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SUPLEMENTO ASTURIAS
- OCTUBRE 2005
BABYLON CHAT
Después de renovarse llega la creación. En este
caso el resultado se ha llamado Baile de Disfraces, y es una muestra más
de la calidad que es capaz de mostrar este grupo asturiano.
Baile de Disfraces
S on ya casi
veteranos. Su música se escucha desde mediados de los 90, acompañada por
una estética transgresora que no deja indiferente al público. Les
precede la fama de sus directos: según sus seguidores, de los más
impactantes de los últimos tiempos dentro de la escena española. Sus
tres trabajos anteriores, Sex Shop, Hotel Adicción y Bailando con
Brando, obtuvieron buena puntuación por parte de público y crítica. Un
punto de inflexión en su carrera es la retirada de Igor Paskual,
cantante y compositor de la mayoría de los temas. Es momento de hacer
examen de conciencia y fijarse nuevos horizontes. Fruto de esas
reflexiones y de mucho trabajo posterior, aparece en el mercado en la
primavera de 2005 el cuarto disco, Baile de Disfraces, con la
colaboración, entre otros, de Aurora Beltrán (Tahúres Zurdos) en voces,
Leiva (Pereza) en coros, Tuly (Le Punk y ex-Pereza) en saxos y Rubén Mol
(ex-Ilegales). Más reciente es la aparición de Indivision 2.0, editado
en septiembre por Subterfuge. Es un recopilatorio en el que incluyen
canciones de artistas tan diversos como Marlango, Quique Gonzáles, SFDK,
Ivan Ferreiro, La Habitación Roja, El Bicho o The Killer Barbies entre
otros. Ahí podremos encontrar también su tema "Baile de Disfraces".
Babylon Chàt está formado en este momento por Héctor Tuya, guitarra
solista y ahora también voz del grupo, Borja a las guitarras y Ture en
la batería. Ricardo Saavedra, bajista, habla de la nueva etapa que
atraviesa el grupo
-¿Qué marca este disco dentro de la trayectoria de
Babylon Chàt?
-Marca ante todo la liberación de cualquier tipo de prejuicio
musical con respecto a los anteriores discos. Hasta ahora éramos una
banda que se enmarcaba dentro de los cánones, más clásicos, del Rock and
Roll castellano. Con este disco hemos arriesgado bastante más que antes.
Mis canciones, por ejemplo, jamás hubieran sido factibles en un disco
nuestro de la etapa anterior, mientras que en este disco lo hemos
incluido sin problema. Hemos querido dar a cada tema lo que necesite,
sin importarnos que a lo mejor se salga un poco de los cauces del Rock
Clásico. Hemos experimentado con sonidos y hemos incluido
instrumentaciones que hasta ahora no habíamos probado.
-La marcha de Igor Paskual supuso un parón del que
habéis salido con fuerzas renovadas.
-El era el que componía la mayoría de los temas, y tenía una línea muy
clara. Eso nos obligó a plantearnos qué queríamos hacer, y a afrontar
las canciones con una mentalidad diferente.
-¿Dirías que ahora Babylon Chàt se abre a otras
tendencias?
-Sí, es curioso porque últimamente se están difundiendo canciones en las
que prima mucho lo rítmico, tipo hip hop, reggaeton y estas cosas. Sin
embargo nosotros estamos teniendo cada vez más claro que lo que tenemos
son buenas melodías. La base rítmica por supuesto es fundamental, pero
lo que queremos ante todo es hacer buenas canciones con buenas melodías,
sea a nivel vocal, de arreglos, de guitarras, de pianos, de cuerdas o de
vientos. Antes teníamos más prejuicios, porque en un disco de Punk Rock
¿cómo íbamos a meter un cuarteto de cuerda? Sin embargo ahora pensamos
¿por qué no, si hay una canción que lo pide? Fue un trabajo durísimo de
composición de arreglos, de grabación, de mezcla, de producción, de
todo.
-Ya lleva un tiempo en el mercado. ¿Qué acogida está
teniendo?
-Es el que está obteniendo mejores críticas con diferencia. Nosotros
pensamos que es el mejor que hemos hecho en cuanto a composiciones y
producción. Es muy grato encontrar críticas, tanto en Asturias como a
nivel nacional, en revistas como Ruta 66 y Diario El País, reconociendo
que no esperaban que después de la marcha de Igor Paskual esto fuera a
seguir. Y se han llevado una sorpresa. /
L.G |
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