EL CAMINO DE LA
EMPRENDEDORA
Kike
lleva ya varios años en ASEM y su trabajo le recarga las pilas. La
pasión por lo que hace esta mujer, va implícita en sus palabras. Tal vez
porque siempre dice lo que piensa, guste o no a quien la escucha. Y si
no que se lo digan a los políticos asturianos.
Es natural de México, pero llegó a Asturias con tan sólo nueve años,
donde ya tiene hondas raíces. Estudió periodismo, pero las vueltas de la
vida la han llevado a convertirse en una destacada empresaria. Tiene
nombre de hombre, pero se dedica en gran medida a ayudar a otras mujeres
con menos opciones. Para ella esto es un placer, y por qué no, también
una obligación.
-¿Cómo definirías Empresa-Mujer?
-Es una Asociación que tiene una finalidad básicamente, y es ayudarnos y
cooperar entre las mujeres empresarias para mejorar y crear una
verdadera red; luego, también formar e informar. Informar es importante
porque muchas veces los pequeños negocios absorben tanto tiempo que se
pierde la capacidad de salir fuera y ver lo que hay, lo que supone
perder oportunidades de mejorar tu negocio, de conocer cosas nuevas, de
ganar más dinero. Ahora mismo hay muchísima información. Desde ASEM lo
que hacemos es cribar esa información y darla para que llegue
directamente lo que le interesa a cada una. Otra parte es la de formar,
porque a veces hay carencias que a través de la formación se pueden
solucionar. Es una formación que queremos que sea muy útil, muy corta y
muy incisiva. Nos negamos a dar horas y horas de formación para
justificar fondos porque de esa manera estaríamos jugando con el tiempo
de las personas.
-¿Quién forma este colectivo?
-En la Asociación estamos trescientas mujeres, pero la red de
cooperación está formada por novecientas que a su vez forman parte de
una iniciativa llamada la Feria Virtual y que, como ya dice su nombre,
es un escaparate internáutico de los servicios que ofrecen empresas
asturianas que están a cargo de mujeres. Nosotras en realidad
funcionamos con la red total. Las novecientas mujeres están
permanentemente informadas, recibiendo posibilidades de hacer cosas
porque nosotros no queremos ser una asociación endogámica que se muere y
alimenta en ella misma. Queremos realmente que se amplíe, que llegue a
muchas mujeres, que las informe, porque ahora ya somos más de
novecientas y en enero seremos mil.
"Mi madre nunca me
preguntó qué iba a estudiar sino qué negocio iba a poner" |
-Sois muchísimas ¿cómo es posible coordinar a tantas
personas?
-Unas con otras, no tenemos nada jerarquizado. En eso las mujeres
tenemos una manera de hacer las cosas distinta a los hombres. No digo
que mejor ni peor, distinta. Nuestra manera de hacer las cosas aplicada
a la empresa y aplicada a las estructuras es muy interesante. Desde el
primer día que nos reunimos aplicamos nuestra forma de ser y de hacer a
la Asociación y nos ha funcionado de maravilla. A la hora de trabajar
las mujeres delegamos, somos horizontales, consensuamos y somos muy
sobrias en gastos. Lo que para nosotros es una manera de funcionar
natural que ponemos en práctica en nuestros negocios, lo hemos aplicado
a la Asociación y nos ha funcionado de maravilla.
-¿Resulta más fácil trabajar con mujeres que con
hombres?
-Sencillamente es una cuestión de mentalidad. Las mujeres a la hora de
trabajar en la empresa somos terriblemente prácticas, a veces nos
pasamos. A la hora de crear la Asociación no se nos ocurre planificar lo
primero dónde vamos a alquilar una sede y dónde vamos a comprar los
muebles, mientras que ellos es lo primero que hacen. De hecho nosotras
no tenemos sede, no la necesitamos en realidad, porque todas tenemos
negocios y cualquier negocio puede ser la sede para las reuniones. Una
sede implica gasto de teléfono, gasto de una persona, pérdidas de
tiempo, origen de cotilleos... ese dinero lo aplicamos a formación o
actividades y luego subcontratamos todos los servicios que necesitamos.
Son unas mentalidades tan diferentes que a veces choca. Nosotras en
ocasiones pecamos de falta de ambición, hablo de la ambición buena no la
ambición que pisa a los demás, y que nunca tiene justificación. Cada uno
hace las cosas como sabe, o según su mentalidad, por eso la mezcla entre
unos y otros es tan buena, porque se coge lo mejor de cada uno.
-El día de la mujer trabajadora: ¿una necesidad o una
hipocresía?
-A estas alturas a nadie se le ocurre que la mujer no trabaje,
sinceramente, lo que pasa es que es una cosa que políticamente le viene
muy bien a mucha gente. Es como una inercia, como el día del niño, el
día de Asturias...
-Hace poco tiempo fuisteis a Vitoria, y en
coordinación con la Junta del Principado montasteis varios stands a las
puertas de un centro comercial. A pie de calle mostrasteis las
excelencias de Asturias. ¿Se vende mejor desde el lado femenino?
-Yo creo que sí. Lo de Vitoria fue mucho trabajo por parte de mujeres
que tienen su negocio aquí, que están toda la semana trabajando y que
van un fin de semana y siguen trabajando de sol a sol. Y con la
sensibilidad y la audacia de estar con los folletos en la mano parando a
gente, doce horas un día y doce horas otro. Esa capacidad de sacrificio,
de trabajo y esa desvergüenza, que hace que no nos importe que un vasco
nos pegue un grito, no sé si hay muchos hombres que la tengan. Nosotras
no fuimos a comer a ningún asador, comimos un pincho, y a continuar
trabajando, y no se oyó ni una sola queja. La verdad es que a mí me
impresionó. Con este tipo de iniciativas lo que pretendemos es
desestacionalizar la oferta de turismo, por eso vamos a ir a centros
comerciales de lugares cercanos que te permitan venir de fin de semana.
La próxima será en un centro comercial de Madrid.
-¿La unión de mujeres es una utopía, una realidad ya
conseguida o un camino de salida?
-Nosotras en Asem lo hemos conseguido. A nivel particular yo tengo muy
claro que estoy dispuesta a trabajar por las mujeres. Sacar adelante
esto me supone mucho esfuerzo y tiempo que podría dedicar a mi negocio,
pero es una parte de mi responsabilidad social y de mi implicación con
la sociedad. Lo que yo poseo tengo que dárselo a mujeres que están
empezando o que tienen más dificultades porque están lejos de Oviedo, o
porque no han tenido las oportunidades que he tenido yo... para mí es
una cuestión de conciencia.
"Ahora mismo la felicidad nos la sitúan en cosas
estúpidas que son inalcanzables, y eso es lo que crea
permanentes frustraciones" |
-¿De quién aprendiste el camino de la igualdad y la
independencia?
-Yo me quedé huérfana muy joven y mi madre fue una mujer que sacó a
cinco hijos adelante. Tuvo que hacerse fuerte en un mundo muy masculino
y en un mundo adverso para ella, porque en realidad ella no era de aquí.
De esa forma vi la capacidad de las mujeres y luego en mi casa éramos
hermanos y hermanas y siempre nos trataron por igual. Son referencias
que no se te olvidan, y te quedan grabadas en la mente. En la época en
que me educaron era algo ciertamente novedoso, porque mis amigas eran
las que hacían las cosas de casa mientras sus hermanitos estaban viendo
el fútbol.
-El autoempleo ¿da vértigo en algún momento?
-Al mundo de la empresa se puede acceder por muchos motivos, por
desgracia hay uno que es bastante frecuente, y es que las mujeres que
necesitan trabajar para mantener a sus hijos como no encuentran espacio
en el mercado laboral no tienen más remedio que emprender el autoempleo
y salen adelante siempre, con un esfuerzo y una dureza tremenda. Luego
existe el perfil de emprendedora, por educación, como puede ser mi caso.
Mi madre nunca me preguntó qué iba a estudiar sino qué negocio iba a
poner. En mi cabeza siempre estuvo eso como una cosa normal, por esa
razón también te da menos vértigo, tienes ya la mentalidad del riesgo y
creo que es muy buena porque te ayuda a perder el miedo.
-¿Podrías decir que tienes lo que quieres?
-Sí, aunque en la tierra no consigues la felicidad cien por cien. Yo soy
creyente y pienso que la felicidad total estará en la otra vida, pero
puedes conseguir unas cotas de felicidad importantes cuando lo que
pretendes además son cosas asequibles. Yo me considero bastante feliz.
La felicidad no la sitúo en tener un yate, ser famosa, hacer un viaje...
para mí es tener un trabajo, un entorno de amistad, hacer por los demás
lo que yo creo que tengo que hacer, estar en paz con Dios... Ahora mismo
la felicidad nos la sitúan en cosas estúpidas que son inalcanzables, y
eso es lo que crea permanentes frustraciones. Hay gente joven, con 30
años, frustrada, porque no han conseguido lo que teóricamente deberían
tener a esta edad. A mí esto me da mucha pena.
-¿Qué peso tienen en tu vida conceptos como la
libertad?
-La libertad personal y la independencia, no sólo de hacer lo que
quieres, sino el que no estés pillada políticamente, con trampas, es uno
de los valores más grandes. Eso te da una paz interior que te permite
hacer otras cosas. En el mundo empresarial encuentras muchas ocasiones
en el camino para hacer trampas, y yo de hecho he perdido muchas
oportunidades, pero no me importa, porque he ganado lo más importante
que es mi independencia. La Asociación por ejemplo es muy golosa a nivel
político, pero nosotras no somos políticas. Mantener esa independencia
cuesta pero te da una tranquilidad, una paz, poder hablar con claridad
en todo, tanto a nivel de los empresarios, como a nivel político... Yo
soy muy clara hablando, digo lo que pienso siempre.
-Si pudieras volver a nacer ¿hay algún capítulo de tu
vida que no querrías volver a vivir?
-Las cosas duras que he vivido -aunque tampoco puedo decir que tuve una
vida durísima-, el quedarme huérfana tan joven en una sociedad súper
patriarcal en la cual si no tienes padre es difícil posicionarte, cosas
como la muerte de dos hermanos, el salir fuera a estudiar o el que
algunas personas hayan intentado hacerme daño, todo eso me ha servido
para aprender cosas, para definir lo que yo quiero ser. Por eso lo
agradezco, aunque lo haya pasado mal. La venganza no me interesa, no es
lo natural. ∆
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