Texto: Gerardo Calvo
Valentín
Marcos ya despuntó con dieciséis años en el campeonato absoluto de
España, donde consiguió la medalla de bronce, y al año siguiente con
diecisiete, se coronó campeón del mundo junior. Ahora con 21 años,
Valentín es una muestra perfecta de la calidad y eficacia de la escuela
asturiana.
Traducida literalmente, la palabra "kata" significa "forma". Los
maestros del karate han ido desarrollando los elementos básicos de esta
disciplina en las katas. Cada uno de los cuales tiene una serie de
técnicas, posturas, movimientos... También la respiración, las
posiciones, el desplazamiento del cuerpo, e incluso la disposición
mental son fundamentales para la correcta realización de una kata.
Valentín Marcos se ha instalado entre los karatekas mas competitivos del
panorama actual, y lo ha hecho para quedarse.
-¿Qué triunfo valoras más de tu carrera?
-Me quedaría con dos. Primero con el campeonato del mundo junior, porque
un mundial no se gana todos los días; y después con mi primer bronce en
el campeonato de España absoluto, que no se valora mucho, pero conseguir
eso con dieciséis años, fue una burrada.
-¿Cómo te ves esta temporada?
-Empezamos muy bien, ganando en Las Palmas con bastante comodidad un
Master internacional con alguno de los mejores competidores del mundo.
Allí gané en la final al actual subcampeón de Europa. Creo que estoy en
un momento de forma buenísimo, pero siempre digo que tampoco hay que
hablar de más: todo eso hay que demostrarlo en el tatami.
-Cuando empezaste kárate, de pequeño, no eras muy
bueno. ¿Cómo te convertiste en un campeón?
-Me costaba mucho. Mi entrenador Rufo Fernández no quiso apresurarme y
quemarme demasiado pronto. Prefirió esperar y sacar buen provecho de mí
con suma paciencia, hasta que despegué a los trece años.
"Para ser campeón del mundo no se puede ser conservador, hay
que salir siempre a atacar, no a defenderse" |
-¿Y qué cambio se produjo en ti, para que empezaras a
ganar?
-A raíz de mi primer campeonato de España, con trece años, me dije: "Voy
a ir al campeonato de España, tengo que ponerme las pilas". Nadie
esperaba nada y al final quedé tercero. La selección se fijó en mí y ese
verano ya estuve entrenando con ellos. Mi mentalización cambió por
completo, le dediqué más horas, más ganas, y psicológicamente cambió mi
actitud un doscientos por cien. Esa fue la clave.
-Tú compites en kata. ¿Qué cualidades hacen falta
para destacar en esta disciplina?
-Lo que más requiere es velocidad potencia y explosividad, como
cualidades físicas. Luego es fundamental la técnica, porque la
competición de kata es técnica cien por cien. Por eso se pregunta, ¿el
competidor de kata nace o se hace? Pues nace y se hace. Tienes que nacer
con un físico y una cualidades determinadas y después "hacerte"
técnicamente, con horas y horas de entrenamiento.
-¿Qué nivel hay en Asturias? ¿Cómo ves a los maestros
de kárate que tenemos?
-Yo creo que estamos al mejor nivel de España, por encima de Madrid,
porque aunque allí sacan más medallas, también hay muchos más miles de
licencias, y entre tantas es fácil sacar resultados.
Nosotros tenemos dos mil quinientas licencias, y tener tantas medallas
así es muy difícil. Por otra parte, el trabajo que está haciendo el
presidente, Benjamín Rodríguez, es impresionante, y también contar con
un ramillete de técnicos que son de lo mejor del mundo, como Rufo
Fernández, Lino Gómez, o Angel Arenas.
Y además tenemos ahora una buena hornada de competidores bastante maja,
y sobre todo jóvenes. Estamos empezando a asomar la nariz, y dentro de
cinco o seis años se empezarán a notar los resultados.
-¿Se puede mantener ese nivel que dices a largo
plazo?
-Lo veo muy difícil. Yo no creo que fallen ni los entrenadores ni la
política. Creo que falla la mentalidad de los chavales, los veo muy
acomodados. También nos lo decían a nosotros hace diez años, pero creo
que en este tiempo han cambiado las cosas para peor una barbaridad. No
quieren entrenar, esforzarse, es un tema complicado. Es producto de la
sociedad, que fomenta el pasotismo y la comodidad y cada vez es más
grave. -¿Cuál es la diferencia entre un buen karateka y un campeón?
-Yo creo que tener ganas y ser competidor. A mí no me gusta perder ni a
la PlayStation. Hay gente que tiene unas cualidades bárbaras, pero no
funciona en competición. No piensan: "Me pones delante al campeón del
mundo absoluto, pero yo lo voy a ganar, y voy a meterle presión para que
a lo mejor falle, y yo gane". Para ser campeón del mundo no se puede ser
conservador, hay que salir siempre a atacar, no a defenderse.
Otra cosa muy importante es viajar, entrenar con otros maestros, ir a
cursos, absorber cosas, vídeos, libros, experiencias de otra gente.
-¿Dónde te has puesto el listón a ti mismo?
-Si te dijera otra cosa que no fuera ser campeón del mundo senior, te
mentiría. Puede sonar un poco fantasma, y a lo mejor no lo consigo, pero
yo soy competidor y para eso entreno. Si no sería ridículo, no perdería
el tiempo entrenando. Ese es mi auténtico objetivo. ∆ |