Semana Santa
Foto: Antonio Fotógrafo |
VEGADEO
Las aguas del Eo conectan a este bello concejo asturiano con la fuerza del
Cantábrico.
De su proximidad con tierras gallegas recoge una gran diversidad cultural. Y
sus suaves montañas y estrechos valles modelan un atractivo paisaje,
principal reclamo para el turismo.
MAGIA EN EL OCCIDENTE
La ría del Eo es uno de los más bellos paisajes del occidente asturiano
y Vegadeo tiene el placer de disfrutarlo de forma privilegiada. Ubicado en
el extremo occidental de Asturias, este concejo de 82 kilómetros cuadrados,
es límite con la vecina Galicia.
Su territorio alberga dos tipos de paisaje, uno el que corresponde a Vegadeo
y los valles formados por el Eo y el Suarón, y otro de relieve montañoso y
escarpado que corresponde con la zona interior del municipio hasta
adentrarse en la Sierra de Bobia.
Desde que en 1936 Vegadeo se tornó en concejo independiente -dejó de ser
Vega de Ribadeo- su crecimiento ha sido constante, hasta constituirse en un
núcleo atractivo y punto de encuentro de una gran comarca que comprende el
Noroccidente de Asturias y la parte Nororiental de la provincia de Lugo.
La capital del concejo, Vegadeo, es una población dinámica y moderna, con
una gran actividad comercial, y alberga aproximadamente al 60% de la
población total del municipio. Las parroquias de Abres, Guiar, Meredo,
Paramios, Piantón, y la que lleva el nombre de Vegadeo, albergan al resto de
los habitantes del concejo.
La situación privilegiada de este concejo permite al visitante disfrutar
tanto del mar, como de la montaña o la ría. Su desarrollo turístico permite
alojarse con las comodidades de una Villa y conocer parajes de gran interés
ubicados a poca distancia, como los Oscos, los Ancares o playas
espectaculares como la de Tapia, Penarronda o Las Catedrales.
Coincidiendo con Semana Santa se hace obligada la visita a una pequeña
población como Piantón, que en estas fechas exterioriza su fervor religioso
con importantes ceremonias y procesiones. La intensidad de los actos y la
afluencia de visitantes convierten a esta localidad en un núcleo, no sólo de
interés religioso, sino también turístico./
M.T.
PIANTÓN
Los habitantes de Piantón compaginan por unos días el cultivo en las vegas y
huertos y el cuidado de las explotaciones ganaderas, con la celebración de
la Semana Santa.
Lugar de culto
La parroquia de San Esteban de Piantón pertenece al municipio de Vegadeo y
se halla muy próxima al límite con Castropol. Tan solo 2 km. la separan de
la capital, Vegadeo. Llegada la Semana Santa, la trascendencia de los actos
religiosos que tienen lugar en este rincón es tal, que todo el concejo se
vuelca en su admiración y participación.
La plaza del pueblo es el lugar de encuentro y durante estos días late como
si de un corazón se tratase. Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de
Pascua los fieles sienten la necesidad de acompañar al Señor en su Pasión,
Muerte y Resurrección. Los piantoneses llevan varios siglos celebrando
rituales colectivos, para lo cual los días previos desarrollan una enorme
tarea. Todo el pueblo se vuelca en la preparación de los actos, reviviendo
cada año la tradición secular.
Los actos centrales son las procesiones y la reproducción de los hechos
centrales de la Pasión. Así tienen lugar la oración del Huerto, los azotes,
el Vía Crucis, el Encuentro de Jesús con su Madre, el Calvario con las Siete
Palabras, el Descendimiento y el Santo Entierro. Llegado el esperado Domingo
de Pascua tiene lugar el anuncio de la Resurrección a la Virgen con el
correspondiente Bandeo de Pendones.
La participación colectiva que se da en esta celebración es tal vez lo más
destacado de la Semana Santa piantonesa. Las tradiciones y costumbres se
heredan de padres a hijos. Los niños hacen de monaguillos, llevan ciriales,
incensarios.
Los hombres, de todas las edades, transportan las imágenes, con el esfuerzo
que ello supone. Los que no colaboran directamente en los pasos o en el
bandeo de pendones, pueden hacerlo también de muchas otras formas. Las manos
son siempre bienvenidas y tan pronto es necesario un carpintero como un
electricista o quien pueda restaurar una imagen.
Los que participan directamente en los actos van ataviados para la ocasión.
Los hombres nazarenos, encargados del desenclavo llevan una vestidura
morada, los niños están vestidos con hábitos blancos, etcétera, etcétera.
Las mujeres de Piantón son las que se encargan de confeccionar el vestuario.
También son ellas las que velan por el cuidado de la Iglesia durante todo el
año, se encargan de los altares y los ornamentos, visten las imágenes, y
llevan a cabo todo tipo de manualidades necesarias. Ellas llevan a cabo una
parte menos visible pero igual de esencial e importante.
Piantón tiene varias imágenes articuladas, posee un Ecce Homo, la Dolorosa,
un Cristo yacente, un Nazareno, San Juan Evangelista, la oración del Huerto
y una imagen de la Verónica.
Algunas de estas imágenes no están datadas. La Dolorosa y el Cristo yacente
se sabe que son del s.XVII y pertenecían a una cofradía de aquella época.
Otras muchas han sido elaboradas por artesanos piantoneses, santeiros, un
privilegio del que pocas poblaciones pequeñas pueden enorgullecerse. El
Nazareno, San Juan Evangelista, y las figuras de San Esteban, la Virgen del
Rosario y la Virgen de Lourdes, que se hallan en altares y formando parte de
las capillas e iglesias, son creaciones de una familia de la zona, los
Loredo, que con su trabajo contribuyeron a enriquecer la imaginería
religiosa de este lugar.
Merece la pena conocerlo. ∆
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