arlos es toda una
autoridad en el mundo del parapente. Conoce a fondo la evolución que ha
experimentado en los últimos tiempos, y su repercusión en Asturias. Es
el mejor guía para ayudarnos a entender más un deporte muy vistoso, pero
no demasiado conocido.
-Has sido uno de los primeros. ¿Cómo fue la expansión
del parapente aquí en Asturias?
-Se inició hace unos diecisiete años, cuando yo empecé, pero el
momento del "boom" fue unos cinco o seis años después. Había muchísima
gente que iba a los cursillos y quería aprender. Era un deporte nuevo,
llamativo, y todo el mundo quería conocerlo. Luego la cosa decayó
bastante, hasta convertirse en un goteo de personas para ya mantenerse
así.
-¿Cuáles son las condiciones meteorológicas ideales
para salir?
-Hay varias opciones. En días soleados y sin nubes, vas a tener
vuelos generalmente tranquilos. También se busca que haya alguna
ascendencia, para lo que tiene que haber nubes, que es lo que te marca
las térmicas. Entre volar con un día completamente despejado, y tener
nubes de tormenta, que son peligrosas, hay un término medio muy amplio
en el que se genera ese aire ascendente que nos interesa.
-¿Cómo resulta Asturias para la práctica del
parapente?
-Al principio, como te decía, sólo hacían falta montañas, y
precisamente aquí hay bastantes, pero ahora se buscan unas condiciones
de vuelo determinadas que en Asturias pocas veces se dan. Tienes zonas
de vuelo como Piedrahita en Avila, o Castejón en Huesca, que tienen
muchos más días buenos para volar que Asturias. Sin embargo, si haces un
vuelo de descenso en un día bueno, mejor paisaje que éste no lo vas a
encontrar en otro sitio. Tiene sus ventajas e inconvenientes.
-¿Qué características debe tener una persona que
quiera iniciarse en el parapente?
-Cualquiera puede hacerlo. Hay gente volando con más de sesenta
años. Lo único que hay que tener en cuenta es el peso. Por ejemplo, para
una persona de menos de cuarenta y cinco kilos sería difícil encontrar
parapente, porque van por tallas, y ése es el mínimo.
"Hacer parapente en
Asturias tiene ventajas e inconvenientes. Si haces un vuelo
de descenso en un día bueno, mejor paisaje que éste no lo
vas a encontrar en otro sitio" |
-Una vez en el aire, ¿qué hay que tener en cuenta?
-Lo principal es el dominio y manejo del parapente, porque debes
conocer lo que tienes entre manos y también tus propios límites.
Lo siguiente sería saber exactamente cómo están las condiciones
atmosféricas, e ir conociendo los movimientos del aire. Hay personas que
saben manejar el parapente, pero que todavía no saben "leer", o
interpretar el movimiento de las corrientes, del viento, por lo tanto
aguantan menos tiempo en vuelo.
-¿Cuáles son los peligros?
-El mayor riesgo en este deporte está en la cabeza de la persona,
igual que ocurre para conducir un coche. Los accidentes típicos del
parapente, si se va con prudencia, son los que pueden ocurrir en
cualquier otro deporte, una torcedura, un ligamento, un esguince, ese
tipo de cosas.
Generalmente, los accidentes más graves en parapente, se producen en
gente que sabe, porque suelen arriesgar más.
-¿Qué distancias se pueden llegar a recorrer en un
gran vuelo?
-Depende de muchos factores: del día, de la orografía, de la pericia
de cada uno, pero en Castilla ya se han hecho vuelos de casi 300 km.
Aquí en Asturias es distinto, por ejemplo el más largo que se hizo fue
uno que salió desde Lena, llegó hasta Llanera, en un día muy
excepcional.
-¿Qué se siente ahí arriba, suspendido en la nada?
¿Podrías explicarlo?
-No lo sé, lo he intentado muchas veces y sigo sin saber cómo
describirlo. Y supongo que hablamos de un vuelo que vaya bien, porque
también hay otros en que pasas un mal trago y piensas "esto se menea
mucho, quién me mandaría a mí salir". Y sólo tienes ganas de bajar.
Pero cuando sale bien es una sensación de libertad muy grande, porque
mires donde mires, lo ves todo por debajo. Eres como una partícula
flotando, completamente libre. ∆