este joven estudiante de Económicas le ha tocado vivir un año lleno de
importantes acontecimientos en nuestro país, incluido el terreno
político, al ganar los socialistas las elecciones. El pasado diciembre,
en el Congreso celebrado en Colombres (Rivadedeva), sus compañeros lo
eligieron para estar al frente de la nueva ejecutiva de las Juventudes
Socialistas de Asturias.
-¿Cómo llevas la responsabilidad de tu cargo?
-Ser Secretario General de Juventudes Socialistas de Asturias,
donde llevo militando ocho años, supone en principio un honor. En lo
personal supone una renuncia a tiempos, quizá también a centrarme más en
los estudios o en mi vida personal. Pero son renuncias que se hacen
voluntariamente, aunque ya son conocidas antes de acceder al cargo y que
se ven muy compensadas por la satisfacción que supone estar al frente de
esta secretaría. La cuestión es saber que mi vida personal está ahí y la
tengo que desarrollar, buscarme un futuro, un futuro laboral, terminar
mi carrera y todas las cuestiones que preocupan a todos los jóvenes en
general, y luego, dar un paso más en el compromiso, en la participación
política y en las ideas en las que creo y con las que siempre me he
sentido identificado.
-En la victoria electoral de José Luis Rodríguez
Zapatero el voto de los jóvenes fue importante. ¿Qué esperan los jóvenes
de él?
-Las esperanzas de los jóvenes en Zapatero son muy importantes y
eso se vio reflejado, primero, antes de las elecciones en la enorme
vinculación de los jóvenes en las protestas y en la lucha contra
cuestiones que no les gustaban, contra las leyes de reforma educativa
del PP, contra la ley orgánica de Universidad, contra la ley orgánica de
la mal llamada calidad de la enseñanza, en la vinculación a las labores
de limpieza como consecuencia del desastre del Prestige, en las
protestas también por el desastre en la gestión de la tragedia del 11-M,
contra la guerra de Irak... Los jóvenes participaron de todo eso a
riesgo de verse criminalizados en algún momento, porque el gobierno
anterior, desde su postura autoritaria llegó a calificar a los jóvenes
de vagos. El propio Presidente del gobierno llegó a decirles que mejor
estaban estudiando. Los jóvenes saben perfectamente lo que tienen que
hacer. Supieron seguir estudiando y seguir buscándose la vida y además
comprometiéndose en la lucha por una sociedad mejor. También eso se vio
reflejado en el 14 de Marzo, con una participación muy importante de los
jóvenes apoyando mayoritariamente al Partido Socialista y a Zapatero. Lo
que esperan los jóvenes es lo que le reclamaban a José Luis el 14-M la
misma noche de la victoria electoral, donde le gritaban "no nos falles".
Todos los jóvenes tenemos todas las esperanzas depositadas en él y
obtuvimos su compromiso de que no nos iba a fallar.
"Lo
que esperan los jóvenes es lo que le reclamaban a José Luis
el 14-M la misma noche de la victoria electoral: "No nos
falles" |
-¿Crees que los jóvenes deben crearse su propio espacio
político o esperar a que se lo den?
-Yo no creo en la compartimentación de la política, creo en la
participación. Creo que es conveniente y necesario que los jóvenes
participen y se impliquen. Un joven debe participar en política en
igualdad de condiciones, teniendo en cuenta que al final quienes más
futuro tenemos, por pura biología, somos nosotros. Quienes estamos
llamados a construir el futuro somos los jóvenes. No podemos esperar a
esa promesa de que el futuro es nuestro, porque para tener el futuro que
queremos debemos implicarnos y comprometernos a construirlo desde el
presente.
-En Asturias ¿qué grado de compromiso han mostrado los
jóvenes ante los acontecimientos sociales vividos en nuestro país?
-La sociedad española e incluso la sociedad europea, ha
alcanzado un grado de homogeneización en donde los niveles de
participación, de implicación y de protesta son más o menos similares.
Tradicionalmente Asturias ha sido una comunidad muy comprometida en las
luchas históricamente conocidas, y que no hace falta repetir. Quizá en
Asturias haya habido un plus, una conciencia social importante que se ha
mantenido en el tiempo, pero creo que en todos los sitios se ha
movilizado la gente.
-¿Los jóvenes de hoy día son más solidarios que los de
antaño?
-Creo que los jóvenes se comprometen. Lo que sí se observa en
ocasiones es que se dice que los jóvenes no tienen valores, que pasan,
que son más individualistas. Yo no soy sociólogo y no puedo medir esas
cosas, pero los jóvenes tienen sus valores y sus compromisos. Quizás se
comprometen más ahora en cuestiones de solidaridad, medio ambiente,
cooperación al desarrollo, que en la lucha política, pero eso pasa con
la sociedad en general. No me atrevería a decir si son más solidarios
ahora que antes, sólo sé que ahora lo son, y mucho.
-Los jóvenes a lo largo de la historia son los que han
marcado por dónde debe ir el futuro de un país. ¿Qué papel deben jugar
hoy día a la hora de mover conciencias?
-Pues el mismo papel de siempre, aunque biológicamente se
pudiera pensar que los jóvenes tenemos más tiempo de exigir los cambios
en la sociedad que queremos, la sociedad que necesitamos, tenemos más
prisa quizá que gente de más edad. Tenemos siempre ideas nuevas con
respecto a otras generaciones y lo que debemos de hacer es
comprometernos en intentar que esas ideas salgan adelante, introduciendo
las modificaciones, los avances, las revoluciones si es necesario, para
conseguir construir una sociedad mejor de la que tenemos.
"Pensamos que la panacea es irse fuera, de Asturias, pero la
situación de temporalidad, de precariedad, de inestabilidad
en la vida laboral, es compartida con jóvenes de otras
comunidades" |
-En Asturias hay una tasa de paro importante entre los
jóvenes y el empleo que se consigue suele ser bastante precario. ¿A qué
crees que se debe esta situación?
-La situación de Asturias es conocida y los índices de paro son
algo más elevados que la media nacional. La precariedad es importante
también, es un problema derivado de soportar varias décadas de crisis
económica, que se intenta paliar. Pero hoy la situación no es tan
diferente a la de otras comunidades autónomas. Pensamos que la panacea
es irse fuera, pero la situación de temporalidad, de precariedad, de
inestabilidad en la vida laboral, es compartida con jóvenes de otras
comunidades. Creo que lo que hay que hacer es trabajar en una mayor
estabilidad en el empleo y conseguir que los jóvenes podamos abordar el
futuro desde una mínima estabilidad.
-¿Está de moda irse fuera?
-A mí me parece importante salir fuera a conocer otras
realidades, otras culturas y otras gentes. Salir fuera no es malo a
priori, lo que puede ser malo es que la gente tenga que hacerlo obligada
por las circunstancias. Hay la creencia de que para trabajar es
necesario salir de Asturias, pero cuando hablas con gente de otras
comunidades ves que la situación es más o menos similar, quizá con una
incidencia un poco mayor en Asturias. No obstante desde las
instituciones regionales se está haciendo lo posible para mejorar la
situación del empleo, para reducir la inestabilidad laboral y para
conseguir más y mejor empleo. El camino es difícil y no se termina de un
día para otro, ni hay varitas mágicas ni soluciones milagrosas, pero
creo que se está trabajando en ese sentido. Lo que tendremos que hacer
todos es seguir exigiendo que la preocupación por el empleo en general y
también por el empleo de los jóvenes se mantenga y que se continúe
adelante con la concertación social y todos los mecanismos posibles para
solucionar estas cuestiones.
-El futuro de la juventud asturiana ¿hacia dónde va?
-Se divisa una situación mejor en el futuro, porque estaremos
incluso, si cabe, mejor formados, tendremos mayor facilidad de acceso a
un empleo con el nuevo gobierno y con las nuevas medidas. Y no sólo en
Asturias, espero que en toda España haya una mayor estabilidad en el
empleo, un mejor acceso a la vivienda, mayores oportunidades para que
todos y todas podamos desarrollarnos como personas. Veo, por tanto, un
futuro mejor, que se construirá con el esfuerzo de todos. ∆