ablo Moro se
encuentra en plena gira de presentación de su disco y lo hace en dos
formatos, uno acústico y otro eléctrico con banda. Todo un reto para un
compositor que busca abrirse camino a través del intrincado mundo de la
música.
-Da la impresión de estar escuchando un trabajo curtido por antiguas
batallas...
-Realmente es así. Llevábamos mucho tiempo preparándolo, buscando una
fórmula que nos gustara a todos, y no sólo en lo relativo a la grabación del
disco, sino en las canciones, porque algunas de ellas tienen unos cuantos
años ya.
-¿Qué ha significado sacar este trabajo discográfico?
-Ver cumplido un sueño, y aunque hoy día grabar un disco lo hace casi
todo el mundo, porque muchos medios técnicos son baratos y están al alcance
de mucha gente, el hecho de que se interesen por mis canciones, que apuesten
por mí, me parece una cosa increíble. No me lo imaginaba.
-¿Cómo surgió la idea de este álbum?
-Después de una búsqueda con diferentes productores, la clave la
encontramos en David Ferrero, que es el productor del disco. En un principio
sorprende un poco: David viene de la música electrónica y yo de la canción
de autor, es decir, mis canciones y mi guitarra. Esa conjunción es lo que
define un poco el disco. La mayor parte del trabajo lo hicimos entre los
dos, arreglos incluidos. Yo hice una primera selección de unos cuarenta
temas, luego entre la discográfica, el productor y yo, hicimos otra
selección hasta dar con las que están en el disco.
-Y al final ¿qué te parece cómo ha quedado?
-La verdad es que estoy muy contento, me ha gustado. Es algo que yo
buscaba, que sonara de una manera particular y propia, que me identificase.
Las canciones son muy variadas, como lo son también los arreglos.
-Hay quien dice que te defines como cantautor, ¿qué te
produce esa etiqueta?
-No es que yo me defina como cantautor, sino que cuando los demás me
definen así digo que no me importa. Sólo soy un tío que hace canciones. Si
Joaquín Sabina, Bob Dylan, Serrat, Leonard Cohen y todos ellos son
cantautores, pues vale, también lo soy. Es la misma historia de siempre, lo
de cantautor viene asociado a aquellos primeros que tenían más relación con
la canción protesta o cosas así, hoy día los cantautores estamos en otra
cosa. En mi caso, yo me encuentro más cercano al pop o al rock. Pero todo
esto no deja de ser una etiqueta más. A mí no me molesta, me da igual.
"No es que yo me defina
como cantautor, sino que cuando los demás me definen así digo
que no me importa. Sólo soy un tío que hace canciones" |
-La música y las letras del disco son todas tuyas, ¿en
que te inspiras?
-Me inspiro en casi todo. Cuando veo una película y me gusta, esa
película ya forma parte de mi vida. Las historias que me cuentan mis amigos,
o lo que leo en un periódico, también son parte de mi vida, aunque no lo
viva en primera persona. Yo me inspiro en lo que veo, en la música que
escucho, en las películas, en los libros que leo... Las pequeñas cosas que
nos hacen a todos iguales y nos acercan a todo.
-¿En qué estás centrado ahora?
-En la gira promocional de este trabajo, es decir, presentarlo y tocar,
que al fin y al cabo es de lo que se trata.
-Un buen espaldarazo ha sido el que te ha dado Melendi en
las fiestas de San Mateo de Oviedo, además de colaborar en tu disco.
-Sí, sí lo ha sido y estoy muy agradecido. Nosotros siempre hemos sido
buenos amigos. Empezamos juntos en esto de la música y la verdad es que se
ha portado muy bien conmigo.
-¿Estamos en un buen momento musical en Asturias?
-Creo que siempre lo hemos estado, y eso a pesar de que no hay mucho
apoyo y tenemos poco de todo. La verdad es que salir desde Asturias haciendo
música es bastante complicado. No obstante ahí esta Melendi, El Sueño de
Morfeo, y otros. Talentos siempre los hubo, pero casi nadie se ha fijado en
ellos.
-¿Algún pronóstico para tu futuro en la profesión?
-En la música prefiero ir poco a poco sorteando los obstáculos, porque
esto es una carrera de fondo. Quiero ahora ir mostrando mi disco, ir
tocando, enseñando las canciones, quiero reclutar a más gente a la que le
guste mi trabajo, y también hacer que este primer disco sea productivo para
sacar el segundo, y así sucesivamente.