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SUPLEMENTO ASTURIAS   -  OCTUBRE 2004

JOSE MANUEL PEREZ (Pericles)

 Director Gerente de Valnalón

JOSE MANUEL PEREZ (Pericles)


Texto y foto: Lupercio González

Semillas de futuro

Le atraen los retos, y en especial los relacionados con las ideas de los jóvenes emprendedores que desean abrirse paso en el mundo empresarial. Piensa que en este mundo lo importante es que haya juego. Así cada uno pueda comprobar sus capacidades y posibilidades.

Prefiere que le llamen Pericles. Es ingeniero técnico mecánico y su vida profesional ha estado relacionada con el Valle del Nalón. Trabajó en Duro Felguera durante veinte años y lleva dieciséis trabajando en el semillero de empresas de Valnalón. Conoció esta zona de Asturias en su época gloriosa, cuando aún se podía respirar bien a pesar de los humos. Y mirando hacia el futuro comprobó que la situación de nuestra región mejoraría si se resolviese el problema de su mentalidad. Su experiencia personal en el mundo del deporte le ha servido para llevar ese mismo espíritu al mundo empresarial.

-¿Cómo fue el origen de Valnalón como semillero de empresas?
-El motivo básico de que Valnalón exista es que desde el Gobierno regional pensaron que aquí había que hacer un centro de empresas. Había que buscar una solución al alto índice de gente joven desempleada. Cuando llegamos aquí no había ni suelo industrial para establecer naves, ni oficinas, ni nada. Un primer paso era crear la infraestructura necesaria. Rehabilitamos algunos edificios y abrimos el 1 de abril de 1989 el Centro de Empresas. Paralelamente rehicimos la planificación y la urbanización del polígono industrial y empezamos a vender parcelas y a rehabilitar edificios. Hoy día tenemos un Centro de Formación de Nuevas Tecnologías, tenemos el Centro de Empresas, una Escuela de Hostelería y también una parte dedicada a empresas de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación. Nuestra vocación desde el principio era el apoyo básicamente a emprendedores jóvenes. Nuestro motivo fundamental fue la preocupación por el futuro de la gente joven. Por aquí pasan miles de jóvenes al año y nosotros les ayudamos, les motivamos y hacemos que analicen si ese sueño que tienen puede hacerse realidad o no.

-¿Cuál ha sido el proceso en Valnalón?
-Después de ese primer paso en la creación de infraestructuras, paralelamente elaboramos las herramientas para ayudar a la creación de empresas. Aquí me ha servido la experiencia de mi vida como deportista, como entrenador y presidente del Club Vanguardia de Gijón. Yo tenía un solo equipo infantil de fútbol y todos los años me ocurría que cuatro o cinco jugadores se iban a otro club. Lo que teníamos que hacer era una cadena, es decir tener el equipo alevín, el infantil, y el juvenil como mínimo. Lo mismo ocurre aquí. Esto es un espacio donde puedo asesorar a gente para que monte empresas. Los tengo durante tres años, los cultivo, los voy ayudando y al final los trasplanto. Y me di cuenta que eso era el problema que me pasaba con el club Vanguardia de Gijón. Entonces empezamos a buscar la cadena y la diseñamos. La cuestión que se planteaba es que la gente cuando termina ¿a dónde va? Aquí hay unas condiciones algo mejores que hacen que la gente esté a gusto y la cuestión es que hay que dar un paso más allá. Ese paso lo había visto en el País Vasco el cual tenía una promoción pública de naves industriales. Entonces, una empresa tiene una nave con nosotros, crece y pasa esos tres años más o menos aquí, pero luego le podemos facilitar una nave en alquiler con opción a compra para que traslade su empresa. Y después de esos tres años con nosotros le seguimos todavía apoyando. Esto es como el deporte, lo que hay que tener son campos de juego y dejar a la gente que juegue. Si se le da bien ese deporte que juegue y sino, que no juegue. Nosotros no seleccionamos a nadie, aquí todo el mundo se autoselecciona.

 "Nosotros no seleccionamos a nadie, aquí todo el mundo se autoselecciona"

-¿Todos los que pasan por aquí acaban montando su empresa?
-El 60% de la gente que viene a estudiar su plan de empresa con nosotros no monta empresa, lo cual es buenísimo. Vienen aquí, adquieren una formación, una experiencia y después de tres meses o de un año, deciden que no montan empresa. Pero el 40% sí lo hace. Como es lógico, ese 40% que monta empresa tiene una expectativa de vida mucho mayor. Y no puede ser de otra manera.

-Toda esa labor ha tenido que originar un cambio de mentalidad importante, en particular en la zona de las cuencas mineras.
-El que esto se montase en esta zona de la cuenca minera fue una decisión política en su momento. Y ese cambio tan enorme de mentalidad no es sólo para los que vivimos en el mundo del carbón y del acero, es para todos. Donde tenemos la mentalidad del carbón y del acero lo tenemos peor, porque eso de que el hábito no hace al monje es mentira: el hábito hace al monje. Si una familia lleva doscientos años entrando por un agujero a sacar carbón, esa gente no tiene la misma mentalidad que el que anda con las vacas en Vegadeo. He visitado zonas mineras en Gales y en Sudáfrica y la mentalidad minera es la misma, independientemente de que hablen un idioma distinto. La cuestión es tratar de cambiar esa mentalidad y eso se consigue en las aulas.

-¿Por dónde se empezó a abrir ese abanico del monocultivo a la diversificación?
-Hay muchos aspectos. El más chocante aquí, por ejemplo, fue el turismo. Todos nos reímos mucho en la época de Pedro de Silva y su gobierno, cuando empezaron con lo del turismo en Asturias, y nos preguntábamos a dónde nos querían llevar. Sin embargo, se está demostrando que es uno de los múltiples pies que puede tener la economía de Asturias. En los últimos años que haya crecido la importancia de este sector en el PIB más de un 8% y que todavía siga creciendo, es importante. Otra cosa es que no se hizo ningún plan. Yo soy optimista, y ya no tiene nada que ver la sociedad de ahora con la de hace diez años. Sólo tenemos que ver cómo van resolviendo otros los problemas y copiar.

-Asturias se está quedando sin la gente cualificada que se prepara aquí y se marcha a trabajar fuera. ¿Cómo hacer para que esta inversión y este potencial revierta en la región?
-El exportar cerebros es un suicidio. Me parece que debe de hacerse cualquier cosa por evitar eso. Es el problema número uno que tenemos en Asturias. Por otra parte, veo que las empresas que pasaron la gran crisis, llevan muchos años sin admitir nuevos trabajadores y se han quedado envejecidas. Aceralia debe de tener una media de edad de cincuenta y tantos años, que es una media de edad altísima. Pero le pasa a todas las empresas, incluso a las pequeñas. Las empresas están necesitando teoría porque la práctica que tienen es de una época que ya no existe, que es la de la era industrial. O meten rápidamente a gente joven con ideas nuevas o les va a ir muy mal. Eso no lo está viendo nadie.

"El exportar cerebros es un suicidio. Me parece que debe de hacerse cualquier cosa por evitar eso. Es el problema número uno que tenemos en Asturias"

-¿Y cómo debería empezarse ese proceso de actualización?
-Pues conseguir que entraran titulados nuevos de todas las formaciones en las empresas. A medio plazo se producirá el colapso en muchas empresas, que dominan muy bien el pasado pero que no van a tener enlace con el futuro. Les falta esa gente joven que debe entrar todos los años, y no una vez cada veinte años, que es lo que está pasando ahora. Los chavales jóvenes que salen de la universidad y de las escuelas profesionales deberían entrar directamente en las empresas, o que se vayan unos años fuera, hagan un master o estén unos cuantos años trabajando fuera y luego vuelvan.
Nuestros hijos, si fuera posible, deberían salir todos fuera, darse un baño de mundo y luego volver con una preparación adquirida en una empresa de nivel mundial, o por lo menos de nivel nacional, y pasarían por esa mentalidad de una ciudad como Madrid, Barcelona o Londres. Si consiguiéramos eso seríamos capaces de desarrollar más rápidamente ese cambio de mentalidad.

-Pero los que salen ¿quieren luego volver?
-El problema es que los que salen no tienen ninguna expectativa, no hay ninguna estrategia para que puedan retornar a medio plazo, y creo que tendría que haberla. Si retornan tienen varios problemas serios. El primero es, quizás el del choque de mentalidad. Una persona que lleva cinco años trabajando en Londres cuando llega a Asturias sufre un choque de mentalidad, incluso con sus propios amigos y compañeros. Otro tema es el techo profesional, que en Asturias está bajísimo, y luego está el factor económico. Pero que no se engañe la gente, ése es el que menos importancia tiene para quienes intentan volver, porque saben que aquí pueden vivir ganando a lo mejor un 40% menos que en Madrid, pero con una calidad de vida superior. Sería muy interesante que alguien pudiera analizar este proceso.

"Con lo que cuesta un kilómetro de autopista meteríamos a Asturias en la sociedad de la información"

-¿El futuro de Asturias por dónde pasa?
-Por formar a los niños para una sociedad distinta, porque estamos en la era de la información. Es un cambio brutal. Entonces, si por arriba cuando ya la gente es adulta no hay estrategias claras, lo que tenemos que hacer es intentar crearlas por abajo, formando gente para esta otra sociedad. Asturias en cierta manera tiene un paralelismo. Tenemos gente importantísima por el mundo, pero no hay ninguna estrategia de recuperación; ya no digo para que retornen, pero al menos que puedan colaborar de otras maneras, como ayudándonos a investigar en temas punteros.

-¿Cómo sería esa formación?
-Hay que ir a primaria, secundaria y tratar de que nuestros hijos adquieran una serie de habilidades. Aquí las empresas no hacen una videoconferencia ni en broma. Si nosotros vamos cambiando esa cultura, quizás cuando nuestros hijos tengan veinticinco o treinta años estemos ya a punto de dar el salto. Necesitamos evolucionar más aprisa y la única manera de hacerlo es con alguna estrategia. No es falta de dinero. Ahora mismo en Asturias hay dinero para meter en las empresas a cinco mil jóvenes universitarios y gente de formación profesional, a la brava: pagándoles el sueldo del Gobierno del Principado, quitando el dinero de kilómetros de autopista y metiéndolo en la sociedad de la información. Con lo que cuesta un kilómetro de autopista meteríamos a Asturias en la sociedad de la información. Pues hagámoslo, es mucho más rentable a medio plazo. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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