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SUPLEMENTO ASTURIAS  -  NOVIEMBRE 2005

TEMA DEL MES

Energías renovables en el Medio Rural asturiano
Foto: Fusión


EnergIas renovables en el Medio Rural asturiano

Ante un futuro más o menos cercano de declive de las energías fósiles, la sociedad debe prepararse.

Asturias debe adelantarse a su tiempo y comenzar a tomar medidas ante un eventual agotamiento de los combustibles fósiles. El medio rural puede hacerlo especialmente, dedicando su esfuerzo a promover las energías renovables, aunque la clave para el futuro está en dejar de perseguir el desarrollo industrial de nuestras sociedades como si fuera el único camino posible.
Pedro A. Prieto es Vicepresidente de la Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos (AEREN).

-¿Es Asturias una región propicia para las energías renovables?
-Para entender si una región es propicia, hay que empezar por estudiar la realidad de la producción y el consumo actual; lo que supone en gasto o consumo energético el mantenimiento del actual nivel de vida. Asturias es una región con 10.604 Km2 y aproximadamente 1.100.000 habitantes. Tiene una densidad de habitantes por Km2 similar al de la media del territorio español: casi uno por hectárea. Asturias sólo produce algo de carbón, que va fundamentalmente a la producción de electricidad pero, como el resto de España, es absolutamente dependiente de las importaciones para el petróleo, el gas y los derivados.
Dado que el consumo energético de fósiles en Asturias está en el orden de los 3,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo (ó unos 25 millones de barriles de petróleo equivalente anuales) y que de una tonelada de materia seca orgánica (biomasa) se pueden obtener del orden de un barril de petróleo equivalente, se necesitarían del orden de 25 millones de toneladas de materia seca para reemplazar el consumo total actual asturiano de combustibles fósiles, si el reemplazo sólo se hiciese con biomasa.

-¿Y en cuanto a la generación eléctrica a partir de energías renovables?
-La situación es algo mejor. Asturias es una provincia excedentaria en producción (18.587 GWh en 2004), respecto de su consumo (10.097 GWh). Sólo la energía hidroeléctrica satisface, de hecho, un tercio de la demanda. El resto es todo producción de energía eléctrica basada en el carbón. En cuanto al régimen de vientos, Asturias se encuentra en una posición intermedia, con vientos que oscilan entre los 50-100 w/m2 en terrenos accidentados, hasta los 150-200 en la costa, los 200-400 en mar abierto y los 400-700 en las colinas y crestas, que en Asturias son abundantes. No obstante, la potencia instalada de generadores eólicos en la actualidad, apenas es de unos 150 MW, lo que en condiciones normales genera apenas unos 350 GWh al año, que es alrededor del 3% del consumo eléctrico propio y apenas un 1% de la producción eléctrica de la región.
Sin despreciar en absoluto el potencial del sol, que incluso en Asturias es la fuerza que genera la vida y la mantiene, la generación solar fotovoltaica, por ejemplo, no tiene futuro en Asturias. La insolación en el Principado, es apenas de 1.100 KWh por metro cuadrado y año. Esto la coloca como la más baja de cualquier provincia española. El sol seguirá siendo la más importante fuente de energía que recibirá Asturias, pero nuestra encarecida recomendación es que se tome directamente sobre la piel, en solana, los espléndidos días en que luzca.

"Las energías alternativas favorecerán al medio rural asturiano en la medida en que se integren de forma armónica con él y no como perspectiva de negocio inmediato"

-¿Hasta qué punto las instalaciones de determinadas energías alternativas van a favorecer al medio rural asturiano?
-En el contexto anteriormente citado, las energías alternativas favorecerán al medio rural asturiano en la medida en que se integren de forma armónica con él y no como perspectiva de negocio inmediato o como "industria", trasladando el pervertido concepto a energías que, para ser verdaderamente útiles, deben mantener, sobre todo, un marcado carácter y dimensión humanos.

-Los parques eólicos originan un importante impacto visual y paisajístico. ¿Dónde está el equilibrio entre el desarrollo y la preservación de nuestro patrimonio medioambiental?
-El impacto visual de los parques eólicos de tipo industrial, que son los que parece empiezan a prevalecer, es innegable. La producción comienza por situarse donde las perspectivas son mejores: los altos de las lomas entre una depresión y una meseta, por ejemplo, con lo que se ven desde toda la depresión o todo el valle, o las cimas que vierten aguas (y provocan la aceleración máxima de los vientos) accesibles a las grandes maquinarias, que deben subir hasta allí e instalar y mantener sus enormes piezas, con lo que no sólo no se pueden ocultar, sino que exigen estar "en el podio" para producir al máximo. La pregunta no es sólo si hay impacto visual hoy. Es también ¿adónde queremos ir? A mí lo que más me preocupa en la generación eólica es también la enorme cantidad de recursos fósiles que exige para su implantación. Y cada aerogenerador de este tipo, exige 150 toneladas de acero, varias toneladas de cobre, 30 toneladas de fibra de vidrio y mil toneladas de hormigón, si se hace en tierra firme. Eso es una industria muy pesada, muy convencional, nada renovable y bastante contaminante. Y lo peor de todo es que no va a servir para calmar la insaciable sed de crecimiento industrial que tenemos. El mal está en ese afán de crecer industrialmente hasta el infinito.

-¿Cree que se debe invertir más en investigación que en mantener unas fuentes energéticas basadas en el pasado?
-El mantenimiento de las fuentes energéticas fósiles y nucleares es imprescindible, mientras éstas duren, si queremos seguir manteniendo el nivel de vida actual, que es de un derroche energético sin precedentes, pero que tiene muy difícil vuelta atrás. Dejar de gastar en ellas, supondría un colapso social sin precedentes. El problema se le presentará a la humanidad, no el día en que estas energías se acaben, sino el día en que sus producciones mundiales toquen techo y comiencen a disminuir, con una población en constante aumento y además acostumbrada a crecer cada año. Invertir en renovables, es pues, una exigencia, para que llegado el momento de la llegada al cenit, podamos contar con algún recurso alternativo, al menos para emergencias. Por tanto, en AEREN somos partidarios de invertir, sí, pero utilizando mucho el sentido común; huimos de las investigaciones muy costosas y de dudosos resultados, en manos de científicos muy alejados de la realidad, que sólo buscan perpetuarse en el cargo; nos preguntamos primero por el fin perseguido; intentamos analizar los objetivos que se pretenden con claridad y si las alternativas son sensatas, viables o estamos haciendo castillos de naipes. Investigación, sí, pero con los objetivos claros. Renovables ¿para qué, para sustentar qué modo de vida? ¿Quo Vadis? Es decir, ¿a dónde vamos? ∆
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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