ILLANO

Es el reino del silencio. El cauce del Navia es la espina dorsal de este concejo, situado entre montañas. El sosegado discurrir del río define el carácter de una tierra en la que todo invita a la serenidad. Texto: Marisa Tabarés

El sonido de lo rural

Enclavado en tierras interiores del occidente asturiano se encuentra este hermoso municipio. Es un concejo montañoso, aunque no de grandes alturas. La proximidad a las vecinas tierras de Galicia se deja sentir en la forma de sus cumbres, redondeadas y amables. El río Navia lo atraviesa de norte a sur, dividiéndolo en dos orillas. Una buena forma de conocer el concejo es sin duda siguiendo la ruta natural que son sus márgenes. Entonces se descubrirán los verdaderos encantos de Illano, distribuidos en cientos de rincones mágicos, creados al azar por la combinación del río con la tierra; lugares escondidos, remansos de tranquilidad, parajes por los que el hombre transita de tarde en tarde, preservados así del desgaste del tiempo. Gracias al embalse de Doiras el Navia se convierte en navegable a su paso por Illano, lo que permite la práctica de numerosas actividades náuticas y deportes como la pesca de la trucha. El entorno natural de todo el concejo está perfectamente conservado, por eso es posible encontrar aquí, en Tamagordas, el único bosque de alcornoques del Principado.
Las huellas de los antepasados permanecen visibles en este territorio, como lo atestiguan los numerosos restos del Neolítico, así como muestras de la cultura castreña y de la época romana. Hay que mencionar en este contexto el dolmen de la Campa de Entrerríos o el Castelón, un castro representativo de culturas antiguas que eligieron este emplazamiento para establecerse, conscientes de su riqueza. Otra construcción, esta vez mucho más moderna, es el orgullo de los habitantes de este concejo. Se trata de la piscina, un proyecto largamente esperado que finalmente pudo ponerse en marcha en el año 2000 y que a día de hoy ha sido galardonado con un importante premio de arquitectura. El reto era construir una piscina al aire libre en un lugar donde el viento sopla a menudo con tanta fuerza que apenas permite mantener la verticalidad. El brillante diseño del proyecto resolvió construir un círculo de piedra, no totalmente cerrado, para evitar la zona de mayor influencia del aire. Para preservar la estética tradicional, se utilizaron materiales de la zona, en especial un tipo de piedra local con gran cantidad de óxido, lo que le aporta una tonalidad característica.
Siguiendo esta tónica, los núcleos de población del concejo no se alejan en ningún caso del aire tradicional y rural. A pesar de que el despoblamiento del medio rural supone una dificultad para muchos concejos asturianos, Illano trabaja intensamente para afianzar su patrimonio tanto natural como humano, por eso ha apostado por la innovación y el progreso. Por eso su nombre suena ligado a las grandes inversiones en energías alternativas. Esto es así porque Illano ha hecho en los últimos años un importante esfuerzo apostando por la energía eólica, y ahora ya recoge frutos. La actual corporación municipal se encuentra satisfecha con los resultados porque genera puestos de trabajo, no contamina, ni afecta esencialmente a la ganadería ni a los recursos forestales, dos de las principales fuentes de riqueza de este concejo.
Puede decirse que Illano apenas dispone de infraestructura turística, cuyo desarrollo es una de las prioridades de las instituciones locales, que están llevando a cabo un importante esfuerzo para promocionar turísticamente el concejo, apoyándose en la belleza natural de la zona y también en la considerable mejora que han experimentado las comunicaciones por carretera. En los últimos años, se han construido enlaces con otros municipios, como Vegadeo; también con San Martín o Pola de Allande entre otros. Eso facilita que los visitantes puedan acercarse a Illano. Allí podrán encontrar, entre otras cosas, una mesa generosa que ofrece al comensal platos tradicionales asturianos, como los potes y fabadas, preparados con manos expertas, igual que el lacón con cachelos. También son estupendos los asados de cordero y cabrito. Y qué decir del rey de la mesa, el cerdo, del que se sirva desde la cabeza hasta todo tipo de platos preparados, como la empanada, y embutidos: chorizos, butelo, lengua, jamón y morcillas. En el apartado dulce hay que nombrar las Rabadas, pan mojado en leche, rebozado y frito; también la Venera, exquisita tarta de almendra, las fillolas y las papas de arroz y maíz tostadas al horno, típicas de la zona. Además de la miel y el requesón, el postre más sencillo y tradicional.
Una vez pasado el invierno comienzan a celebrarse la mayor parte de las fiestas de los pueblos del concejo. Junio, julio, agosto y septiembre, son meses recomendables para conocer Illano, sobre todo si se hace coincidir la visita con alguna festividad. Especialmente recomendable es la cita en Pastur el 28 de agosto, en el día de San Agustín o el 8 de septiembre, en homenaje a la Virgen de Pastur. En esas dos fechas Illano se convierte en el centro del occidente asturiano, al recibir la visita de cientos de peregrinos de toda la comarca, que acuden a rendir cuentas a la Ermita de Pastur, un santuario del que se sabe que históricamente era centro de devoción y peregrinación para los habitantes primitivos, una tradición que fue adoptada posteriormente por el cristianismo. Ese día se reúnen en las inmediaciones de la capilla decenas de romeros que aprovechan el encuentro tanto para cumplir con su fe, como para celebrar una buena comida campestre. ∆