Foto: L.G.
"La experiencia y los años de servicio te enseñan a renunciar a subir
una montaña cuando ella dice que no" |
-¿A qué crees que se deben este tipo de accidentes?
-Hubo dos accidentes bien distintos, cuya única conexión fue que en
un periodo de veinticuatro horas se produjeron los dos.
El primero corresponde a una persona, que en teoría, estaba preparada en el
deporte de la alta montaña, porque se permite el lujo de subir la cara norte
de Peña Ubiña, que tiene una dificultad determinada. Una vez realizada esa
actividad, esa euforia le permite bajar tranquilamente por la vía fácil y
con cierta comodidad. ¿Qué ocurre? Que el accidente se produce por un exceso
de confianza. El que un alpinista haga una actividad de gran dificultad por
una cara y se mate en el descenso, por la ruta fácil, debido al exceso de
confianza, es un mal que se da mucho en el montañismo.
En el segundo caso, el de los otros dos chicos, por lo que pude observar fue
una imprudencia. Digo imprudencia en la medida de que no se puede subir a la
alta montaña sin piolet y sin crampones. No se puede desarrollar una
actividad de este tipo en invierno y no tener ningún medio para combatir el
hielo. Si una persona no está preparada para llevar piolet y crampones, pues
a lo mejor no tiene que hacer montañas de esa altitud, o tiene que llegar
hasta la cota de la nieve y nada más. Y si se consideran que son capaces de
andar por ella, entonces el piolet y los crampones son imprescindibles. Con
lo cual, creo que es una imprudencia clara.
-Curiosamente los accidentes les ocurrieron a gente experta y no a
novatos.
-La montaña donde se mataron los dos chicos es una montaña fácil y
asequible a cualquier persona que haga montañismo o senderismo. Lo que
ocurre es que las condiciones del invierno marcan otra pauta, y esa montaña
que en verano es muy sencilla y que se sube tranquilamente porque no
necesitas cogerte a ningún sitio, en invierno es otro cantar. En invierno
tiene la dificultad del hielo y ante eso hay que ser muy prudentes. Esta
gente puede llevar toda una vida yendo con grupos de montaña preparados,
pero cuando van solos no es lo mismo. Una cosa es llevar muchos años
haciendo montaña, y otra cosa es, que tú estés capacitado para ascender a la
cumbre sin nadie, tú solo, por ti mismo.
-¿Qué peculiaridades tiene esta zona de las Ubiñas respecto a otras y que
no deben perderse de vista?
-Una de las cuestiones es la "masificación". La Ubiña no es que esté
masificada, pero es uno de los macizos más visitados, porque está muy cerca
del centro de Asturias, que es donde reside la mayor parte de la población.
Por otra parte, Ubiña es un macizo con unas condiciones físicas similares a
las de Picos de Europa y aunque no tenga una cota de 2500 metros está
considerado por los montañeros y técnicos como un macizo de alta montaña.
Por otro lado, el hecho de estar tan cerca de la costa, hace que los cambios
climáticos sean muy rápidos, cosa que pasa en toda Asturias. La climatología
tanto en Picos de Europa como en Ubiña es muy puñetera, por lo que a veces
macizos como estos se hacen difíciles y son comparables a Alpes o a
cualquier otro macizo importante.
-¿Crees que en la montaña hay que saber renunciar?
-Así debería de ser, pero es complicado. Una persona que esté
acostumbrada a hacer ascensiones en los Alpes o en los Andes, llega a Ubiña
y si está en malas condiciones se da la vuelta tranquilamente, porque puede
volver mañana u otro día. Pero hay otra gente para quienes la máxima
aspiración es subir la Ubiña por la cara norte, y ahí se juegan todo. La
experiencia y los años de servicio te enseñan a renunciar a subir una
montaña cuando ella dice que no. Sin embargo, hay personas que son
grandísimos aficionados a la montaña pero que son incapaces de darse la
vuelta para casa sin hacer una cumbre y eso es un sarampión que había que
quitar de la cabeza.
-¿Habría que restringir la subida a determinadas montañas cuando las
condiciones no lo permitan?
-Eso es muy difícil. Lo que habría que hacer es una labor de
educación desde la propia Federación, desde los clubes de montaña, intentar
convencer a los socios y poder dejar claro a toda la población federada o
no, de que la montaña es la que marca la pauta y que es ella la que decide
si un día se puede ir a la montaña o no.
-Mucha gente argumenta que va preparada a este tipo de montaña porque
lleva crampones, piolet, o cuerda, pero ¿se saben usar estas herramientas?
-Ya no hablo de escalada, sino de esta otra gente de la que estamos
hablando y que está haciendo ascensiones. Es importante para una ascensión
con nieve tener un apoyo y usar el piolet, como piolet bastón, pero si no
llevas nada y resbalas por una placa de hielo estás a la deriva. Ahora bien,
si tienes un punto de apoyo en una mano y te pones unos crampones en las
botas, es muy difícil que te tire abajo la montaña porque es una ascensión
con una pendiente no excesivamente grande. Lo triste es que ésta es una
montaña muy sencilla, no necesitas cogerte a nada para subirla en
condiciones normales, pero no cuando está como una pista de patinaje y no
vas preparado, que fue lo que pasó. Estas cosas se divulgan de una forma que
parece que la montaña es un demonio. La montaña en sí misma no es peligrosa.
La montaña tiene una serie de dificultades y cada uno tiene que saber qué
grado de dificultad puede asumir. ∆