Texto y foto: Lupercio González
Un moderno
estilo de gestionar empleo
La
especialidad de Psicología Industrial, la amplia experiencia profesional
en materia de recursos humanos y en proyectos relacionados con la
promoción de empleo, han convertido al gijonés José Luis Alvarez, en el
artífice de la nueva estructura de esta Dirección General de Promoción
de Empleo.
-Repite como Director General de Promoción de Empleo en
el Principado una nueva legislatura. ¿Qué le ha supuesto este
reconocimiento y confianza que han depositado en Ud.?
-Hay una parte de satisfacción por lo que supone el
reconocimiento del trabajo realizado. Siempre es satisfactorio que te
inviten a seguir siendo responsable y participar del equipo en una nueva
legislatura. También es agradable y gratificante que tus colaboradores
te manden mensajes diciendo que continúes durante una temporada más
realizando el proyecto que habíamos comenzado. Y, como siempre, con
nuevos retos innovadores, que es lo que intentamos introducir, porque la
administración, aunque es muy conservadora, es susceptible de nuevos
proyectos si tienes una visión clara de lo que quieres hacer y confías
en la gente que tienes. Esto también lo hemos conseguido y está siendo
reconocido por otras comunidades autónomas.
-¿Quiere decir que lo que se está haciendo aquí se está
trasladando a otras comunidades?
-Sí, sobre todo la manera de hacerlo. En las reuniones de
Directores Generales de Empleo, lo que hicimos en Asturias está siendo
un referente de lo que se puede hacer utilizando dos elementos; por un
lado el saber y la experiencia de las personas que trabajaban en el
INEM, y por otro, las tecnologías de la información. Son dos elementos
que aunque parece que son muy diferentes, juntos han dado un resultado
excelente.
-Ahora mismo, ¿se puede apreciar ya algún cambio
visible?
-A finales del año pasado hicimos una nueva concertación social.
Después del Pacto Institucional por el Empleo se ha firmado el acuerdo
para el Desarrollo Económico, la Competitividad y el Empleo. Hubo pocos
cambios porque los firmantes consideraban que estaba funcionando bien y
que respondía a las necesidades de la región. El cambio que ha habido ha
sido por una parte, reforzar todas las subvenciones destinadas a las
mujeres, pensando que es el colectivo con más desempleo; se han
reforzado también algunas de las destinadas a los jóvenes en búsqueda de
su primera experiencia laboral, con los contratos en prácticas y
formación. El segundo reto que tenemos es continuar con la modernización
de las Oficinas de Empleo. También nos planteamos ampliar las ofertas
que recibimos en nuestras oficinas, pero lo más novedoso, en lo que
estamos ahora, es en la elaboración de lo que llamamos las Estrategias
de Empleo Futuro. Estamos trabajando en un proyecto para definir, de
manera provisional, qué tipo de recursos humanos necesitaríamos en el
2007 y qué tenemos que hacer para dotarnos de esos recursos humanos en
esa fecha. Es un proceso muy innovador en toda España. En ningún sitio
se ha hecho esto de trabajar con agentes y actores sociales para,
conjuntamente, reflexionar cómo será el 2007, qué tipo de economía
habrá, qué tipo de empresas, y, por tanto, qué debemos hacer para tener
esos recursos humanos. Esto lo iniciamos el 4 de julio y es un proceso
en el que están participando 160 personas de la región.
"Los
asturianos, cuando lideran proyectos empresariales están día
a día demostrando su capacidad" |
-Hasta ahora ¿cuáles habían sido las principales
directrices?
-La integración del INEM ha sido un trabajo de ingeniería
cultural y organizativa. Hemos fusionado dos grupos procedentes de
distintas culturas y distintas administraciones: personas que procedían
del INEM y personas que procedían del Principado de Asturias. Para ello
hemos invertido dos años de trabajo. El resultado al final ha sido
positivo, y las personas que venían del INEM son ahora parte integrante
del Principado de Asturias. Para el Principado ha supuesto un reto, ya
que es una organización centralista acostumbrada a trabajar desde
Oviedo, y que ha pasado a tener 24 oficinas en toda la región, por lo
que ha tenido que aprender a trabajar en red. Hemos invertido tiempo,
hemos apostado por la experiencia de las personas tanto del INEM como
del Principado de Asturias. No hemos tenido prisa, y hemos dejado que
las personas fueran venciendo su resistencia. Creo que el trabajo, que
era prioritario, ha sido culminado con éxito, a la vez que se hacían
otras muchas cosas: se definían procesos, se modernizaban oficinas, se
abrían otras nuevas, se cambiaban instalaciones. Había varios trabajos
en distintas velocidades, pero ha salido satisfactoriamente bien.
-Ya está listo el vehículo que se había diseñado. Ahora
el usuario, el desempleado, ¿qué puede encontrarse y cómo se agiliza el
sistema para cubrir sus necesidades?
-Hemos intentado que en todas las oficinas se trabaje de igual
manera, para lo cual se han elaborado procedimientos de trabajo
estándar, conocidos por todo el personal. Por otra parte hemos
convertido el Sistema Público de Empleo, en un lugar de acceso a la
información. Esto es básico para nosotros, porque queremos pasar de las
Oficinas de Empleo, que eran un cuello de botella con una cola para ser
atendidos por un funcionario, a ser un lugar donde los ciudadanos pueden
entrar y acceder a información sobre ofertas de empleo y opciones de
mejora profesional. Las Oficinas de Empleo del Principado de Asturias
son las primeras oficinas del estado español en disponer de ordenadores
conectados a Internet para que los ciudadanos puedan entrar en
www.princast.es/trabajastur o en cualquier web y, sin ningún tipo de
filtro, pudieran navegar para buscar información sobre ofertas de empleo
o sobre oportunidades de mejora. Esto para una estructura cerrada como
el INEM es un cambio revolucionario.
-Asturias ha invertido mucho en formación, pero está
ocurriendo que hay personas formadas que emigran hacia otras regiones.
¿Cómo se va a seducir a esta gente para que vuelva a Asturias?
-Es importante decir una cosa clara: estamos en mercados laborales
abiertos. Un mercado laboral no termina en el linde de un municipio, ni
de una provincia, ni de una comunidad autónoma y ya casi ni de un país.
La gente se mueve por espacios cada vez más amplios. Los datos que
tenemos de los movimientos de población en Asturias dicen que entran más
personas de las que salen. También tenemos que saber que de cara al
futuro aumentará el flujo, porque la gente se mueve por todo el planeta
en función de sus expectativas laborales. Esto todo hay que tenerlo en
cuenta para no hacer lecturas muy negativas sobre nosotros mismos. En mi
opinión, no se trata de impedir que la gente se mueva, que es positivo y
necesario. Yo quiero que mis hijos se desplacen por el mundo y se
desarrollen como personas y profesionales allí donde tengan
oportunidades. Como responsables políticos lo que tenemos que hacer es
seguir trabajando para que cuando hagamos una oferta de empleo para un
ciudadano que esté fuera de la región, que sea atractiva. En mi opinión
tenemos que seguir trabajando en la calidad de los servicios que se
prestan a los ciudadanos para que cuando reciban una oferta de trabajo
de Asturias, la oferta sea atractiva.
"Pasamos de ser un país con
mano de obra más barata que atrae inversiones, a ser un país que tiene
que competir con sus propios medios"
-¿En que ha contribuido este Pacto Institucional por el
Empleo?
-Hemos presentado recientemente la evaluación del Pacto a los
firmantes de la concertación social y la valoración fue positiva. Quizás
el mejor síntoma de eso es que los mismos firmantes han realizado una
nueva concertación que se llama Acuerdo para el Desarrollo Económico, la
Competitividad y el Empleo. Ha sido positivo en el resultado
cuantitativo: el número de empleos que se han creado es alto, ha bajado
el desempleo, y han mejorado mucho sindicalmente. Pero también es
cualitativamente positivo, porque los propios firmantes han tenido una
experiencia de trabajo conjunto. Nunca antes habían trabajado en una
concertación social y eso es muy interesante, porque en política y en
sociología, la confianza entre los agentes sociales y la sociedad en
general en sus responsables políticos es clave para su desarrollo
futuro. Instituciones, administraciones y agentes sociales que no se
hablaban trabajaron conjuntamente y firmaron un acuerdo. Cada uno tiene
sus lógicas y sus intereses, y eso es lícito, pero han aumentado su
capacidad de comunicación y han obtenido resultados positivos.
-¿Qué va a pasar cuando las ayudas europeas comiencen a
acabarse?
-Ya no sólo son las reducciones de las ayudas europeas, que se
irán reduciendo más o menos gradualmente, sino que en el escenario que
dibujamos añadiría la importancia de otros países de la Unión Europea
como mercados y también como competidores. También cada vez hay que
prestar más atención al crecimiento de la actividad en países como China
o la India. Son países donde aparecen mercados, servicios y productos
que compiten con los nuestros. El escenario mundial cada vez es más
global. No es sólo una cuestión de que vengan menos fondos, sino que
aparecen escenarios de competencia y posibilidades de inversión fuera de
nuestro territorio. Pasamos de ser un país con mano de obra más barata
que atrae inversiones, a ser un país que tiene que competir con sus
propios medios.
"Las
Oficinas de Empleo se han convertido en un lugar donde los
ciudadanos pueden acceder a información sobre ofertas de
empleo y opciones de mejora profesional" |
-¿Y qué hay que tener en cuenta en esta coyuntura?
-En este sentido hay dos cuestiones importantes. Una: el
Principado de Asturias ha aumentado su capacidad de auto gobierno con
las transferencias en Sanidad y sobre todo en Educación. Esto es
importante porque cerca del territorio tenemos las capacidades y los
medios. También es cierto que tenemos límites a la forma de gestionar
esos medios, que son la responsabilidad fiscal y la capacidad de
endeudamiento comercial más la estabilidad presupuestaria; no podemos
endeudarnos más allá de lo que nos permite la ley, con esto ahora hay
que manejarse. Pero lo más importante para mí para afrontar ese reto,
está en el aumento del nivel de autoconfianza de los asturianos en
general, de los que crean empresas, de los que las lideran, de los que
trabajan en ellas y de la sociedad en su conjunto. Esa capacidad de
autoconfianza en nuestro propio proyecto, sumada a la cooperación con
los demás es lo que saca a un pueblo adelante y le da un nuevo impulso.
Son las cosas que hemos visto en la Barcelona de antes de las Olimpiadas
o ciudades como Valencia. Son sociedades que en unos años pasan de una
situación pasiva a ganarse el futuro para ellos y sus descendientes.
Esto es un cambio cultural importante y como todo cambio cultural lleva
tiempo, sobre todo cuando venimos de mentalidades culturales del siglo
pasado muy pasivas, muy de lo público, muy tranquilas y muy
reivindicativas. Ahora tenemos que asumir que nuestro futuro depende de
nuestro trabajo y de nuestras decisiones y, por tanto, de la confianza
en nosotros mismos. Esto es jugar en primera división.
-Un asturiano sale fuera de la región y cambia de
mentalidad. Es una persona muy activa, con capacidad para crear
empresas, con un potencial de primer orden. ¿Por qué dentro de Asturias
parece que no ocurre lo mismo?
-Pienso que ese cambio ya se produjo. Nosotros tenemos contacto con
empresas maduras que llevan años funcionando y también con empresas
jóvenes que venden dentro y fuera de Asturias con total normalidad,
compitiendo en mercados abiertos y agresivos. Creo que esa
transformación ya se ha producido y creo que ese cambio debe trasladarse
al conjunto de la sociedad en la manera de percibirse a sí misma.
Pasando en general de un discurso de queja a un discurso de auto
satisfacción, porque los asturianos, cuando lideran proyectos
empresariales están día a día demostrando su capacidad. Lo que tenemos
que conseguir es que lo verbalicen y estén orgullosos de esto. Hay que
romper la tendencia a la autocomplacencia en la crítica. La satisfacción
viene por competir en un mercado y ganar negocios, tener clientes que
están satisfechos y repiten sus encargos. La satisfacción no viene por
pertenecer a un pueblo o a un barrio, sino por tu trabajo y el de tus
colaboradores. Estamos engrandeciendo la profesionalidad, el saber hacer
de cada individuo y su red de relaciones. ∆
|