Eso tiene que salir de otro tipo de competencias y de
ocupaciones que están más vinculadas, en muchos casos, a la Formación
Profesional. Esto se debe a que la Formación Profesional es más ágil,
más práctica y permite adaptarse de una manera más rápida a las
necesidades del mercado.
-¿El haber asumido la responsabilidad de esta
Dirección General es un reto personal o una circunstancia del destino?
-Para mí es un reto personal importante y una oportunidad que ha
surgido dentro de mi vida laboral, que me exige además compatibilizarlo
con mi vida familiar. Mi deseo es llevar a buen puerto, por supuesto con
el apoyo de un buen equipo, el tema de la Formación Profesional, que es
un tema prioritario en cualquier comunidad. De nada valen las
inversiones en equipamientos, de nada vale traer empresas, de nada vale
hacer un buen plan industrial, si no tenemos una buena formación que
dinamice todos esos elementos. La educación es lo más importante de un
país. Invertir en formación es invertir en presente y es invertir en
futuro, porque el futuro se hace con el día a día. ∆ |