Parece que el nuevo milenio ha traído energías renovadas. De unos años
para acá el Antroxu avilesino ha ganado en gentío y en andanzas. La
creatividad desborda todos los acontecimientos que salpican la semana
antroxera.
Texto: Chabe Hidalgo // Fotos: Javier Granda
Ponte las pilas
Desde la Edad Media data la tradición
carnavalera en Avilés, aunque fue en la década de los ochenta cuando la
relanzó un grupo de amigos. A finales del s.XIX se celebraba el carnaval de
forma muy diferente, según fueran barrios más humildes o zonas más coloniales.
En concreto, en el barrio marinero de Sabugo, se concentraba la gente más
folixera de la villa, y de hecho, a mediados del s.XIX fueron los que
iniciaron el Entierro de la Sardina, el acto más irreverente de todo el
carnaval. Predominaban entonces las murgas, parodias y desfiles de carros
engalanados.
En zonas más prósperas como Versalles o Villalegre, donde se habían instalado
los indianos, festejaban el carnaval con lujosos bailes y desfiles de carrozas
imitando a otras ciudades europeas donde estas fiestas estaban ganando
prestigio.
Durante la Guerra Civil, estas tradiciones fueron perdiendo fuerza debido a
las prohibiciones. Pero en las siguientes décadas, en los años cincuenta, la
creación de industrias produjo mucha inmigración y mezcla de culturas, lo que
favoreció el que perviviera tenuemente el espíritu carnavalero. Aún en época
de la dictadura, cuando estaba vetado, se festejaba a escondidas en algunos
barrios con elementos muy primarios pero con mucha alegría.
A través de la Gran Orden del Antroxu resurgieron los carnavales en el
82. Empezaron con un mandilón y un cucurucho, recorriendo las calles. Al paso
de la comitiva se iba sumando gente disfrazada. Así llegamos hasta hoy,
momento en el que se puede decir que el carnaval de Avilés es de los que goza
de mayor participación popular. Cada año fue creciendo más y más hasta llegar
a convertirse en los colosos carnavales que hoy se pueden disfrutar del 18 al
25 de febrero.
Poco a poco el Antroxu va tomando cuerpo gracias al apoyo institucional y a la
genial idea de nombrar el Rey del Goxu y de la Faba, figura que
representa la máxima autoridad antroxera.
Se inaugura oficialmente el Antroxu el miércoles 18 con la entrega de las
sardinas arenques naturales al Rey del Goxu y de la Faba y a destacadas
personalidades antroxeras en Llaranes, organizado por la Cofradía de la
Sardina Arenque. Al día siguiente se celebra el Jueves de Comadres, el más
esperado por las mujeres avilesinas. Es el día elegido, tanto por solteras
como por casadas, para comadrear a la vez que merendar y cenar en los
restaurantes de la zona. Ese día los locales están repletos de pandillas de
mujeres cada vez más numerosas, que ya se han encargado de reservar mesa con
bastante antelación. Para cerrar el día se ha puesto de moda la actuación de
boys, con striptease incluido, un espectáculo que abarrota las salas de
fiesta de toda la villa.
El viernes 20 con la lectura del pregón se da carta blanca al desmadre
antroxeru. A partir de ese momento, pasacalles de charangas comienzan a
recorrer la villa día y noche. La temperatura empieza a subir con el calor de
la gente, que no abandonará el disfraz hasta el miércoles próximo. Es también
el día crucial para el Rey del Goxu porque es su coronación después de
todo un año ejerciendo de príncipe.
El sábado 21 es el día del Descenso Internacional y Fluvial de la calle
Galiana, uno de los eventos más divertidos del Antroxu desde 1988, año en que
se celebró por primera vez. "La idea surgió -según comenta Teófilo, miembro de
la Cofradía del Entierro de la Sardina-, de un grupo de amigos que tomando
unas copas deciden coger una piragua y tirarse con ella por la calle Galiana
abajo. Otros les siguen con un patinete, otros se inventan un artilugio con
cuatro cosas y así se originó el Descenso". La idea cuajó y cada vez les fue
copiando más gente, "la gente sacaba unas ideas buenísimas y enseguida surgió
la participación. Era todo muy rudimentario y para los premios cada uno
aportaba lo que podía. En el primer Descenso los premios eran simbólicos, una
caja de sidra y poco más que los organizadores pedían por los bares y tiendas
de Avilés", explica Teófilo.
Hoy día los premios son más sustanciosos y los artilugios más sofisticados,
aunque conservan el requisito de artesanales a la vez que vayan disfrazados,
lo mismo que sus ocupantes. El Descenso comienza a las 18,30 h. de la tarde y
la calle se llena de espuma y agua para facilitar la bajada de los artilugios:
un hórreo, una lancha, un castillo, un caballo de Troya... todo es posible en
esa riada de imaginación.
Al día siguiente le toca el turno a la Ginkana Automovilística. Los coches
antroxaos, al igual que los ocupantes (como mínimo dos) deberán superar
divertidísimas pruebas, que les harán sumar puntos. Al final gana el que más
puntos consiga. También habrá otro premio al mejor disfraz.
Más avanzada la tarde, la Fundación Deportiva Municipal es la encargada de
organizar la Olimpiara. Los participantes serán grupos de un mínimo de cuatro
personas, que deben de llevar un disfraz relacionado con el mundo del deporte
o su entorno y realizar pruebas deportivas a pie, a base de saltos y carreras.
"Se quería hacer algo que imitara las Olimpiadas pero de una forma más
rudimentaria, casera y carnavalesca", cuenta Teófilo.
A las 21,30 h. de la noche se hará por segundo año consecutivo el Antroxu's
Dance, un concurso-exhibición de disc-jockey's que tendrá lugar en la plaza de
España.
El lunes 23 aprovecha la gente joven para hacer ronda por los bares de la
villa y entonarse para el día siguiente, el día grande. La mayoría de los
locales abandona su imagen cotidiana para convertirse por unos días en un
fuerte, un circo, un castillo... Decoran las fachadas y los interiores,
llegando a conseguir auténticas obras de arte. "Se están haciendo obras de
mucha envergadura, casi como las de las fallas, que requieren grandes montajes
por profesionales", opina Gonzalo, de la Cofradía del Entierro de la Sardina.
Todos los chigres que se antroxen podrán participar en el Concurso de Chigres
Antroxaos.
También el lunes incluye el VI Desfile de bicis antroxaes y el Festival de
Charangas y Murgas en la Plaza de España. La jornada la cierra la música, pues
a partir de las 21,30 h. varias orquestas amenizarán la noche hasta la
madrugada. El lugar, la plaza de España.
El martes está marcado por el Gran Desfile y Paseu d'Antroxos, Comparses y
Carroces. Ese día las calles de la villa casi se quedan pequeñas para acoger a
la gente que desborda al paso del desfile. Hay que acudir disfrazado con las
mejores galas, pues ya queda poco para que el desmadre llegue a su fin.
El miércoles 25 hay que quemar los últimos cartuchos, pues llega el triste
momento de la despedida. La Cofradía del Santo Entierro de la Sardina organiza
la despedida de este pez con una comitiva que la acompaña hasta sus últimos
momentos. Los cofrades se encargan de llorarla a la par que van recitando y
parodiando contra el ayuntamiento, el alcalde, el gobierno... "Sale Garrido,
como todos los años, parodiando al papa y escoltado por dos curas que son los
encargados de leer el testamento de la sardina, una crítica ácida contra los
estamentos", comenta Gonzalo, cofrade del Santo Entierro. Desde la misma
plataforma que va arrastrando el púlpito del papa, el cortejo fúnebre va
repartiendo sardinas arenques y vino para todo el público.
Pero aún quedan sorpresas, porque este año la Cofradía del Santo Entierro
tiene ya preparada para el lunes 16 de febrero una exposición con todos los
trajes de los Reyes del Goxu en el Palacio de Valdecarzana. En este
pequeño museo también estarán presentes los carteles que se han venido
haciendo a lo largo de todos estos años anunciando el Descenso y el Antroxu.
Pero por mucho que se cuente del Carnaval de Avilés, todo se queda corto. Son
fiestas para vivirlas y sentir en directo el calor de la gente.
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