as ideas que bullen
en la cabeza de Juan Méjica se atropellan al traducirse en palabras; el
énfasis en los matices y en los conceptos explosionan para dar forma a
las ideas. Mientras dialogamos se percibe que su mente está en el futuro
queriendo hacer presente lo que aún no es y podría ser. Por esta razón
podríamos decir que Méjica es, por qué no, un adelantado a este siglo.
-Si mira al futuro ¿cree que hay que replantearse a
Asturias en todos los órdenes?
-Sí, no quiero echarme flores, pero creo que soy el creador de
la idea de repensar Asturias. Yo creo que las sociedades, y sobre todo
aquellas que viven, como yo digo, las cuarenta crisis, o salen
fortalecidas, o están condenadas a vivir una especie de indolencia o
languidez absoluta que las lleva a ningún sitio y que concretamente
vivimos en Asturias y en el conjunto de España desde el siglo diecisiete
hasta ahora mismo. Es imprescindible repensar Asturias en todos los
sentidos: repensar el espacio, repensar el grupo político. Repensar
nuestras posibilidades industriales, repensar la idea de Paraíso
Natural, que a mí entender ha tocado techo. Hay que pasar a otro
concepto, como por ejemplo el de paraíso cultural, porque pensar que
vamos a tener una naturaleza in vitro, congelada, no es pensar en el
futuro. Yo inicialmente me conformaba con aportar ideas para Asturias,
pero me di cuenta que era estar insistiendo en lo mismo. Era necesario
un giro copernicano que fuera repensar Asturias. En todos los órdenes.
-La costumbre es que todo se subvencione.
-Es una cultura subvencionada y subvencionista.
-Asturias necesita emprendedores.
-Yo creo que todos tenemos un contrato indefinido con Asturias,
los que estamos aquí y los que están fuera. A mí entender, ese contrato
indefinido, o ese pacto de sangre con Asturias debe traducirse en que
esas gentes, con sus planteamientos, con sus economías, apuesten por
Asturias. El poder político simplemente que consienta, no subvencione,
consienta y sea, por decirlo de alguna manera, el canalizador de todas
esas inquietudes. Lo que no puede ser es que sea intervencionista y
dirigista, en el sentido de que solamente se hacen aquellas cosas que
interesan al poder. El poder político, a mí entender, más que un
espectador, debería ser un propiciador. No tratar de anestesiar al
colectivo con subvenciones fáciles, como la jubilación anticipada en el
campo, o en la minería. Incluso el sistema capitalista resulta un tanto
atípico. Es decir, primero invierte en los individuos y luego prescinde
de ellos cuando están capacitados para rendir. Eso lleva a mi entender
hacia una sociedad con una situación de incapacidad permanente, que es
la situación que vive Asturias. Lo de la crisis positiva a mí me parece
una gilipollez. No, Asturias no vive una situación de crisis positiva,
Asturias vive una situación de cuarenta crisis. Crisis en el sector
naval, crisis en el sector agrario, crisis sobre todo en lo más
importante, que ya no se trata de los sectores productivos. Me explico:
es lo que sucedió por ejemplo en Alemania. Les tiraron bombas, y
destruyeron las instalaciones, lo físico, pero no destruyeron la
disciplina, la iniciativa, la capacidad. No se elimina el tejido social
ni el tejido de empresa.
-¿Asturias es víctima de una tendencia globalizadora?
-Bueno, evidentemente el mundo se ha quedado pequeño. No
significa que los pueblos no deban mantener sus identidades, pero pensar
que sólo con identidad se construye una región o un país, es mear fuera
del tiesto. Se construye el futuro desde el presente y desde el pasado,
pero siempre proyectándolo hacia delante, y la única manera de
proyectarlo hacia delante, es con visión, viendo el futuro.
-Para eso hay que querer ver.
-Claro. Yo siempre digo que hay que pensar apasionadamente en
Asturias, hay que creer apasionadamente en Asturias y hay que trabajar
apasionadamente por Asturias.
-¿Es el miedo el que está cortapisando todo eso?
-Las sociedades anestesiadas, las sociedades envejecidas, son
muy pasivas, temen siempre al futuro porque el futuro tiene sus
incertidumbres y sus riesgos. Quienes los asumen son los más jóvenes
siempre. Los que vienen en las pateras, los que tienen años de futuro,
no son los viejos.
-¿El informe "Creaciones para el paraíso natural" qué
persigue?
-Más que un informe, Creaciones es un todo. En él se
aúnan ideas, realizaciones, medio ambiente, diferencias. Es también un
proyecto económico, porque yo no entiendo ningún proyecto que sea
ruinoso desde el principio. Algunos me dicen "este Méjica quiere
compararse con Jovellanos", y cosas por el estilo, pero yo creo
concretamente que desde que Jovellanos se jubiló, en Asturias nunca se
presentó un proyecto tan ambicioso, como éste. Creaciones
respondió a una idea preconcebida por mí y luego desarrollada sin ningún
tipo de apoyo institucional. Las gentes que participaron en ello, un
equipo de unas veinte personas, lo hicieron únicamente por mérito
propio. Creaciones tenía esa libertad que permite realizar las
cosas. El gran problema a veces de las empresas -no sólo negocios sino
en el sentido de cualquier tipo de actividad humana que conduce a algo-
es que nacen muertas, porque ya nacen con unas servidumbres y unos
lastres. Es decir, si tú colocas en una empresa a una serie de señores
que no van a aportar nada, sino que van a estar lastrando, pues
evidentemente ese proyecto no llega a ningún sitio.
"No reconozco más
nobleza que la fuerza de la inteligencia dirigida al bien
común" |
-¿Qué acogida ha tenido?
-Bueno, es que Creaciones se ha presentado de una forma
muy parcial. Nunca se ha presentado como proyecto porque está pendiente
de que se publique el libro. En este caso ésa es la única forma
compendiar o resumir todo un proyecto donde hay un montón de ideas, un
montón de aportaciones de personas de distintas ideologías y distintas
sensibilidades.
-Pedro de Silva...
-Pedro de Silva ya veía Asturias como problema. Le faltaba el
paso siguiente que era Asturias como idea.
-¿Hay que replantear el tema turístico?
-El turismo, tal y como está ahora mismo planteado en Asturias,
es un turismo de agua y prado. No se ha mejorado y no se ha incrementado
el peso en Producto Interior Bruto del Principado. Tiene un límite,
porque al fin y al cabo es el mismo turismo que ofrece todo el arco
Atlántico. Fíjate y observa. La gran apuesta de Vascongadas ha sido el
Guggenheim. Ya no es solamente turismo rural, sino que ha atraído
capitales, hoteles, diseños nuevos, etc. Es decir, ahí tienes un ejemplo
de una sociedad que también estaba anclada en un pasado glorioso en el
sentido industrial, que ha vivido una crisis parecida, pero, a través de
una actuación, ha sabido proyectarse en el mundo. Santander a través de
la neo cueva de Altamira, también ha tratado de potenciar eso. Galicia
ha apostado por nuevas actividades de cuarta o quinta generación, como
es el diseño, como es el cine, propios de sociedades desarrolladas,
sectores que a priori parecería que no están en el campo de lo que han
sido normalmente las sociedades industriales. Asturias no potencia
ninguno de todos esos sectores. Sigue todavía con el tema de la mina,
con todos esos recursos invertidos en mantener unos pozos sin futuro. Yo
no conozco en estos momentos ningún sector emergente en Asturias. Fíjate
en los finlandeses, viven concretamente del diseño de muebles. Aquí
tenemos la madera y tenemos la industria, en principio metalúrgica, pero
no sabemos acoplar una cosa con otra para convertirlo en un producto
nuevo.
-Hacen falta nuevas ideas.
-Neo productos, los llamo yo. Asturias es cultura neourbanista.
Es necesaria una nueva cultura neo turística. Una nueva cultura neo, en
muchos sentidos. Nueva, nueva, como fue un día el neoclasicismo. No
significa hacer tabla rasa. Se trata de, desde el pasado, proyectar
hacia el futuro. Eso siempre ha sido el neo. El renacimiento fue eso. El
neoclasicismo fue eso. Además es que siempre ha sido eso, la vida es
cíclica, la vida es pendular y se repite. Simplemente es que puede
ocurrir que el movimiento del péndulo a lo mejor tengamos que esperar
cinco siglos para que el péndulo vuelva a pasar y Asturias tenga su
hora. La cultura del neo. No sé si soy demasiado filosófico en las cosas
que te digo.
"Asturias es cultura
neourbanista. Es necesaria una nueva cultura neo turística.
Una nueva cultura neo, en muchos sentidos" |
-No.
-Mira, cuando oigo a Velarde and company, lógicamente
pienso que son recetas de viejo. Les falta la capacidad imaginativa, la
capacidad creadora, simplemente son pisapapeles. Ven lo que ve
cualquiera, es decir, lo epidérmico. En estas historias lo primero que
hay que ser es vidente.
-Y esa capacidad de unir el pasado con el futuro.
-Yo soy un castreño de Navia. En mí late esa memoria, y creo que
soy una persona que representa muy bien la memoria colectiva asturiana,
no de la zona de las minas, sino de la Asturias tradicional. Yo soy un
campesino y al mismo tiempo un marinero. Esa es la Asturias tradicional.
La mina es una cosa incidental y muy determinada, pero detrás de mí hay
treinta mil años de historia de campesinos y de marineros. La presencia
del campo y del mar conforma una memoria colectiva. Concretamente yo
creo que soy alguien que, lo mismo que esas chimeneas hacen salir los
sonidos de la tierra, en alguna vida a través de mí también se
manifiesta esa Asturias rural, siempre proyectada hacia el futuro. Yo me
siento, en alguna medida, con esa cultura de tener las raíces en el
terruño pero al mismo tiempo abrir los brazos hacia el horizonte. Yo
digo siempre que soy un campesino ilustrado.
-La frase de Campomanes...
-..."No reconozco más nobleza que la fuerza y la inteligencia
dirigida al bien común". Yo la transformé. Tal y como la digo hoy es
así: No reconozco más nobleza que la fuerza de la inteligencia dirigida
al bien común. Evidentemente cuando yo me muera no me voy a llevar nada,
entonces lo lógico es que esas capacidades, ahora que todavía soy joven,
reviertan en la sociedad.
El lema de la fundación es "Reflexión y expresión". Si tuviese que
definir al Méjica de hoy en día: Reflexión y expresión. Si a mí tuvieran
que ponerme una frase como la que puso Groucho Marx en su tumba,
"perdone que no me levante", yo pondría en la mía "reflexión y
expresión". La reflexión ligada al pensamiento, al conocimiento, al
sondear siempre en los abismos del hombre. Expresión en la medida en que
te manifiestas a través de una danza de gestos y una danza de colores,
como la pintura, la escultura, la arquitectura.
-¿Te sientes como un espermatozoide fecundo de ideas?
-Siempre he entendido que la cultura ha quedado en algún sitio
depositada. He tratado, en los últimos años, de que mis pensamientos,
mis reflexiones, mis expresiones, quedasen recogidos en libros, porque
un libro es el mejor producto de la inteligencia. Una exposición pasa,
pero el libro queda, y ahí está, y vendrán otros. Yo creo que la
documentación permite tomar el pulso, conocer las ambiciones, los
deseos, el ritmo de las personas. Toda esa documentación que he ido
dejando, siempre servirá a alguien, no sé si en Asturias o fuera de
Asturias. ¿Te acuerdas de esa idea cíclica? Lo bueno es que lo mismo que
yo estoy pensando lo está pensando también otro que vive en Japón,
quizás algunas de mis ideas las va a copiar y las va a transformar,
igual que hago yo con las ideas de otros. El va a ser el que las pase a
su crisol y las proyecte en nuevas formas, nuevos colores y nuevas
dimensiones. ∆