Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

SUPLEMENTO ASTURIAS   -  DICIEMBRE 2004

AURELIO MARTIN GONZALEZ

 Vicepresidente Primero en la Junta General del Principado

"Hay que buscar una aplicación de la Política Agraria Común que sea lo menos lesiva posible para Asturias"


Texto y foto: Lupercio González

Las incógnitas de nuestro futuro

En el ánimo de todos está la necesidad de una concepción nueva de Asturias en el marco ampliado de la Unión Europea. El reto no es sólo adaptarse a las exigencias de esta nueva situación, sino jugar un papel activo aportando iniciativas e ideas tanto en el contexto nacional como en el internacional.

Navegar hacia el futuro y no perder el rumbo en un mar lleno de controversias, no sólo es fundamental, sino indispensable desde una visión de coherencia.

-Parece que hay muchas ideas individuales de lo que debe ser esta región. ¿Cree que es necesario "repensar" Asturias?
-Asturias, desde luego, está en una etapa de transición económica demasiado alargada, y ofrece luces y sombras. En los aspectos positivos nos hemos incorporado, débilmente, en algunos sectores económicos. En cuanto a las sombras, sigue siendo muy importante el peso de la Asturias industrial, que da la sensación de que está siempre entre interrogantes. Es un reto incorporarnos a otros elementos de la política económica, de la sociedad de servicio, de la sociedad de la información y tecnológica, pero nos es fundamental mantener la Asturias industrial. No podemos seguir perdiendo capacidades productivas y empleos. Por lo tanto, tiene que haber una Asturias industrial y otra Asturias que profundiza en otros elementos como son las nuevas tecnologías, la sociedad de la información, la política de servicios, pero con un equilibrio. Es cierto que hemos funcionado más con objetivos a corto y medio plazo que a largo. Creo que hay que reforzar, más que liderazgos personales, liderazgos colectivos de concepto de pueblo. La Asturias que queremos está a diez o veinte años vista. Falta una reflexión colectiva; Asturias necesita un liderazgo colectivo, de pueblo, de sociedad, no sólo de gobierno. Este reto lo tenemos abierto y el gobierno regional debe ayudar a que ese liderazgo social, esa tormenta de ideas y de proyectos, sean articulados, armonizados e incluso impulsados.

-Está en el candelero político el tema del Estado de las autonomías. ¿Será Asturias una autonomía de segunda?
-La Junta General del Principado de Asturias data del siglo XIV, es decir, somos una comunidad con mucha historia. Somos de las pocas comunidades que no tenemos que explicar, forzar o reinventar su historia, porque obvia y lógicamente la tenemos. ¿Qué nos preocupa a nosotros del debate que se está dando en el Estado? Que las peculiaridades de un Estado, obviamente plural como es el Estado español, deban significar diferencias en los elementos de cohesión social. Dicho de otra manera: Todos los ciudadanos tienen derecho a los servicios y prestaciones sociales por parte de las administraciones, independientemente de quien sea su gestor. Las diferencias no pueden al final justificar desigualdades sociales, o ir en el camino de la descohesión social de este país. Nosotros creemos en la descentralización del Estado, en el autogobierno de las comunidades autónomas y creemos además, que eso no es un debate académico institucional. Es un debate que puede influir en la calidad de vida de los ciudadanos, en acercar el poder político y la democracia a los ciudadanos. No compartimos, y nos parece una posición en este caso insolidaria, por ejemplo, lo que plantea Cataluña, de pagar por rentas y recibir por habitantes. Ahora, sí compartimos que los pueblos y nacionalidades que comprenden el Estado español, tengan un autogobierno, tengan más competencias, pero siempre garantizando los elementos de cohesión social y que no haya una España de dos y tres velocidades.

"El clima institucional ha cambiado, y lo ha hecho para bien"

-¿Puede decirse que las relaciones institucionales se han normalizado con la entrada del gobierno de Zapatero?
-Son más fluidas, no sólo de la Administración asturiana con la Administración Central, sino en el conjunto de las comunidades autónomas. Hoy hay otra forma de entender la política y las relaciones que se deben dar entre comunidades autónomas y el Gobierno Central, incluso cuando no tienen el mismo color político. Creo que se ha normalizado el diálogo social. El clima institucional ha cambiado y lo ha hecho para bien. Para los ciudadanos la democracia y las instituciones pierden credibilidad cuando se dan cuenta de que es un elemento de batalla partidista pura y dura, donde no se respetan las reglas de juego.

-Asturias y el protocolo de Kioto. ¿Tiene nuestra región los deberes hechos?
-Aquí hay un error muy importante. El anterior gobierno español firmó el Protocolo de Kioto y durante ocho años no hizo nada. La prueba de ello es que las emisiones de CO2 no han bajado, sino que han subido. Creo que la recién llegada Administración del PP lo firmó, en aquellos momentos, por un elemento de imagen. Resulta incomprensible que firmando un protocolo internacional, durante ocho años no se haya hecho nada, y no sólo eso, sino que las emisiones que se habían comprometido a reducir, aumenten. Nosotros, como fuerza política, creemos que es posible el desarrollo económico y la sostenibilidad. No se puede estar hablando de las consecuencias de las crisis ecológicas y medioambientales para dentro de una década, porque tienen consecuencias inmediatas; y eso afecta de forma directa a la calidad de vida de los ciudadanos. Tiene que haber un esfuerzo para que se cumplan los objetivos de Kioto y éste ha de ser consesuado y que contemple las especificidades de los territorios. Hay que avanzar en los objetivos de Kioto, sin que sea a costa de los empleos. No compartimos la dialéctica ni las amenazas que hacen a veces, en este sentido, algunas empresas. Nos parece fundamental alcanzar los objetivos de Kioto y planteamos que haya, como las hay en otras materias, una especie de conferencia sectorial a nivel del Estado donde puedan participar todas las comunidades autónomas para definir todos los temas que tengan que ver con las emisiones, e ir a una tecnología con más criterios medio ambientales y sostenibles.

"El anterior Gobierno español firmó el Protocolo de Kioto y durante ocho años no hizo nada"

-¿Cómo queda Asturias frente a la Unión Europea con la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC)?
-Hemos planteado de forma clara de que hay que buscar una aplicación de la Política Agraria Común que sea lo menos lesiva para Asturias, teniendo en cuenta las condiciones de nuestras explotaciones, muchas de ellas en montaña con unas dificultades orográficas muy determinadas. A dicha reforma la hemos definido como una reforma negativa y perjudicial, sobre todo para lo que es la agricultura y la ganadería muy industrializada; como decimos en alguna terminología europea: en base a tierra. Son explotaciones pequeñas y medianas con un componente familiar; son extensivas y no tienen una gran concentración industrializada.
La primera quincena de diciembre hay una reunión de la ministra con todos los consejeros de las comunidades autónomas, donde se va a determinar cómo se aplica la Política Agraria Común en España, dentro de los márgenes que ésta deja a cada estado miembro. El Gobierno asturiano ha expresado su rechazo a la última reforma de la Política Agraria Común. También es cierto que hay unos márgenes de actuación que aminoran los efectos negativos para Asturias. Nosotros desde la posición contraria a la última reforma, que es una posición contraria también del Gobierno asturiano, creemos que hay que aprovechar los recursos que permite esta reforma a los estados miembros, recursos como los de poner trabas a la mercantilización de derechos. La única forma de que no salgan derechos de producción y de primas en Asturias es lógicamente poner trabas. Nosotros nunca hemos entendido que pueda existir una mercantilización de derechos, que a fin de cuentas son de concesión pública, porque creemos que una gran parte de las ayudas deben mantenerse acopladas a la producción. No creemos que los derechos de prima, de producción sean objeto de mercantilización y en la situación singular de nuestra comunidad autónoma, acabar siendo derechos de producción, que salen de nuestra región como está saliendo ahora la cuota láctea. No queremos que eso nos pase en otras materias. Y después, queremos aprovechar los recursos que le deja la Unión Europea a cada estado miembro para hacer políticas propias, cuando le permite, por ejemplo, un 10% de las ayudas, hacer una redistribución en función de características específicas de cada estado miembro. ∆

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA